Nightmare. -Obito Uchiha-

𝑇𝑟𝑒𝑖𝑛𝑡𝑎.

—Es hora que compense el daño que he hecho.

—¿Qué pretendes hacer?

Kakashi y yo miramos hacia el azabache al escuchar la pregunta formulada por Minato-sensei. Obito mantenía sus manos unidas, a punto de realizar un jutsu.

El Uchiha rio ligeramente entre dientes mientras mantenía su mirada cabizbaja.
—Nunca pensé que algún día utilizaría esta técnica. El Gedo Rinne Tensei no Jutsu.

Yo simplemente lo miraba atónita, no creyendome que él haría ese jutsu.

—Pero si usas ese jutsu, entonces tú...

—Morirás —terminé la oración de el platinado. —¡Obito! ¡Sé que soy egoísta al pedirte esto, pero por favor no lo hagas! ¡No puedes dejarme una vez más, por favor no!

Estaba a punto de aproximarme a mi pareja, pero antes de que pudiera hacerlo en su totalidad mi amigo me tomó con fuerza por los hombros, reteniendome en un abrazo por la espalda.

—¿Estás seguro? Aún puedes vivir, enmendar de otra manera todos tus pecados; puedes estar junto a Leiko finalmente.

Yo simplemente al escuchar las palabras de Kakashi me sacudía con más fuerza, buscando librarme de su agarre. No podía, no quería que Obito se fuera de mi vida de nueva cuenta; y que de nuevo yo no pudiera hacer nada para evitarlo.

—Lo estoy. Lo siento Leiko, lamento siempre tener que dejarte sola.

Iba a golpear a Kakashi para hacer que me soltará. Pero antes de que yo pudiera hacerlo y de que Obito finalizara el jutsu aquella cosa negra comenzó a apoderarse del cuerpo del Uchiha.

—Lo siento Obito, pero a fin de cuentas existo para esto.

—Zetsu negro, serás... —En su voz era evidente que estaba esforzándose por evitar que lo dominaran.

—Rinne Tensei no Jutsu. —Al poco tiempo de que dijo aquello el zetsu se separo del cuerpo del azabache y hundió la mitad de su ser en la tierra. —Obito, ya no te necesitamos. Ahora que usaste el Rinne Tensei morirás.

—Madara volvió a la vida.

—Como última tarea me encargaré de tomar el ojo izquierdo. —Los tres nos lanzamos en dirección al zetsu, pero no actuamos tan rápido ya que volvió a tomar posesión del cuerpo de Obito, aunque está vez solamente fue de la parte izquierda del mismo. —Mientras lo este poseyendo, él vivirá un poco más, deberían darme las gracias.

—¿Quién eres? —El adulto le preguntó. —No eres humano, ¿cierto?

—Soy la voluntad de Madara, y me encargaré de eliminar a todos los que se interpongan en su camino. Obito no fue más que un idiota, moviéndose a espaldas de Madara; así que usaré su cuerpo para luchar contra ustedes hasta que él muera.

• • •

—Guy... Lo hiciste maravilloso —sonreí con algo de tristeza mientras acariciaba su cabello.

Mantenía su cuerpo reposando sobre mis piernas, sabía que sobreviviría, pero verlo en aquel estado me partía el alma. Aunque debía de estar agradecida de que aquella llama de la juventud seguiría ardiente en él. Lo recosté con delicadeza en el suelo, para finalmente colocarme de pie una vez que me asegure de haberlo dejado de buena manera; debía de volver a agruparme con Kakashi.

—Debo de encargarme de ti primero. Tu presencia causa demasiados inconvenientes en mis planes.

Escuche la voz de Madara a mis espaldas, solamente alcance a girar levemente mi cabeza cuando sentí como algo atravesaba mi pecho. Abrí los ojos con impresión mientras sentía la sangre escurrir de mis belfos, baje un poco la vista, observando el brazo de Madara que atravesaba el centro de mi pecho.