𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈 ⁽ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ⁾

"𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 14"

—Un año más se fue y espero que hayan aprendido mucho. Ahora tienen sus vacaciones para volver a vaciar esas cabezas.

Así empezaba el último día del año escolar, con el director dando su discurso. Todos estaban casi durmiendo en sus mesas o sobre su comida, había sido una noche muy agitada, pero había vuelto todo a la normalidad.

—¡CANDE! —grita Pia, viendo como su amiga saltaba del susto.

—¡Ay nena! ¡NO VES QUE ME ASUSTAS! —pronunció la castaña, casi sin aire.

—Entonces no te duermas si no quieres que te vuelva a gritar.

—¿Pero no ves que estoy cansada?

—¡Juli, dile algo! —Pia ahora se dirigía a la pelirroja.

—¿Q-qué? ¿Ya nos vamos? —habla la pequeña, muy dormida y levantando su cabeza de la mesa.

—Esto debe ser una broma —dice Pia, indignada y golpeándose la frente con la mano.

—Claaaaro es una…...broma —exclama Cande como puede y cae sobre la mesa, rendida por el sueño.

En la mesa de Gryffindor, los chicos estaban igual de cansados. Todos comían con las pocas fuerzas que les quedaban. Era más que sabido que en la vuelta en tren, no habría ni un alma despierta. La fiesta los había agotado, de tanto baile y música a todo lo que daba.

—Georgie, deja de soñar despierto con esa pelirroja —Fred miraba a su gemelo extrañado—. Hasta sonriendo estás, me das miedo.

—Callate, come mocos —decía George, intentando no reírse.

—Hey, dijimos que eso se quedaba entre nosotros —contestó el gemelo, ofendido.

—Eso es gracioso hasta para mí —Percy sonreía enfrente de ellos.

—¿Ves lo mismo que yo veo, Freddie? —Georgie miró a su gemelo sorprendido.

—Si, Georgie, y me está dando miedo.

—Percy está sonriendo —dijeron ambos gemelos, viendo sorprendidos a su hermano mayor.

—Siempre tienen que arruinar todo —exclama molesto Percy y se levanta de la mesa, para irse y dejarlos solos.

—Freddie ¿estás pensando lo mismo que yo?

—Siempre, Georgie.

—¡Vamos a molestarlo! —ambos gemelos se levantan al unísono, yendo tras su hermano.

Se termina la última comida del año y los estudiantes vuelven a sus salas comunes. Ya todos se estaban preparando, llevando sus bolsos y valijas al tren y subiendo al mismo, mientras que en el compartimiento de las tres chicas se oían risas y dramas de Cande.

—¡QUÉ SUEÑOO! ¡Y QUÉ FRÍOO! ¡ABRAZAME, JULI! —gritaba la castaña.

—Yaa, tranquila —le contestó Potter y le dió un abrazo—. ¿Así está mejor?

—Demasiado drama hacés, Cande —la rubia mirándola.

—¿PERO ES QUE ACASO NO TE ENTERAS QUE HACE MUUUCHO FRÍO?

—Sí, sé que hace frío, pero no te vas a morir por eso —dijo Pia, riéndose de su amiga.

Llega la señora de los dulces y las chicas compraron un poco de cada cosa.

La pelirroja miraba una rana de chocolate, acordándose de cómo conoció al pelirrojo, como le había dado unas ranas de chocolate por salvarla de una bludger. Juli sonreía como boba, mientras se acordaba de ese día, recordando cada mirada y abrazo que se dieron.

Tenía que arreglar las cosas, este año no podía terminar así. La noche anterior, George se había disculpado con ella e ido al instante. La pelirroja pudo haber ido tras él. Se reprochaba a sí misma: ¿por qué no le hacía caso a su corazón? Ella lo quería. Las cosas podían solucionarse.

Al salir de sus pensamientos, sintió como el tren frenaba en la estación. Muchos alumnos bajaban y se juntaban con sus familiares.

La pequeña, se despidió de sus amigas para después irse con su hermano. Junto a éste, se veía un montón de cabelleras pelirrojas, pero Juli, en ningún momento intercambió palabra con ese pelirrojo que tanto extrañaba.

Ya se estaban yendo con su tío, cuando la pelirroja se dio cuenta, que su amistad era muy valiosa y no podía terminar así.

Mientras que el pelirrojo estaba caminando, pensando en cómo ese año había sido tan imbécil con esa pequeña que tanto adoraba, se dio cuenta que eso no podía terminar de esa manera.

Y al parecer, no era el único que pensaba eso, porque sintió unos brazos alrededor de su espalda, y al ver hacia atrás, se topó con esa pelirroja hermosa, conectando nuevamente sus mirada, como todas las veces anteriores. Una tensión electrizante se sentía entre ellos.

—Vé con Harry antes de que me mate —le susurró George al oído a Juli, dejándole un beso en la mejilla y dándose la vuelta para juntarse con su familia e irse a casa, dejando sorprendida a esa pelirroja…

FIN

(PERO DEL TERCER AÑO)