cap.8: mes

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Todo estaba tranquilo, cuando un Tim malhumorada llegó a la cocina.
Se notaba cansada, más se lo normal, aparte de molesta por alguna razón.
- ¿alguien no durmió bien?- cuestiono Jason con una sonrisa.
- adien ni dimio ben-  remendo molesta.
- hey somos estaba jugando- se defendió el mayor.
- jodete- le terminó diciendo para llevarse su taza de café.

Todo apreciaron como se fue, para luego mirar a Jason, quien levantó las manos en defensa.
- en mi defensa, yo solo le dije algo y se enojo- dijo rápidamente.
- ayer se estaba quejando que le dolía la panza- dijo Damián desayunado, mientras que Dick solo guardó silencio.
- también dijo que quería vomitar- dijo mirando a Bruce.
- cuando estaba con ella no se quejó de nada, pero se dobló de dolor de la nada- comentó tomando su taza de café.

Fue Alfred que miró a todos, internamente se cuestionaba quien era el mejor detective del mundo, para luego suspirar cansado.

- les recuerdo Amo Bruce, jóvenes amos- consiguió la mirada de todos- cada mes las mujeres tienen su periodo, algunas tienen lo que se conoce como cólicos, entre otras cosas- dijo mirando a todos, tomó un poco de su té, para luego hablar de forma sarcástica- pero se que eso ya deben saber, ¿no?.
- eso es imposible, Tim apenas tiene... ¿cuántos años tiene?- cuestionó Bruce mirando a sus hijos, quienes solo cuestionaban como carajo ese hombre era Batman un gran detective.
- ¿cuantos años crees que tiene?- pregunto Dick.
- catorce- dijo con duda.
- tiene dieciséis casi diecisiete, Damián es la que va tener catorce- dijo Jason mirando intrigado a Bruce.

Bruce solo se levantó de la cocina para ir a la sala, encontrándose con Tim hecho una bolita sobre el sofá mientras abrazaba su vientre.

Alfred se acercó y le dio un infusión de orégano.

La menor miró con asco la mezcla, sentía que le estaban pateando el estómago, aparte de náuseas y dolor de cabeza, podía jurar tener malditas piedras en los riñones, y en momentos quería llorar y gritar molesta maldiciendo a todo el mundo.

- señorita Tim, le pido que tome un poco esto la ayudará- dijo el mayor con calma.
- quiero vomitar- quejo la menor, tapándose la boca.
- ¡Jason trae un balde!- grito Bruce, a su hijo que salió corriendo como si su vida dependiera del balde.

Si Tim, vomito y empezó a llorar.

- en mi humilde opinión, amo Bruce tendría que llamar a algunas de las señoritas, para que ayuden a señorita Tim- dijo tranquilo el mayordomo, viendo como Dick trataba de calmar a la menor que lloraba a mares.
- no quiero que llamen a Kate, ni Babs o a Steph y Cass, y mucho menos a Harper- dijo entre sollozos y molestia, cambio de humor culero.
- okey, no tenemos muchas opciones-
dijo Jason tachando a las nombras de su lista.

Bruce solo pensó un poco, y decidió llamar a Selina, tal vez los ayude con algo.

La mujer llegó rápido cuando, escuchó las palabras emergencia.

Al llegar solo vio a una adolescente retorciéndose de dolor, una mujer joven tratando de calmarla y una preadolescente mirándola con odio.

- hola Bruce- saludo sin entender la situación.
- Sel, necesito tu ayuda con eso- dijo señalando a Tim, que parecía estar muriendo.
- ¿me pueden dar un contexto de la situación?- pido la mujer más confundida que antes.
- misión fallida, yo, Tim y Dami, nos volvimos mujeres y Bruce no entiende un maldito funcionamiento básico- se quejó Dick.

Selina solo guardo silencio, pero se acercó a Tim, preguntado si tenía una toallita sanitaria, notando la pregunta del menor en la cara.
- ¿qué clase de educación integral le dieron a estos niños?- se quejó Selina viendo a Bruce.

La mujer suspiró cansada, y le pidió a Jason que lleve a Tim, a su cuarto y que le den un ibuprofeno.
Miro a Dick y le pidió que la acompañe a comprar.

AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora