Rain (Katsudeku)

Capítulo 18

Hoy, en el inicio del mejor noviazgo de todos los tiempos.

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Denki

Sí, ajá. Soy Denki Kaminari y ayer, para mi sorpresa, vergüenza, recordatorio y perplejidad, escuché a dos de mis amigos tener sexo.

Lo sé, lo sé, no debe sonar extraño. Es normal que las personas tengan sexo y que terminen gimiendo, yo mismo lo hago y no me quejo para nada.

Pero lo que me dejó al borde de la locura, es que todos esos sonidos venían de la habitación de la bestia, del animal salvaje, del futuro asesino en serie que hará justicia por todas las vajillas quebradas, de Katsuki Bakugo.

Comprendo, ¡Es muy loco!

Izuku y Katsuki entraron a la habitación y momentos después, comenzó mi tortura. En un inicio imaginé que quizá Katsuki lo estaba matando, pero Izuku se escuchaba demasiado feliz.

La vergüenza recorre mi ser al recordar esos sonidos agudos, y he jurado jamás volver a tener sexo con Eijiro hasta estar completamente solos.

¡Ya sé cómo se siente Katsuki, ya lo sé!

Ahora mismo me encuentro sentado en el sofá, viendo cómo el chico que hace unos momentos gemía inagotable, toma agua en un vasito de Simba del Rey León.

Izuku está hecho un desastre, no hay mucho que decir. Su cabello está desordenado en su máximo esplendor, lleva una camisa que seguramente le pertenece a Katsuki, viendo que es unas tallas más grande que él. Puedo ver marcas rojas y tal vez un poco moradas en su cuello, su clavícula, lo poco que se ve de su pecho, y en sus piernas, que la camisa cubre muy poco.

¡Katsuki, demonio chupa sangre!

—Veo que conversaron bastante —digo, alzando una ceja.

Izuku sonríe de lado y un ligero sonrojo aparece en sus mejillas. —Eh... Podría decirse que fue una conversación...

—No me lo puedo creer. ¿Le dijiste que te gustaba?

El rostro de Izuku se distorsiona. Me mira asustado.

—¿Si... No? —su duda me hace dudar.

—Izuku, ¿Que se supone que le dijiste para que terminaran teniendo sexo?.

—Eh... Le dije que no me molestaba que pensara cosas pervertidas sobre mi —Su rostro comienza a enrojecer—. Y... Y... Le dije que podía hacer lo que quisiera conmigo. Kacchan hizo lo que quiso conmigo...

Dios mío. ¿Este chico peca de inocente o de idiota?

—Izuku, eso fue una declaración, muy mala declaración, pero una al fin y al cabo. —Masajeo mis sienes, sabiendo que Katsuki le pedirá explicaciones en cuanto despierte de su letargo, pues él no se quedará con solo esas palabras. Es un maldito posesivo, probablemente quiera monopolizar a Izuku totalmente para él y le haga firmar un contrato donde este acepte ser su novio y su esclavo por toda la vida—. Aún así, debes hablar las cosas bien. Katsuki no es una persona que se ande con rodeos. Por favor, asegurate de dejar todo claro.

Izuku asiente. —¿Debo decirle que me gusta?

—¡Por supuesto! Apostaría mi vida a que Katsuki ahora mismo está pensando que tú quieres tener una relación sexual nada más.