Cap.5

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Fuimos en silencio todo el camino a la universidad, solo con la música de fondo, New Home Austin Farwell una y otra vez, la verdad no me molestaba para nada me gustaba esa canción, estaba nublado y recordé la tormenta que habían anunciado en los noticieros, el otro dia. Al llegar enfrente de la biblioteca, prácticamente me lancé del jeep no quería hacer una escena como la que hizo enfrente de mi casa y menos en la universidad, creo que me vio las bragas este vestido era algo corto, pero no me importo el las había comprado ya las había visto. Fui casi corriendo directo a la biblioteca a devolver los libros, pero estaba cerrada la casilla para devolverlos.

—Mierda—susurre,  Iba a tener que pagar la restricción y probablemente no podría sacar libros otra vez de la biblioteca, me gustaba venir a la biblioteca en busca de material informativo, pero no era mi lugar favorito para leer, ya de regreso afuera llovía a mares.

Thomas estaba recostado de una columna fumándose un cigarro, se veía despreocupado cuando alzo su vista, se encontró conmigo me sonrió y lanzó lejos la la colilla de su cigarro.

Camine hacia él y me extendió su chaqueta, la tome porque la verdad si hacía frío —Gracias— dije casi titiritando, este vestido realmente no me cubría para nada del frío, me tomo desprevenida y me llevó hacia él, últimamente se había vuelto costumbre esto de abrazarme, lo único es que esta vez no me estaba desmayando y a diferencia de las otras esta vez ahora sí lo estaba disfrutando, nos quedamos así un rato hasta que escampó un poco la lluvia.

—Carreras hasta el carro, el que pierda le invita un café al otro ¿sí? — Vi su cara y parecía un niño, solté una carcajada.

—¡Bien! — dije mirándolo, iba a ganar y tendría que invitarme al café ¿que podría salir mal?

—Bien, a la cuenta de tres... Uno, dos, tres—Termino de contar y salí de la biblioteca corriendo con todas mis fuerzas, primero para no mojarme más de la cuenta y dos para ganarme ese café, cuando me voltee vi que venía muy tranquilo caminando y sonriendo deslumbrante, aunque se veía borroso por la lluvia que empezaba a ser más fuerte, mi respiración era forzada y fuerte, me había esforzado para ganarle y él simplemente dejó que yo ganara.

—Entonces ¿quieres ese café ahora o luego de que te cambies? — estaba empapado de agua y lucía hermoso—Yo que tu, dejaría de mirarme de esa forma—dijo con una sonrisa asomándose en sus labios

Me voltee intentando esconder la vergüenza que tenía, no había dejado de mirarle como idiota todo el rato, intente abrir la puerta, pero su mano alcanzó la mía y la abrió sin dejar ir mi mano, me subió al coche y cerró la puerta.

Ya ambos en el coche estilábamos el agua por doquier, me quite las zapatillas y mi pelo se soltó por el peso del agua.

—Tu cabello es muy bonito— dijo casi en un susurro apenas audible por el ruido de la lluvia—Vamos a casa para que te cambies ¿sí? — me miraba fijamente con la tranquilidad que empecé a entender que lo caracterizaba.

—¿Y mi café? — pregunte mirándolo de manera culposa, empezó a reír —Te llevaré a tomar ese café, en cuanto tengas ropa seca ¿bien? — Asentí y arrancó en camino hacia mi casa, me quedé dormida estaba exhausta, había sido un dia lleno de cosas nuevas.

—Preciosa ya llegamos a casa—me susurro en el oído, me llevaba en brazos, estábamos en la puerta de mi casa, cuando noto que ya estaba despierta me bajo, abrí la puerta y parecía que no había nadie, le dije que me esperara un momento en la sala y el asintió.

Subí a mi cuarto, me puse una camisa negra y unos jeans oscuros, juntos a unas botas, me hice una coleta corrobore en el espejo que no me veía tan mal y baje con mi mejor sonrisa, tomé unas toallas secas del closet, baje las escaleras en su búsqueda no lo vi en la sala y caminé hacia la cocina, ahí lo vi, observando el jardín trasero a través del ventanal sumido en sus pensamientos, no se percató que había llegado así que me acerque a él y le lance la toalla.

Alguna VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora