𝐷𝑖𝑒𝑐𝑖𝑛𝑢𝑒𝑣𝑒.

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—¿Algún lado al que quieras ir? —Mi amigo de hebras plateadas me miró de reojo.

—Sólo quiero relajarme.

—Hmmm. —El hombre llevó su mano a su mentón de forma pensativa. —Podemos ir al bosque a recostarnos sobre el césped, quién se duerma primero pierde. —Mencionó lo último con una leve risa, provocando que yo también riera levemente.

—Suena bien. —De la nada sentí mi piel erizarse, tenía un mal presentimiento.

Se sintió el suelo vibrar, me tambaleé un poco pero a los segundos logré posarme adecuadamente, ambos miramos con asombro como ocurrían múltiples explosiones a lo cerca y lejos de nosotros.

No paso mucho tiempo para que los gritos de la gente se hicieran presentes. Sin tomarnos mucho tiempo nos dirigimos al punto más cercano de donde habíamos divisado una explosión. Al llegar encontramos a personas atrapadas bajo escombros o tiradas sobre el suelo con heridas.

—Sigue tú Kakashi, yo me quedaré a auxiliar a las personas de aquí y de los puntos cercanos. Por el momento no sabemos que está provocando todo esto, así que debemos de ayudar lo máximo posible hasta que todo se detenga.

—De acuerdo, ten cuidado Leiko. —Kakashi comentó para después alejarse.

—Y tú igual. —Hablé más para mí misma.

Me dediqué a sacar a las personas de los escombros e intentar pobremente en sanar a aquellos que lo necesitaban, no paso mucho hasta que cuerpos médicos llegaron a mi posición.

—Gracias por tu ayuda, nosotros nos encargaremos de curarlos debidamente, si encuentras más personas que necesiten de atención médica llévalos al punto de siempre.

—Entendido.

Levanté la vista cuando de nuevo las explosiones hicieron acto de presencia, y con ello noté un cuerpo gigantesco de una especie de ciempiés yendo hacia otra dirección.

—Demonios, suerte, iré a auxiliar en otros lados.

• • •

Todo ese tiempo mientras ayudaba en lo máximo que podía esperaba encontrarme con Kakashi en algún punto para saber que estaba bien, pero sabía que no debía de distraerme demasiado en ello, mi amigo era fuerte así que no debía preocuparme demasiado.

Mientras iba por esos rumbos buscaba con la mirada si se encontraba más gente aún por ahí, pero mis sentidos se vieron distorsionados al escuchar no muy lejos la voz de Kakashi y Choji, rápidamente corrí hacia aquel punto, llegando justo en el momento en que aquel hombre ajeno a la aldea portaba un proyectil y apuntaba al Akimichi menor. Kakashi se encontraba atrapado entre unos escombros y con su mirada cansada me miró rápidamente, volvió a dirigir su mirada al castaño para exclamar.

—¡Confío en ti, aléjate de aquí y llévatela!

Él menor apretó con fuerza sus puños y se levantó para mientras corría agrandar una de sus manos para tomarme en ella y correr más rápido. Mis ojos no se alejaron de aquel punto que acabábamos de abandonar, ligeras lágrimas inundaron mis pozos al ya saber cual sería el destino del Hatake.

• • •

Antes de que el cuerpo de Hinata impactara en el suelo la sostuve en mis brazos y con una patada detuve el brazo de Pain donde sostenía un tubo, dispuesto a enterrarselo a Hinata. Miré de reojo como ya estaba preparando otra cosa en su mano libre, era obvio que él haya anticipado mi golpe, así que antes de que hiciera algo di un salto hacía atrás.

Le hice una señal a uno de los ninjas fuera del cráter, este asintió, por lo cual le lancé el cuerpo de la Hyuga, en cuanto lo atrapó se fue inmediatamente de ahí.

—No importa cuanto lo intentes, el fracaso será inevitable. —Me miraba con indiferencia.

—Lo sé, pero no se pierde nada al intentar las cosas.

—¡Por favor Leiko, retírate de aquí! —Ignore la plegaria de Naruto y me coloqué en pose de pelea.

—Veamos hasta donde eres capaz de soportar. —El de Akatsuki intentó atraerme a él pero yo logré sostenerme con mi cadena, enterrando con fuerza el lado que mantenía un kunai.

—¡Te lo ruego Leiko, vete de aquí!

Miré de reojo como Naruto me observaba con lágrimas amenazando con desbordar de sus ojos, le sonreí mientras sentía como el aguante de las cadenas y la fuerza de mis brazos era cada vez mínima.

—No me importa morir si eso significa protegerte y verte cumplir tus sueños.

Observé como el rubio abrió sus orbes con completa impresión, esta vez permitiéndose liberar algunas lágrimas, el kunai que había enterrado finalmente cedió ante el poder ajeno, saliéndose de la tierra para dejarme sin medio de apoyo. Observé a Pain sacar de su manga otro de los tubos metálicos mientras yo me acercaba a este a gran velocidad, notando como el tubo impactaría justo en mi corazón. Antes de aproximarme completamente a él brinde con fuerza una patada en un costado de su cara.

—¡Eso va por Kakashi! —Finalmente sólo escuche un gritó de parte de Naruto.

• • •

Abrí los ojos y miré a mi alrededor, notando que me encontraba en un campo de flores. Me levanté del césped mientras mantenía mi gesto de asombro, no sabía donde estaba ni que hacía aquí. Detuve mi mirada en un pequeña silueta que estaba a lo lejos, entrecerre los ojos intentando divisar de quién se trataba aquella silueta. Hasta que la ilusión me invadió y comencé a correr a toda velocidad.

—¡Obito!

En cuanto grité aquel nombre la persona se dió la vuelta y yo detuve mis pasos a pocos centímetros de aquella persona, mirando con impresión a la persona que se encontraba frente a mí sentí mis piernas flaquear y caí de rodillas en mi sitio.

—Ami...

—Te extrañé. Hola de nuevo, Leiko.

Nightmare. -Obito Uchiha-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora