||Capitulo 7||

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¡Andrés tenía Razón!

Narrado:

Samir Sicilia

Estaba a sólo unos metros de ella pero aún no era el momento para acercarme más.

Estuve de tras de ella por unos minutos llegamos a un lugar completamente solo el camino estaba lleno de piedras, árboles y algunas casas alrededor.

Tropiezo con una piedra me levantó lo más rápido posible y me escondo detrás de un auto.

Nicole se detiene mira para atrás y caminaba lentamente hacia el auto se acercó a menos de un metro al no ver nada dio vuelta atrás y comenzó a caminar de nuevo.

Después que comenzó a caminar espere un momento que pasara y comienzo a caminar.

Me acerqué lo más silencioso posible rápidamente la tomo de los brazos y la recuesto a un poste de electricidad a - ¿Que demonios está pasando, ¿Quien eres tu?- Dice mientras forcejea para liberarse.

- Me vas a decir en donde encontraste ese Maldito periódico y me lo vas a entregar por las Buenas o por las malas - le aprieto más los brazos para que le sea imposible soltarse.

-¡Samir!, ¿Tu de nuevo? Ya te dije no te lo diré y ¿Para que quieres Saber en donde lo encontré?.

- ¡Eso no es tu problema!!.

- ¡Tampoco el tuyo!- suelta una sonrisa.

- Mira Nicole Solo entregame ese periódicos y ¡Nadie Saldrá herido! ¿Que dices?.

- Yo digo ¡Que No!- Lanza una patada a mis costillas haciendo que la soltara- Hasta nunca Maldito loco- Empieza a correr.

- Te diré una última cosa Nicole ¡Cuídate tú y tus amiguitos y no se metan en los problemas de los demás! ¿Me oíste?.

Solo sigue caminando sin decir nada.

Narrado

Nicole Acosta

Andrés tenía razón el no iba a descansar hasta conseguir lo que quiere.

Y lo que acaba de suceder era una prueba de lo que podía hacer para encontrar una repuesta.

Me preocupe un poco por lo que dijo al final "Cuídense y no se metan en los problemas de los demás".

Y no se lo podía decir Andrés eso causaría más problemas de los que tenemos, me mire los brazos para ver si no me había dejado una marca por el forcejeo.

Me dejó las marcas de sus uñas en mi piel tendré que usar de ahora en adelante camisas con mangas largas.

Aparte de las marcas de las uñas tenía la piel de color roja por la fuerza que ejerció en mi brazo.

Después de mucho caminar llegué a mi casa por suerte mi papá ¡No estaba! Así no tenía que explicarle las marcas de mis dos brazos.

Entre a la casa me quite la franela y me dirije al baño a lavar las heridas

Mientras lavaba las heridas pensaba en el capricho de Samir con los periódicos algo había en esos papeles que Samir no quiere que supiéramos mis amigos y yo.

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