𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈 ⁽ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ⁾

"𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 20"

Se viene el partido más esperado de ese año, iba a ser esa misma tarde. Habían sido semanas de espera, que se hicieron eternas, pero al fin el día había llegado.

Las tribunas, ya se estaban llenando de estudiantes y profesores.

Toda la casa de los leones estaba alentando a sus jugadores, y lo mismo la casa de los tejones.

Juli, por su lado, estaba en un conflicto consigo misma. No sabía a quién alentar. Pero, al parecer, alguien le estaba leyendo la mente, y era una persona que estaba muy próximo a ella.

—¿Sabes que tienes que alentar por nosotros, no? —Cedric le habla al oído por detrás suya, haciendo que se sobresalte.

—Cedric —se da la vuelta—. ¡Qué susto!

—Eres porrista de nuestro equipo, no de los leones. Y deja de babear por ese pelirrojo —el castaño pronunció molesto.

—No entiendo qué problema tienes con George —lo mira confundida.

—Ya te lo he dicho, él no te merece.

—¿Y quién me merece, Diggory?

—Yo puedo darte más que ese Weasley —se acerca más a ella.

—¿En serio? —lo observa con asombro y se aleja lentamente.

Pero como el muchacho seguía acercándose, ella se alejaba, hasta que se quedó sin espacio por la pared.

—Weasley no te merece, lo sabes —queda a centímetros de la pequeña y apoya una mano contra la pared, acorralandola.

Un pelirrojo del otro lado veía la escena del castaño con aquella pelirroja, y se acerca por detrás del tejón.

—¿Qué le haces a mi pequeña, Diggory? —pronuncia George, en voz alta y con celos.

—No es tuya, pelirrojo idiota —responde Cedric, enojado y con muchos celos.

—Tampoco tuya. Apártate de ella y no será mi culpa si te llega una bludger —dice mientras comienza a caminar hacia el chico.

—Te acercas y te pego —lo amenaza.

—¿A quién vas a golpear? —llega otro pelirrojo idéntico al anterior y observa al castaño.

—A ti, si no te vas ahora —amenazó Cedric, pero esta vez a Fred.

La pequeña Potter, no sabía qué hacer y tenía miedo por el rostro de enfado de Cedric. Solamente quería que comenzara su presentación, así poder escapar de ese momento tan espantoso que estaba ocurriendo. Quería que los gemelos la sacaran de allí, que el tejón la dejara de acorralar.

—Ce-cedric por fa-favor —pronunció como pudo.

—Salte castaño, ¿no ves que la asustas? —lo aparta del camino Fred, llevándose a Juli con él.

—Lo siento, Cedric. Al parecer asustas a mi princesa —el pelirrojo se va detrás de su gemelo, dejando al tejón mucho más furioso.

La pelirroja no paraba de agradecerle a Fred por haberla sacado de ahí. Tenía ganas de gritar y llorar a la vez. No le gustaba para nada la situación que se estaba creando entre George y Cedric.

—Tranquila, ya está. Ahora, concéntrate en la gran presentación que darás para darle inicio al juego, ¿está bien? —le decía Fred, mientras la abrazaba—. Escucha, ya están anunciando a las porristas. Vamos, vé. Lo harás genial —le tomó de las manos y le sonrió cariñosamente.

George le da un beso en la frente, dándole suerte, y Juli pudo hacer una leve sonrisa y suspirar, un poco más aliviada.

A los minutos, pronuncian los nombres de las porristas del equipo Hufflepuff y comienzan a salir.