Que arrogante de mi parte pensar que solo me escuchas a mi, ¿no?
———
Izuku
Suspiro con fuerza.
¿Es normal estar tan nervioso?
Esto no es tan diferente a la academia de artes.
Es solo que el iniciar otra vez se sentirá raro. Aunque muero por saber que nuevas cosas puede darme este lugar. Que tantos conocimientos artísticos serán dados a mi mente.
—Deku, deja de ignorarme, mierda, bastardo, ¿Quién te crees que eres para fingir que no existo?
—¡Lo siento! —me disculpo, suspirando con fuerza—. Es solo que estoy nervioso. El director Nezu fue muy amable, pero no puedo dejar de pensar en que dijo que todos los de la facultad de arte están locos. ¿De verdad es así?
Kacchan suelta una carcajada, asintiendo.
—Son unos jodidos locos. ¿No viste a Mina? Va en el segundo año y si la hubieras conocido en su primer año, la habrías visto completamente diferente. Dijo que el arte entró a su cuerpo y por ello tenía que romper con su "mente estructurada y liberar su alma artística para ser una con los pinceles y explotar en colores hermosos". Si me lo preguntas, no entendí una mierda, pero guardé esas palabras porque sonó poético, ¿y quién sabe? Tal vez la palabrería ridícula me sirva en algún relato.
—Oh dios, ¿eso es estar loco? ¡Quiero ser un loco! Yo... ¡AH!
El rubio me jala hacia atrás justamente cuando el auto estaba apunto de pasarme por encima. Ni me di cuenta que estábamos por cruzar la calle.
—¡Ya estás loco, estúpido Deku! —grita, mientras yo sigo perplejo por lo rápido que sucedió todo. Kacchan toma mis hombros y se pone enfrente de mi, furioso—. ¡Aprende a caminar, joder! ¡¿Cómo no estabas mirando hacia el frente?! ¡Idiota! ¡Imbécil, pudiste morir!
—Es que te estaba mirando a ti —mascullo, desviando la mirada. Inesperadamente, el rojo invade mis mejillas. ¿Por qué me avergüenza decir esto?—. ¿P-Perdón?
—¡Maldito Deku, no digas esas cosas! —vuelve a gritar y lo observo con confusión, pero ya está caminando más adelante que yo, cruzando la calle. De inmediato lo sigo, preocupado. ¿Le molestó? No quería que se molestara.
—¿Kacchan? —digo, una vez que estamos al otro de la calle y doblamos.
—¿Qué?
—¿Estás molesto?
Gira su rostro, y la sorpresa se instala en mi corazón.
Kacchan está sonrojado.
—¿Eh?
—Solo... cállate, idiota. No hables.
Y siguió caminando, sin mirarme.
¿Qué está pasando?
¿Por qué mi corazón late tan fuerte? ¿Es...?
¿Me gustó que se sonrojara?
¿Ah?
¡No entiendo nada!
—Kacchan...
—Mira, ahí está la facultad de artes. Ya vete —ordena mientras señala una parte de la universidad en la que entran varias personas con caballetes cargando en sus manos, vestidos de forma extravagante en cualquier estilo y muchos con el rostro ya lleno de pequeñas manchas de pintura.
Doy media vuelta para admirar mejor el lugar donde voy a pasar cuatro años de mi vida, estudiando artes, mi pasión más exorbitante.
Pero escucho los pasos de Kacchan yéndose. Claro, el también tiene clases.
—¿Tu salón está muy lejos, Kacchan? —pregunto, tomando su mano para detenerlo.
—Nah. Es bastante cerca de aquí.
—Oh... Entonces, que te vaya bien...
—Siempre me va bien, Deku. Sin embargo, ruega por no desmayarte de los nervios de mierda.
¿Había dicho que me gusta su sonrisa? Sonríe bonito. Es como si se preparara para hacer una travesura. O para hacer algo malo.
—¡No me voy a desmayar, Kacchan!
Por segunda vez en el día, vuelve a jalarme hasta él, pero ahora no es para salvarme de una posible muerte, sino que para abrazarme como solo lo ha hecho en la privacidad de su habitación. Siento mi rostro arder cuando me aprieta con fuerza. ¿Por qué me está pasando esto?
—Si logras salir vivo de ahí dentro, sin desmayarte, prometo que haré katsudon al llegar a casa.
—¡¿De verdad?!
—Sí, Deku. Ahora vete, idiota. Se te va a hacer tarde y no hay nada peor que la impuntualidad. Y ahí está la mapache estúpida, esperándote.
Giro un poco mi cabeza para ver a Mina con un caballete cargando en su brazo, levantando su mano para saludar con la otra y dándole golpes accidentales a algunas personas que tienen la desgracia de estar cerca de ella.
—Nos vemos después —me despido, sonriendo.
—Ajá, ya te dije, no te mueras, bastardo. Si te mueres, te mato.
—¿Has escuchado lo ilógico de eso...?
—¡Cállate, Deku inútil!
Suelto una carcajada, moviendo mi mano en señal de adiós, mientras Kacchan se pone sus auriculares antes de mirarme, sonreírme y seguir ignorando al resto del mundo.
Es tonto pensarlo y bastante egocéntrico de mi parte, pero creo que soy de las personas a las que Kacchan no ignora. Eso me gusta. Me hace latir con mucha fuerza el corazón.
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Rain (Katsudeku)
FanfictionLa primera vez que lo vi, llovía. Y de sus ojos esmeralda caían lágrimas que acompañaban a esa lluvia. - Universo alternativo. No quirk. Mención Tododeku, Todomomo; Kirikami, Seromina.