Capítulo 3

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Que indolente fue esta lluvia.

No tuvo consideración con mi corazón.

———

Izuku

Un día, mamá decidió irse de Japón.

Conoció a un hombre un año antes y él le pidió matrimonio.

Pero Yagi tenía trabajo en el extranjero. Es el creador de la serie animada All Migth. No podía quedarse aquí en Japón mientras pedían su presencia para revisar nuevos detalles.

Entonces le dijo a mamá que se quedara aquí. Él no iba a sacarla del lugar en donde era feliz solo para que lo acompañara.

Pero mi madre desechó eso y quiso ir con él.

Arrastrándome en el proceso.

Era imposible que pudiera valerme por mi mismo, considerando el pésimo sentido de orientación que tengo y el hecho de que en ese entonces, era menor de edad.

Tuve que contentarme con saber que al menos podría entrar a una gran y cara escuela de artes plásticas donde pudieran explotar mi talento al máximo.

Dejando todo atrás.

Fue una noticia horrible, pero yo no iba a ser motivo de molestia y tristeza para mi madre. Mucho menos cuando la veía tan enamorada, feliz y contenta.

Simplemente acepté con la sonrisa en el rostro y total disposición a ser el hijo que ella necesitaba. Uno que pudiera apoyarla y no hacerle problemas.

A cambio, me despedí de dos personas importantes.

Mi novio y el que era mi amigo desde hace unos años.

Prometí hablarles cada día, para no perder esa conexión. Con Eijiro fue todo fácil. Hablábamos casi siempre y eso siguió así durante todo el tiempo que estuve fuera.

Estaba seguro de que la relación a distancia con mi novio iba a funcionar.

Yo creía que funcionaría.

Pensé que estaba funcionando.

Llevábamos cuatro años juntos. Tres de esos los pasé en Estados Unidos.

Y ahora que volví, comprendí los motivos del por qué ya no teníamos tantas charlas. Por qué ya no hablábamos. Por qué apenas me llamaba. Por qué ya no tenía ningún interés en mi.

Estaba con alguien.

Una chica.

Hermosa.

Alta, pelinegra.

Se veía carismática y adorable.

Los vi apenas llegué. No me hice notar.

Se fueron a un motel.

Y tendría que ser demasiado estúpido como para no entender qué iba a pasar.

Solo me quedé ahí. Mirando el edificio.

Creo que el sentimiento de dolor, no se lo deseo a nadie.

Sentir como todo se derrumba rápidamente es horrible.

Fue una caída libre desde el acantilado.

Solo me recibieron piedras rocosas y afiladas.

Se incrustaron en cada parte de mi ser.

No me importó la lluvia, que estuviera propenso a enfermarme por ello.

Solo sentía que estaba roto.

Rain (Katsudeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora