Siempre estaré para ti pequeño

14 Jennie

TN

Ahora que Tae será mi esposo quise darle un regalo, para que él pueda ir a donde quiera sin tener que avisar.

Le compré un MANHART MH3 600 YMH4 600, enserio espero que le guste mucho. Abrí la puerta de nuestra habitación y allí estaba Tae jugando con nuestra bebé.

-Cariño, ven te tengo una sorpresa.-Le dije tomando a nuestra bebé.

-¿Qué sorpresa?.-Preguntó con una sonrisa.

-Ven.-Dije extendiendo mi mano.

Lo lleve hasta al frente de la casa donde estaba el auto esperándolo.

-Es todo tuyo pequeño.-Dije sonriéndole.

-TN, esto es mucho.-Dijo mirándome con carita de preocupación.-¿Estás segura?.

-Solo lo mejor para mi omega.-Dije acercándome a él para besarlo.- ¿Qué tal si lo probamos?.

Subimos al auto y Tae empezó a conducir, él se miraba tan feliz, una hermosa sonrisa cuadrada adornaba su hermoso rostro, mi lobo y yo no pudimos ser más felices.

Luego de unas horas volvimos a casa y Tae ya había aprendido todo sobre su auto.

-¿Nuestra pequeña se durmió?.-Preguntó Tae.

-Sí, al parecer el viaje la relajó.

-Enserio gracias, te amo.

-Yo te amo más.-Dije para dejar un beso en sus labios.

...

Me encontraba en mi oficina haciendo lo de siempre cuando sentí un olor muy empalagoso y luego una voz.

-No te casarás con ese omega.

-Giré mi cabeza para ver de quien se trataba encontrándome con la hija de un ex-socio.-¿Disculpa?.

-Recuerda el trato que tienes con mi padre.

-Eso ya esta resuelto pagué una ridícula cantidad de dinero.-Dije poniéndome de pie para luego meter mis manos en mis bolsillos.

El padre de Jennie era un hombre que me ayudó a empezar con mi empresa, pero luego me cobró los intereses por su ayuda, si no le pagaba debía casarme con su hija Jennie.

Pero esa deuda ya está pagada y no le debo nada a él.

-Llamaré a mi padre entonces.

-Hazlo, no le debo nada a nadie.-Respondí con mucho enojo.

-Sería una lástima que algo le pasara a ese omega, ¿No crees mi bella T/N?

Sentí el peor enojo que e sentido en toda mi vida, ¿Cómo se atreve a amenazar a mi prometido de esa forma?, y lo peor, lo hace en mi cara con tanta naturalidad.

Jennie es hija de un alfa arrogante, empresario al igual que yo, él tiene fama de ser grosero con sus empleados sin mencionar su trato hacia los omegas, incluso escuché decir que es violento y grosero con su esposa, parece que no quiere a nadie.

Claro pero con su hija Jennie todo era diferente, él había criado a su pequeña hija omega con todo lujo y le daba todo lo que ella quería, haciendo que ella se convierta en una niña mimada que piensa que todo lo que pide debe tenerlo.

Y por lo visto, ahora me quería a mí.

-Te prohíbo decir esas cosas sobre mi prometido, nadie lo tacará, mucho menos tú niña mimada.-Me doy cuenta que al convertirme en una sola con mi lobo ella también hace de las suyas.

Me di cuenta de lo loca que está esta chica cuando sentí su mano en mi cara, haciéndome sentir un gran ardor en esta, la sangre me empezó a hervir de rabia quería matarla, pero no podía rebajarme hasta su nivel.

Me quedé unos segundos apoyada sobre el escritorio contando hasta 10 para poder relajarme y no asesinarla aquí mismo, después de contar me volteé hacia ella y esperaba que se fuera al ver mi rostro de enojo, pero a ella parecía no importarle.

-Deja de defenderlo.-Dijo con una voz de niña, joder que asco.

-Estas loca Jennie.-Dije acariciando mi mejilla.-Lo mejor es que te retires.

-Serás mi alfa, T/N.-Dijo para luego caminar hacia la puerta e irse.

No tenía duda, esta chica hará hasta lo imposible para joder mi matrimonio con Tae, pero no se la voy a poner fácil, me casaré con mi pequeño y hermoso omega y si a ella eso no le gusta pues que se joda, no pienso hacer lo que ella me diga, yo amo a Tae y ni ella ni nadie puede hacer algo al respecto para cambiar eso.

...

Al salir del trabajo fui a una joyería para comprar los anillos de matrimonio, Tae seguramente está trabajando y quiero sorprenderlo con este regalo.

Compré las joyas y felizmente me dirigí hacia mi hogar, entré y fue extraño ya que estaba vacía, me dirigí a la habitación y abrí la puerta.

-Cariño, ya compré los anillos...-Levanté las vista y me encontré con una imagen muy poco agradable.

Continuará