Cap.10

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—Papá, no voy a mandar esa solicitud— no quería que me hablara de esa universidad, sabia que iban a rechazarme, era mejor irme por lo seguro, estudiar leyes, trabajar con mi padre, dedicarme al negocio familiar y ser estable.

—¡Maddie! Tienes que hacerlo— soltó un bufido —Si no la envías me enojare bastante contigo—.

—¡Te vas a reventar del enojo entonces! — intente que se le pasara la rabia, pero realmente era imposible lidiar con él.

—¡Jovencita! — espeto y soltó el periódico en su mesita.

Yo estaba del otro lado de la sala, observando como se enojaba porque me quería ir por lo seguro y no quería irme a la escuela de artes, si hablábamos de padres normales, el mío no encajaba esa definición. Cualquier padre estaría feliz de que su hija piensa en su futuro y no solo en lo que "es buena" y posiblemente mil personas sean aún mejor que ella.

—No volveré a hablar del tema, no la enviare— me pare dejando la carta de invitación sobre el mueble, poniéndome de pie y dándole la espalda, cual me voltee no estaba en el sillón.

—¿Papá? —.

Nadie respondió, de pronto de todo se sintió vacío, estaba oscuro, deje de verlo y solo escuchaba el eco de voz repitiendo mi nombre en un jadeo.

—Papá no te veo ¿Dónde estás? — no podía ver, estaba tropezando con todo lo de la habitación.

Sentía como se me hundía el pecho, no podía llamarle más, me quede sin voz, la sensación de que no le volvería a ver, empecé a llorar, le buscaba, pero seguía sin poder verlo, ni llamarlo.

—Madisson—.

—¿Papá? —.

—Madisson por favor— era un hombre, pero ese no era mi papa.

—Papá no te veo, ven si enviare la solicitud solo ven—.

No quiero seguir así, alguien que me saque de aquí. No te alcanzaran si te agachas, no te alcanzaran si te agachas, no te alcanzaran si te agachas.

—Madisson por favor abre los ojos— ¿Thomas? Es Thomas, el me ayudara.

—¿Thomas? —¿Por qué lloras? ¿Dónde estoy?

—Maddison, soy yo mírame por favor, era un sueño, estoy aquí, estoy aquí— susurro en mis oídos y caí en cuenta, que seguíamos en el bosque, el sol estaba muy abajo y yo estaba temblando, cuando rompí en lágrimas.

Siempre tenía sueños con mi padre, siempre tenía pesadillas en donde le buscaba y no podía verlo, pero si escucharlo, escuchaba cómo me pedía que le ayudara y yo podía verlo, me dolía el pecho, no podía ayudarle ni siquiera en mis sueños, realmente no era buena ni siquiera en mis sueños.

Thomas solo me tenía en brazos mientras yo lloraba hasta el ultimo suspiro, estaba harta de no poder ayudarle nunca, siempre era lo mismo.





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Alguna VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora