𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈 ⁽ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ⁾

"𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 9"

El día siguiente, era muy esperado por las casas de Gryffindor y Slytherin. Se podía sentir una tensión horrible en el aire.

En el campo, estaban todos esperando a que los equipos salieran. Era un día lluvioso, los jugadores se elevaron, sintiendo como la lluvia los mojaba, más las bludgers que eran golpeadas, las quaffles lanzadas y atrapadas, y la snitch que no se veía por las nubes.

La buscadora de Slytherin, Cande Diggory, buscaba la snitch entre la lluvia y nubes. El golpeador pelirrojo de Gryffindor, golpea una bludger, la cual no pudo ser esquivada por Cande, dándole de esta forma en el brazo y haciendo que pierda el equilibrio, para terminar cayendo de su escoba al suelo y desmayarse por el impacto.

Cande es retirada del partido y un suplente entra a reemplazarla. La llevan directamente a la enfermería.

Cuando termina el partido, el cual fue ganado por Gryffindor, George sale corriendo hacia la enfermería, sintiéndose mal consigo mismo por haber lastimado tan gravemente a su mejor amiga.

Al llegar, nota que nadie quería que él entrara, todos lo miraban serios. Pero lo peor, fue sentir la mirada de su pelirroja favorita, llena de ira y decepción por su acto.

—Juli, que bueno que te veo, ¿cómo está… —el pelirrojo se ve interrumpido.

—Realmente no me esperaba esto de tí, George —exclama Juli, con decepción.

—Yo n-no quise hacerlo...No fue a propósito, créeme —suplica George.

—No sé qué pensar en estos momentos…¡¿Cómo pudiste ser tan bestia con ella?!

—Só-solo estaba jugando al quidditch, y no medí la fuerza...ni la dirección —le explica—. N-necesito hablar con ella, es mi amiga. Sabe que no lo hice a propósito.

—No, George.

—¿Cómo que no?

—No… Ahora no puedes hablar con ella. Necesita descansar. Mejor vete, todos te miran mal y vas a empeorar las cosas.

—¡¿Y por qué debería hacerte caso a ti?! —comienza a elevar la voz.

—¡Por qué sí, solo hazme caso y aléj… —Juli es interrumpida por el pelirrojo.

—¡TÚ NO ERES NADIE PARA DECIRME QUE DEBO O NO HACER! ¡NO ME IMPORTAS! ¡HAZTE A UN LADO QUE VOY A HABLAR CON ALGUIEN QUE SÍ ME IMPORTA! —grita George, enojado.

—…

—N-no quise de-decir… —comienza a pronunciar el pelirrojo pero Juli lo empuja a un lado, para salir corriendo e irse a algún lugar a llorar.

George, arrepentido, intenta ir detrás de ella, pero es detenido por su hermano menor y su gemelo, para después ganarse un buen golpe de Harry. Pia ve la escena y se acerca.

—¡¿TÚ ERES IDIOTA O QUÉ, GEORGE?! ¡¿QUÉ TIENES EN LA CABEZA?! —grita Harry.

—N-no era mi intención de-decirle eso… —dice el pelirrojo, entre lágrimas.

—Pues, la cagaste hermano, no estuvo bien eso —contestó Fred.

—Georgie, esa no era la forma de arreglar las cosas —Pia habla, mientras le seca las lágrimas a su amigo.

—Soy un idiota ¿verdad?

—Si —responden Harry y Fred al mismo tiempo.

—Lo que importa ahora, es Cande. Luego veré có-cómo arreglar las cosas con Juli… —termina de decir, entre sollozos.

La pequeña Potter, iba corriendo por los pasillos, llorando desconsoladamente, hasta llegar al patio, donde frena para poder respirar y pensar mejor. 

Se sienta bajo los pies de un árbol, viendo cómo la lluvia seguía cayendo, mojando más su cuerpo. El agua empezaba a hacerle tener frío, por lo que se hace bolita, mientras continuaba llorando.

En eso, siente un cálido abrazo, un cuerpo más grande que ella la estaba conteniendo. Esa persona, la ayuda a pararse y salir de la lluvia, llevándola a un lugar donde pudiera estar calentita.

Caminan por los pasillos y entran en la sala común de Hufflepuff, donde recién allí, Juli reconoce a la persona que la sacó del patio.

—¿Ce-cedric? —pronuncia, temblando de frío.

—Está bien, tranquila. Ponte al lado de la chimenea para calentarte.

La pelirroja se sienta donde el chico le indicaba y lo mira, entre lágrimas.

—¿Qué pasó, pequeña? ¿Por qué lloras y por qué estabas bajo la lluvia? —le pregunta Cedric, acercándose y sentándose junto a ella. Juli seguía llorando y no podía tranquilizarse.

—Es c-culpa del estúpido de Ge-george Weasley —contesta, sin parar de crear mares en sus ojos.

—¿Qué te hizo ese inútil?

—M-me gritó a-algo horrible.

—Dime, ¿que te gritó? —pronunciaba Cedric, cada vez más furioso.

—N-no quiero volver a pensar en eso...

—Vamos, solo dímelo. No te preguntaré más del tema, pero respóndeme qué fue lo que te dijo.

—Di-dijo que no era na-nada para él, que no era im-impor-portante —rompe nuevamente en llanto.

—Con que eso te dijo —la abraza—. Tranquila, no le hagas caso, quizá no seas nada para él, pero eres todo para mi. No llores, pequeña —le dice, mientras le acaricia el pelo.

Por el lado del pelirrojo, su habitación era un desastre. Estaba enojado y triste por lo que había hecho. Le había hecho daño a una de las personas más importantes para él.

Sentía ira hacia él mismo, decepción por sus actos. ¿Cómo se había atrevido a decirle eso a la pequeña Potter?

—George, puedes arreglarlo. ¿Lo sabes, no? —habla su gemelo, tomándole un brazo para que deje de tirar cosas.

—¿AH SÍ? ¡PUES DIME CÓMO ENTONCES! —gritó, soltándose de su hermano y tirando unos libros.

—Sólo porque sé que estás enojado, dejaré que me grites, pero deja de revolear cosas, por favor. Vas a romper algo.

—¡ESO NO ME IMPORTA FRED, NO ME IMPORTA SI ROMPO ALGO! ¡ES MÁS, MIRA! —señala la lámpara de su mesa de luz y la tira al suelo, rompiéndose en pedazos.

—¿Quieres que llame a Ginny?

—¡HAZ LO QUE QUIERAS, NO ME IMPORTA! ¡SÓLO DÉJAME EN PAZ! —grita enfadado y unas lágrimas se desprenden de sus ojos.

—Hermano, no estás bien. Y no te dejaré así.

—Sólo ne-necesito...hablar con ella… —se rinde.

—Lo sé, y estoy seguro que podrás hablar con ella mañana. Sólo deja que se le pase el enojo, verás que todo se solucionará.

—E-eso espero, Fred. Espero que tengas razón.

Esa noche, les fue muy difícil a todos lograr conciliar el sueño. Había sido un día triste, y no había acabado nada bien para Juli y George. Pero, debían continuar, porque un nuevo amanecer se acercaba, lleno de nuevas aventuras…