EQUIPO SASU-HINA-NARU

XXXIII

En cuanto Hinata despertó, el rubio a su lado no demoro en ponerle al tanto del combate. Entre el chico de extraño traje verdad, Lee, y el extranjero de aura densa de Suna, No Subaku Gaara.

—Sorprendente...

No obstante, es quedarse corto.

«Tanto poder...»a través de su doujutsu admira la magnitud de tal técnica desconocida.

No es de esperarse.

—Si tan solo yo... —contrae las manos a la altura del pecho.

Una acción cuando algo le preocupaba, un hábito que Naruto reconoció al instante. La mirada de la azabache expresaba demasiadas emociones y no lo entendía.

Desde que le contó el enfrentamiento, la chica simplemente se llenó de estupor, su mano se colocó donde su labio inferior, desvío el rostro a su derecha y hacia abajo, entrecerró sus ojos y contrajo la mano contraria debajo de la otra.

«¿Que le ocurre?»entonces a su mente resplandeció una imagen similar.

La misma durante el bosque de la muerte, una que solo ella pudo ver con su Byakugan.

Se preguntaba si tenía relación con el chico de ojos delineados, sin embargo, lo deshecho inmediato al oírse un estruendoso crujido.

—¡¡Kyaaaaa!! —aferrando las vendas con sus manos posiciona pies y manos.

Pie derecho y mano derecha descienden al rival con extrema fuerza.

—¡¡FLOR DE LOTTO OCULTA!! —los miembros llegan a su destino logrando que el cuerpo se arquee del impacto y alcance al suelo en menor tiempo.

Pequeños fragmentos de concreto vuelan, una cortina de polvo de alza, una onda de viento y sonido se esparce, una extraña concentración de poder se percibe.

Por instinto los espectadores suben los brazos cubriendose el rostro manteniendose imposibles en saber lo ocurrido.

«Se cubrió con la calabaza... Que estaba hecha de arena»

—Ugh —en medio del telón de polvo es expulsado con extrema dureza.

La visibilidad es mayor en segundos dejando ver a Gaara en el suelo controlando su arena con dirección a Lee.

Aturdido el chico de cabeza de tazón se comienza a levantar.

—¡Lee-san! —grita a todo pulmón evidenciando terror.

Identificaba, identificaba aquella técnica que vio con su Byakugan.

Tarde Lee repara en la arena que envuelve las extremidades de un lado de su cuerpo.

—¡Ataúd de arena! —cierra su puño sin apartar el rostro.

—¡¡UAGH!! —la arena comprime el brazo como la pierna por completo ocasionando tal alarido de dolor.

Contrayendo el rostro y su equilibrio alterado, cae contra el suelo sin ser soltado, en tanto, más arena se forma sobre él adquiriendo la forma de una mano tenebrosa dispuesto en atraparle.

Un segundo, el chico de Suna casi en pie a punto de ejecutar su técnica nuevamente es interrumpido, la arena es dispersada dejandose ver a Guy como el responsable, el Jounin a cargo de Lee.

—¡Uhh! —episodios, imágenes de rostros, recuerdos atacan su cabeza tocandose la sien con los dedos como medio de control, no entiende lo que sucede.

Dirige la mirada determinante del mayor sintiendo terribles punzadas en la sien.

—¿Por qué.... —su cuerpo tiembla—. ¿Le salvas?