𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈 ⁽ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ⁾

"𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 33"

Pasaron las semanas en búsqueda de esos horrocrux, los cuales todavía eran muchos los faltantes.

En esos últimos días, había más tensión entre Ron y todo el grupo, en especial con Harry.

Ninguno de sus hermanos lo habían visto así antes. Intentaban conversar con él y nada lo hacía cambiar de parecer.

Ron estaba herido por la búsqueda de otro horrocrux. Nadie quería dejarlo solo. Más encima, por nada en el mundo se sacaba ese guardapelo. Nadie sabía qué pasaba en ese momento.

La tensión empezó a crecer y ahora también empezaron las peleas con Juli.

Las ideas de a donde ir y en donde podrían estar los otros horrocrux, ya era casi escasa: a nadie se le ocurría nada y todo era más complicado. Varios salían heridos, o peleando de aquellas misiones.

Juli sólo se quedaba a un lado abrazada con George. Él sólo intentaba protegerla, sabía que cuando al fin se enfrentara contra Voldemort, él no podría estar allí con ella.

Por eso, mientras pudiera protegerla lo haría, y si era necesario dar su vida, la daría. Haría lo que fuera por ella si se lo pidiese.

Ron, en ese momento, estaba escuchando la radio. Ya los tenía a todos aburridos ese sonido.

Pia tenía la cabeza en el hombro de Percy, escuchando los nombres de los desaparecidos. Fred y Cande intentaban hacer reír a todos, y Hermione y Harry hablaban de los horrocrux y donde podría estar el siguiente, mientras Hermione le cortaba el cabello al mellizo Potter.  

Juli y George estaban entablando una conversación fuera de la tienda, mientras estaban sentados mirando el cielo. La pelirroja apoya su cabeza sobre el hombro del Weasley.

—¿Qué haremos después de esto, Georgie? —preguntó Juli.

—No lo sé, preciosa. Ya sabes, Fred y yo al fin abrimos nuestra tienda de bromas y estamos ganando mucho dinero. Con eso estoy bien por mientras —George miraba el cielo sonriendo.

—Será mejor que volvamos, Georgie. Está empezando a hacer mucho frío aquí fuera —empieza a tiritar, levemente, de frío.

—Prefiero que nos quedemos mirando las estrellas —la mira y abraza fuerte para que se le pase el frío, y la pequeña sonríe mirándolo.

De la tienda, se empiezan a oír gritos y Ron sale enojado de ella, con un bolso detrás de él. Todos salen detrás suyo diciendo cosas, pero él no les hacía caso.

Al desaparecer de la vista de todos, los dos pelirrojos, que estaban afuera, miraron al resto sin entender.

—¿Qué pasó? —George, todavía abrazando a Juli, preguntó sin entender qué había sucedido.

—Ron se enojó por algo, no entendimos bien. Sólo empezó a gritar —Harry miraba a su hermana en los brazos de George.

—Esta bien, de seguro nos encontrará en algún momento cuando se le pase el enojo —dijo Fred sin darle tanta importancia.

—Deberíamos preocuparnos e ir a por él —Hermione sonaba con un tono preocupado.

—Tranquila, es como un perro, nos encontrará —George pronunció bromeando y giró su vista a la pequeña a su lado, mostrándole una sonrisa.

Pasan días, semanas, y Ron todavía no volvía. Hermione era la única que se preocupaba.

Empezaron a moverse para saber donde estaban los siguientes horrocrux, y decidieron quedarse en un bosque, donde cerca había un lago para descansar y tener fuerzas.