Me jode que te desprecies. Solo por culpa de esa maldita lluvia y el problema que trajo a tu vida.
———
Si Eijiro me viera, me diría que no es nada masculino espiar y escuchar una conversación ajena, pero me vale mierda porque sí, soy un maldito chismoso y quiero saber qué mierda le va a decir ese hijo de puta.
Ellos dos están en la sala de estar. Yo estoy escuchando lo que hablan, sentado en el suelo de la cocina, esperando que no me hayan visto pasar.
—¿Desde cuándo?
Oh, Pecas es valiente. Va primero.
—Yo...
—Sin mentiras, por favor.
Demuestra quien manda, Pequitas.
—Un año.
Oh, hijo de puta maldito.
¡Un puto año!
Escucho el sonido de un sollozo, seguido del sonido de un manotazo.
—No... No te acerques, por favor.
Deja de decir «por favor» y dale una bofetada que le reinicie la vida.
—Te juro que esto tiene una explicación, Izuku —dice ese bastardo. Las ganas que tengo de ir y sacarle esa lástima en la voz a palos, no me las quita nadie—. Apenas llegó hace un tiempo a la universidad y no tenía nadie con quien hablar. Estaba pasando por una mala situación y tú sabes que estoy estudiando psiquiatría, entonces me acerque para ayudarla.
Bueno, no sabía que en ser psiquiatra se incluían los besos y un motel.
—¿Ella tenía un problema?
Pero...
Izuku, Dios mío, no te empieces a sentir mal por ella, ¿qué demonios?
—Sí, y la ayudé. Al menos fue así en los primeros meses, cuando éramos solo amigos. Entonces... Ella me besó.
—¿Ella...?
—Sí, pero... De todos modos fue mi culpa, porque no la aparté y... le seguí el beso.
Cuando escucho otro sollozo bajito, de verdad que tengo ganas de ir y quitarle a Izuku para encerrarlo eni habitación y después salir a romperle la cara.
—Entonces sí es lo que parecía —dice el pecoso, y siento un nudo en mi garganta al escucharlo con esa voz quebradiza. Seguro está terriblemente mal y aun así se aguanta la mierda de ese tipo—. Por más que lo niegues... La quieres.
—Yo...
—Es de esa forma. Porque la miras como yo te miraba a ti. Y tú... ya no me miras así.
Quiero abrazarlo.
—Lo lamento. No tengo excusa ni nada, sé que estuvo mal y no te mereces esto, sin embargo...
—Shoto —interrumpe Izuku. Asomo mi cabeza por el lado de la pared para poder verle y esa imagen de él sonriendo con la mirada rota, las lágrimas sin dejar de caer y la respiración agitada, jamás se borrará—. Está bien. No importa. Si la quieres, está bien. Solo... No hubiera terminado tan lastimado si me lo dijeras mucho antes. Desde el primer beso. Lo siento mucho si tuve la culpa en algo para provocar que tuvieras que mentirme.
Para este punto, ya estoy caminando en su dirección, viéndolo como si estuviera malditamente loco.
—Vete de mi casa —le digo al bastardo, que se levanta de golpe, mirándome mal.
—¡Katsuki!
—¿Qué parte de "No te metas" no cae en tu jodido cerebro? —me reclama el muy hijo de puta.
Tomo a Izuku del brazo, mientras lo señaló y luego a su ex.
—Si crees que esto está bien, que él se esté disculpando por una mierda en la que no tiene la culpa a gracias a tu incapacidad de saber pensar, entonces vete ahora mismo. No voy a soportar que él se joda a sí mismo, culpándose por tú engaño, cuando apenas le das una explicación que se merezca. Así que ahora vete. Mierda, vete antes de que te saque a patadas.
—No me iré hasta que Izuku me lo pida, piérdete.
Miro al chico a mi lado, que se mantiene con la vista baja.
Entiendo que ya no puede seguir aguantando el dolor cuando levanta su cabeza y vuelve a sonreírle.
—Ya está todo bien —susurra—. No te preocupes, Shoto. Espero que sean felices. Por favor, ve a tu casa. No quiero que Katsuki se enfade y esto termine mal.
El bastardo mitad y mitad lo mira, incrédulo a lo que sonrío victoriosamente en mi interior. Asiente, sin decir nada más, y se va, mientras yo concluyo que le pediré a Denki de sus inciensos para alejar la presencia de tal infiel desgraciado.
Es entonces que Izuku rompe a llorar. Ni siquiera lo pienso dos veces antes de tomar sus hombros y atraerlo hasta mi para abrazarlo.
Es increíble como un llanto puede expresar tanto.
Lo abrazo con fuerza y él entiende que puede soltarlo todo.
Porque yo no le diré nada ante una muestra de fortaleza tal y como lo es llorar para volver a reconstruir lo que se rompió.
ESTÁS LEYENDO
Rain (Katsudeku)
FanfictionLa primera vez que lo vi, llovía. Y de sus ojos esmeralda caían lágrimas que acompañaban a esa lluvia. - Universo alternativo. No quirk. Mención Tododeku, Todomomo; Kirikami, Seromina.