Toda la tercera división estábamos corriendo hacia la ubicación de Naruto y Bee. Después de haber sellado al último espadachín Kakashi y Guy decidieron tomar la delantera para ir hasta los jinchurikis, el platinado me encargó al gremio para que los guiará en el trayecto mientras ellos iban a ayudar a los otros dos hombres. Ahora mismo no nos encontrábamos tan lejanos del punto dictado, pero si me mantenía a este paso sería más lenta mi llegada.
—Lee, ¿podrán encargarse solos a partir de este punto?
—Claro que sí Leiko-san. Usted adelántese. Traten de ayudar en todo lo posible hasta que todas las unidades lleguen como apoyo.
—¿Sabes a dónde ir, cierto?
—¡Por supuesto! —Exclamó con una gran sonrisa mientras elevaba uno de sus pulgares.
—De acuerdo, cuento contigo.
El azabache me dedicó un asentimiento y con ello comencé a ir con mayor velocidad para acercarme más a la dirección. Conformé el paso de los minutos sabía que me comenzaba a acercar cada vez más, sonreí a labios cerrados al divisar la espalda de aquellas tres siluetas que ya se me eran tan familiares.
Llegué a un lado de Kakashi y me recargue en él sin prestar atención frente mío. —Antes de que comiences a recriminarme, sé que dejaste el equipo a mi cargo, pero decidí dejar a nuestra división por si sola porque al parecer el edo tensei ha sido removido, y también porque ya no están tan lejos de aquí. Así que decidí adelantarme e intentar ayudarlos a ustedes, aunque tal vez no sirva de mucho, pero algo es algo.
Arqueé mi ceja al no obtener respuesta alguna por alguno de los presentes.
—Oigan, ¿por qué lucen tan... —Finalmente mis luceros se plantaron en la persona frente nuestro, mi cuerpo entero se tensó, lo único que lograba escuchar era mi propio corazón repiqueteando fuertemente.
Aquel sonido era tan ensordecedor que casi podía jurar mantener mi músculo latente a un lado de mis oídos, los sentimientos que atravesaban con fuerza a mi ser eran tan arrolladores e incontenibles.
—O... ¿Obito? —Ante mi voz salir casi tan desgarradora Kakashi reaccionó y me tomó con fuerza por los hombros al yo mantenerme atónita y no poder hacer a mi cuerpo reaccionar.
—Leiko. —Su voz se escuchaba tan lejana y su silueta era tan borrosa debido a que mis pozos comenzaban a lagrimear. —¡Maldición, reacciona!
Sentí un gran golpe darme de lleno en la cara, aquello provocó que saliera de mi trance y mirará asustada al platinado. Por más que quisiera ceder a mis ganas de actuar precipitadamente debía de contenerme, aunque si quisiera hacerlo no podría ya que el Hatake me sostenía fuertemente.
—Así que estabas vivo.
—¿¡Quién es él!? —La voz del Uzumaki exclamó.
—Un shinobi de Konoha de nuestra generación, un Uchiha; pero se suponía que murió en la anterior guerra.
Apreté mis puños con fuerza mientras liberaba mis labios sutilmente rosados por morderlos como consecuencia de la desesperación que me atacaba.
—¿¡Y si estabas vivo por qué hasta ahora apareces!?
—Que viviera o no no es algo que tenga importancia. Si me preguntas el por qué de todo esto... Es porque tú dejaste morir a ambas. Pero más específicamente, permitiste que Leiko muriera.
—¿Qu... qué? —El Hatake tartamudeo con asombro.
—¡Sólo cierra la boca de una puta vez!
Grité al Uchiha mientras intentaba con agresividad librarme del agarre de Kakashi, él sólo me apegó a él mientras me apretaba con más fuerza. El azabache mi miró como un ser tan inferior, y con un gran desprecio inyectado en su mirada.
—La que debe de cerrar la boca eres tú, no eres más que una simple copia barata. —Sus lunas me miraron como si quisieran otorgar un sacrificio con mi cuerpo. —¿Tanta era tu culpa que intentaste buscar a alguien similar a ella? Al menos admites con ello que aceptas que tú eres el culpable de todo. Pero eso no cambiará las cosas. —Mencionaba lo último a Kakashi.
—¿No quieres entender las cosas?
Las manos del Hatake temblaban ligeramente pero no por ello aligeraba su agarre.
—¿De que serviría? No siento interés por nada en este mundo que está a punto de desaparecer.
—¿Ni siquiera interés en Leiko? —El Uchiha lo miró con molestia.
—¡No te atrevas a mencionarla! ¡No tienes el más mínimo derecho!
—¿¡Qué a caso no la reconoces!?
—¡Siempre has sido tan idiota Obito!
El Uchiha me miraba con confusión pero después de unos segundos lo vi apretar con fuerza su mandíbula. —¡No intenten engañarme!
—¡No es ninguna mentira!
—¡Ustedes son unos mentirosos! ¡Intentando manchar su memoria! —Obito temblaba de impotencia, con su mano sacó una mitad de mi collar mientras lo exhibía ante nuestros ojos. —¡Esto fue de las únicas cosas que lograron recuperar de ella, así que no intenten hacerme caer en sus sucias mentiras!
Él volvió a guardar el collar para después hacer una posición de manos. —Sólo mueran. ¡Katon: Bakufuu ranbu!
Una llamarada en forma de espiral se aproximaba a nosotros pero Naruto se colocó frente nuestra y repelió el ataque.
—¡Ellos te engañaron entregandote mi collar y mi brazo! —Recordé al culpable de aquellos hechos, suponía que él fue de los que influyó en todo ello. Si Obito era un enemigo ahora eso significaba que esa criatura esta familiarizada con él y pudo haber hecho aquello.
Alcancé a gritarle mi pensamiento antes de que se escuchara un fuerte impacto y polvo del mismo comenzara a emerger.
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Nightmare. -Obito Uchiha-
Fanfic❝Mi alma rota sigue devota a tu memoria.❞ ◆ Obito y tú. (OC) ◐ Historia narrada en algunos puntos por Obito. ◇ No copia u adaptación, historia de mi completa autoría. Los respectivos personajes pertenecen al anime "Naruto", creación de ello se est...