Me llevaba en brazos al coche, mientras seguía sollozando en su pecho, no quería existir, me sentía débil, llore por horas, creo, todo estaba oscuro, no se veía nada a lo lejos.Nuestro pequeño momento feliz se había arruinado por mis miedos.
—Todo va a estar bien, te lo prometo—lo dijo en un susurro que por poco no le entendía.
Este hombre había salido de lo mas profundo de las novelas de Jane Austen y Emili Brontë, era un sueño que estuviese tan dispuesto a ayudarme y darme luz, cuando yo misma no sabía en donde estaba.
Me sentía perdida dentro de mí, no encontraba salida y me estaba ahogando en mi mente.
Me subió al coche, nos observamos unos segundos y beso mi frente, nos sonreímos tristemente y recosté mi cabeza, dolía, solo quería llegar a casa a dormir, sentí como arranco el coche, pero no me moleste en abrir los ojos, sabia que a donde fuésemos estaría bien, los ojos me empezaron a pesar y me quede dormida.
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—Maddi, necesito que despiertes, tienes que darte un baño—me movían de lado a lado levemente unas manos suaves.
—Mmmm—.
—Nena por favor, no puedes dormir con esa ropa sucia— sentí sus manos sobre mi frente y cabello, sonreí por familiaridad del tacto. —Vamos Maddi, si te enfermas por mi culpa Josh me va a matar— rio bajito.
Abrí mis ojos y me topé con que estaba en la habitación de Thomas, con sus ojos cafés fijos en mí y sintiéndome más pequeña que nunca. Me senté y dirigí la mirada a mi ropa, si estaba sucia, no recuerdo que paso, tenía la camisa y los pantalones llenos de barro.
—Tuviste un mal sueño, empezaste a moverte mucho y te ensuciaste con la tierra— me explicó.
—Entiendo— ya todo tenía sentido para mí.
—Tranquila, esas manchas se quitan. Hay ropa limpia y lo que vayas a necesitar está en el baño, todo sigue en donde lo habías dejado el otro dia. —asentí quitando la mirada de mis manos, le he dado demasiados sustos y a duras penas empezamos a salir ayer.
—Bien, iré a hacer algo de comer— se levantó de la cama sin romper nuestro contacto visual.
— Gracias Thom— confesé algo apenada.
—No tienes que darme las gracias, disfruto cuidarte— besó mis labios de forma dulce y salió de la habitación.
Me dirigí al baño, esta era mi segunda vez aquí.
Encima del lavabo estaba una bolsita con cosas para que las usara solo yo y no pude evitar sonreír al ver la nota.
"Dejaras de tener miedo, siempre seré tu luz en la oscuridad pequeña"
Romántico loco, me fui a la ducha y dejé que el agua caliente corriera por mi cuerpo, necesitaba desconectar unos minutos mi mente de mi cuerpo, no pensar en nada y eso hice, me tome todo mi tiempo y al salir de la ducha ya rechinaba de limpia, me coloque el jogger con un top blanco que había en la bolsa, cepille mis dientes y amarre mi cabello en un moño alto.
Tome mi teléfono al salir del baño, lo revise y no tenia llamadas perdidas, ni mensajes. Por momentos olvido que todos tienen una vida y que yo soy quien debe de preocuparse por sí misma.
Salí de la habitación y me dirigí hacia la cocina, desde el pasillo sentía el aroma de algo, solo por el aroma sabía que estaba delicioso.
—También cocinas—dije desde el marco de la puerta riéndome, en donde estaba podía observarlo muy bien, cortaba unos vegetales a una velocidad de vértigo, por poco creí que se cortaría un dedo, pero parecía muy familiarizado con el hecho de estar en la cocina.
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Alguna Vez
RomanceSiempre que venía a este lugar no podía evitar recordarlo, en especial días con amaneceres como este, con el cielo en tonos rosas y naranjas, justamente sus favoritos... Su sonrisa, sus ojos, su cabello, simplemente su rostro me acompañaba a cualqui...