—¡Eso duele!
Realicé una expresión de dolor mientras trataba de librarme del fuerte apretón que me otorgaba mi hermana en el oído.
—¡Pues claro! ¿A caso te creías que iba a ser suave contigo?
Ella me miraba con cierta molestia, finalmente me soltó y se cruzó de brazos mientras soltaba un suspiro. La miré con tranquilidad con una leve sonrisa adornando mi cara.
—Te extrañe.
Giró su vista hacia mí, por igual me sonrió de lado y no aguantando más me lancé a sus brazos mientras lágrimas escapaban de mis ojos.
—Yo igual a ti, pero no quería verte aquí tan pronto, tenías demasiadas cosas por vivir.
—¿Sabes? Me alegra haber muerto sabiendo que pude proteger por primera vez a alguien importante para mí.
Ella deshizo el abrazo y me miró de manera seria, yo correspondi la mirada mientras ladeada mi cabeza, no sabiendo el porque de esa expresión tan repentina.
—Hay muchas cosas de las cuales hablar, Leiko.
—No sé de que hablas.
Gire mi cabeza a otra parte y me levanté del suelo, justo cuando pensaba alejarme ella sujetó mi muñeca, deteniendo todo paso que yo haya pensado en dar.
—Te he estado observando todo este tiempo.
—¿Y? —Hablé con cierta brusquedad.
—Sé por todo lo que has tenido que pasar y sufrir cuando el único apoyo que tenías también comenzó a distanciarse de ti.
De un movimiento brusco libre mi brazo de su agarre y sin poder evitarlo hablé con cierto enojo al escucharla decirme eso. —¿A que quieres llegar con todo esto? Dímelo, no le encuentro sentido alguno.
Mi voz al final se escuchó más como un susurro, como la más suave y nostálgica brisa de viento. Ella soltó un suspiro y por igual se levantó del césped. Sentí su mano posarse de manera delicada en mi espalda, dando unas cortas caricias; yo apreté con dureza mis manos y mis dientes, queriendo soportar todo el huracán de sentimientos que invadía completamente mi ser.
Sin poder pensarlo por mucho tiempo y aunque yo no lo hubiera querido me giré hacía mi hermana, ella alzaba la vista para poder verme, sólo observarla así provocó que mi labio inferior comenzara a temblar. La culpa invadió mi corazón al volver aquel sentir de que yo hubiera podido hacer más, me dolía en lo más profundo del alma ver como mi querida hermana jamás logró llegar a convertirse en una adulta, teniendo que dejar atrás todos sus sueños.
No supe en que momento la sensación de llorar volvió a atacarme, con toda la fuerza de mi voluntad soporté aquella sensación para evitar lagrimear, pero eso no evitó que mis ojos se cristlizaran.
Ella me sonrió y con una de sus manos sostuvo una de las mías.
—Sabes que eso no es cierto. —Y justo ella sabía lo que rondaba por mi mente, que si yo me hubiera esforzado más podría haber hecho que su tiempo de vida hubiera sido más duradero, que si yo nunca me hubiera distanciado de ella cuando su salud empeoró pudimos haber hecho sus últimos momentos más hermosos que solitarios; para ambas.
—Lo siento tanto —No logré evitar que mis lágrimas salieran acompañadas de mis sollozos, caí de rodillas frente a ella mientras apretaba su mano con fuerza.
Ami se sentó en el césped y me jaló hasta ella, de forma que mi cabeza quedará oculta en su pecho, mi hermana con su mano libre abrazó mi cuerpo y colocó su cabeza sobre la mía.
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Nightmare. -Obito Uchiha-
Fiksi Penggemar❝Mi alma rota sigue devota a tu memoria.❞ ◆ Obito y tú. (OC) ◐ Historia narrada en algunos puntos por Obito. ◇ No copia u adaptación, historia de mi completa autoría. Los respectivos personajes pertenecen al anime "Naruto", creación de ello se est...