Las semanas pasaban, y los mellizos seguían viendo esos sueños donde estaban en un salón lleno de esferas. Ninguno sabía lo que era o lo que se avecinaba.
Las cosas se habían calmado y todo era paz, hasta que, ambos jóvenes comenzaron a ver en sus sueños, a su padrino ser torturado por Voldemort.
El mellizo varón, era el que más se preocupaba, por lo que idearon un plan para ir a “salvarlo”.
Al día siguiente, fueron a la oficina de Umbridge para usar su chimenea y poder viajar a través de esta, para ir al ministerio de magia. Pero, al estar apunto de irse, llega Umbridge con la patrulla inquisitorial detrás de ella. Los capturan a todos, y los Potter, enfrente de Dolores, estaban siendo amenazados por ésta, hasta que llega Snape.
—Será mejor que tenga la pócima —habló la señora de rosa a aquel profesor.
—Lo lamento, pero usé la última con aquella chica de Ravenclaw —dijo desganado, Severus.
—Canuto está donde usted ya sabe —Harry, en un tono desesperado, le dirige la palabra al profesor de pociones.
—¡¿Canuto?! ¡¿Qué es Canuto?! —aquella mujer mira, con irritación y desesperación, a aquel hombre de negro en la puerta.
—No sé de lo que está hablando, y con su permiso, me voy —salieron, fríamente, esas palabras de la boca de Snape.
—Chicos, díganle ya, no lo oculten más —gritó Hermione.
—¿Decirme qué? —preguntó Dolores.
—Si tú no le dices donde está, yo se lo diré —dijo Hermione.
—¿Dónde está qué? —replicaba impaciente.
—El arma secreta de Dumbledore.
Los tres jóvenes, junto a Dolores Umbridge, fueron al bosque prohibido. Hermione, los estaba guiando donde anteriormente habían conocido al medio hermano de Hagrid, quien era un gigante. Pero aquel sujeto, no se encontraba en el lugar.
La mujer vestida de rosa, los apuntaba con su varita, hasta que se escucharon romperse algunas ramas: venía de los centauros, que estando armados, empezaron a disparar flechas.
Dolores, lanza un encantamiento, tirando una soga a uno de esos seres. Al instante, llega aquel gigante, tomando como un trapo a Dolores y viéndola con curiosidad. Los seres mitad caballo, empezaron a atacar al sujeto, mientras que la mujer lo insultaba, así aquel gigante soltándola y, los centauros, tomándola por los brazos.
—Potter, diles algo. Diles que soy inofensiva —gritaba, desesperada, la señora de rosa.
—Lo lamento profesora, no debo decir mentiras —le contestó Harry, en venganza, mientras que esos seres mitad caballo se llevaban a la mujer.
Los jóvenes se fueron corriendo de vuelta al castillo, encontrándose con los demás.
—¿Cómo escaparon? —les preguntó Hermione, al resto de sus amigos.
—Pastillas vomitivas, no fue nada divertido —dijo Ginny, con cara de asco.
—¿Y cómo llegaremos a Londres? —pregunta Juli.
—Volando, es obvio —contesta Luna, dulcemente.
Así comienzan un trayecto en thestral hacia el ministerio de magia, en Londres. Al llegar, corren bajando y metiéndose en esos pasillos, hasta llegar a aquella puerta que Harry conocía bien.
Acto seguido, se meten a un salón que los hermanos Potter habían visto en sus sueños. Los mellizos, buscaban la fila y la esfera con desespero, hasta que alguien les habló.
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𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈 ⁽ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ⁾
FanfictionAl momento de la entrada, mientras iban avanzando hacia el centro, la melliza Potter sentía una mirada encima de ella. Al buscarla, choca con un chico pelirrojo, con unos ojos negros que tenían una chispa en ellos. Y en ese momento, ambos niños sint...