My old man

🍑Cap.》2

China iba revisando unos papeles en su oficina, frunciendo el ceño al ver que sus "amigos" comían tan libremente en su sofá.

—Argentina puso zanahorias con forma de conejitos, es una ternura ese niño

Comentó el estadounidense mientras iba comiendo del almuerzo que le había enviado la pareja del asiático aunque al recibir una mirada seria del ruso rodó los ojos.

—¿Que? Igualmente el apenas y lo come, sería un desperdicio

—Hoy pudo haber sido diferente, USA.

Contestó Rusia con su voz neutral volviendo a beber de su café, no le agradaba la indisciplina y la confianza con la que el estadounidense solía agarrar las cosas de otros pero tampoco era el tipo de hombre que andaría recalcando el comportamiento de otros.

—Vamos Ruso, si no fuera por que yo vengo comiendo de sus almuerzos estos años, el volvería con la comida intacta a su casa, ¿Te imaginas eso? Argentina ya hubiera llorado y se hubiera separado desde hace tiempo de China y-

El oriental al oír aquello aclaró su garganta, en signo de que el de rayas de callase, lo cual, hizo al instante volviendo a comer en silencio.

—Aún así, China, no has pensado en...¿Cambiar tus "habitos"? Eh escuchado que los latinos son muy afectivos, y lo eh comprobado, ¿No crees que deberías ser un poco más romántico con el menor?

Preguntaba ciertamente intrigado, si no fuera por que el asiático era su viejo amigo no intentaría ayudarle o involucrarse un poco en su relación.

Argentina le agradaba, era amable,  detallista e incluso le había hecho reír en algunas ocasiones, así que, lo veía apto para que ellos estén juntos pero...también era conciente de que el mayor no era muy demostrativo en sus sentimientos.

—Si tienen tanto tiempo para preocuparse por mi, preferiría que se ocupen en su trabajo, eso, me pondría de mejor humor.

Respondió levantando su mirada, quitándose los lentes mientras suspiraba, cansado, de las veces que tocaban ese tema como cada mes.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

—Bien, vino, velas, pétalos-..¡¿Ya casi es hora?!

El argentino abrió sus ojos de par en par al ver que pronto volvería su pareja a su casa, así que, fue rápidamente al armario, de ahí, sacó un hermoso y bien decorado traje de lencería.