IV

4.9K 395 138
                                    

—Bien hecho.

Aparta la vista—M-me siento culpable...

Chasquea la lengua—Ya lo creo.

—Su siguiente misión es...

—¡No! No quiero mas esas misiones absurdas.

Se levanta—¡Idiota! Aun eres novato y tienes que adquirir experiencia todavía —explota Iruka.

—¡Misiones absurdas!

«Yo quisiera... Poder fortalecerme de igual forma»juega con los dedos.

Kakashi golpea la rubia cabeza.

—Callate de una vez.

Avanza—Naruto...

—No pasa nada, estoy bien.

—¡Naruto! —lo nombra el Sandaime
—. Tendré que explicarte por que se hace esto.

Frota la cabeza por el golpe mientras se sienta con las piernas cruzadas.

—No tiene que hacerlo, Hinata una vez me lo explico, del rango y las capacidades de ello —dibuja una sonrisa—. Yo creo tener las habilidades suficientes para una misión mejor. No tiene por que sermonearme viejo, no soy el mismo de antes —gira del lugar resignado.

—Naruto-kun...

—Por primera vez te doy razón idiota.

Sigue frotando su cabeza«Me va a caer una buena bronca»lamenta Kakashi.

Iruka y el Sandaime sonríen por dicha actitud.

—Lo comprendo, si insistes, los dejare tener una misión de rango C... Consiste en escoltar a una persona.

Anuncia el Sandaime.

«¿Realmente pasará?»

Voltea alegre—¿A quien, a quien? ¿Una princesa o un señor feudal? —replica Naruto con desesperación.

—No seas impaciente... Adelante —llama el Hokage.

La puerta comienza abrirse.

—¡¿Que?! ¡Solo son mocosos! —clama un hombre levemente canoso que bebe sake de una botella con las mejillas sonrojadas.

Aleja la botella de su boca admirando a los chicos

—¡¿Ese enano estúpido es un ninja?! —cuestiona arrastrando las palabras.

Ríe Naruto—¿Que enano se refiere?

Hinata y Sasuke instintivamente comparan su estatura entre ellos.

—Te mataré —se lanza el rubio hacia él.

Lo sujeta—No puedes matar a quien vas a proteger imbécil —sentencia Kakashi.

«Naruto-kun...»

Su comportamiento no cambia ni disminuye.

Los mira—Soy el experto constructor de puentes Tazuna, deben protegerme con su vida hasta que llegue a terminar el puente de mi país.

Exhala.

Junta los puños—Esto es increíble.

—En ese caso los espero a todos en 30 minutos en la puerta oeste de la Aldea, ¿Oyeron?

—Si —responden al unisono.

A la par rotan para salir corriendo a la puerta.

—Con permiso.

EQUIPO SASU-HINA-NARUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora