Extendí mis extremidades bajo las sabanas, hacia un frio que te mueres, pero yo tenía una fuente de calor abrazada a mi cintura con las piernas entrelazadas a las mías, solo sentí un beso en los labios, lento, suave, algodón, eran los labios de Thomas.
—Hola preciosa—susurro en mi oído.
—Hola— dije un poco perezosa y volvió a besarme—es hora de pararse de la cama nena— besando mis mejillas, cuello y frente.
Sonreí aun sin abrir los ojos y asentí, pero volví a acurrucarme en la cama, estaba muy a gusto, como para levantarme tan pronto, me dejé llevar una vez más por lo rico el calor de Thomas y caí en los brazos de Morfeo.
Cuando volví a despertar ya eran pasadas las 11 de la mañana según el reloj, que estaba en la mesita de noche. Me levante algo perezosa de la cama y fui directo al baño, me vi desnuda en el espejo y note que tenía chupetones en el pecho
—Qué demonios— susurre.
Lo último que quisiera pensar es en que esta situación fue adrede, eran pocos, parecía como si se hubiesen hecho para que con la ropa se disimulara, pero haremos como que esto no fue a propósito. Entre a la ducha, me merecía un largo baño la verdad, lavé mi cabello y salí reluciente.
Cruce a mi habitación al otro lado del pasillo envuelta en una toalla, observé a los dos lados y no vi, ni escuché rastro de Thomas. Me puse un vestidito holgado blanco, el clima estaba fresco, junto a mis zapatillas, justo cuando iba a amarrar mi cabello recordé, su comentario, de que le gustaba mi cabello suelto y así lo dejé. No es que solo lo hiciera por complacerle, pero es solo cabello ¿no?
Fui a su estudio, no le vi, pero había ordenado ¿en qué momento lo hizo? Seguro mientras tenías el sueño de tu vida, tampoco estaba en la cocina, ni en las afueras de la casa, era extraño, siempre dejaba una nota, pero no había encontrado ninguna por acá. Escuché mi celular sonar por primera vez y fui hacia él, esperando que fuese un mensaje y así fue.
Thomas:
¨Pasado tortuoso que me llama intermitente.
Pasado tortuoso que en mis sueños no miente
Si se cierra un camino, el otro abre claramente ¨
Sonreí como colegiala de 14, camino que se abre claramente, ¿Qué quiere decir?
Thomas:
¨Caminos de blanco, caminos de luz¨
Me asome a la ventana que dejaba ver el jardín trasero, tenía un camino de graba blanca ciertamente, me encamine con un poco de miedo por él y me encontré con una bandana blanca sujetada a una rama de un árbol, seguí el camino, se desvió totalmente del camino hacia el puesto de leña que estaba del otro lado.
Fui caminando y encontrando bandanas blancas todo el camino, llevándome en medio de una vereda solo árboles, yerba alta y un montón de mariposas y mariquitas, encontrar dos caballetes con lienzos en blanco y un bote lleno de pinturas en medio con una nota en uno de los lienzos.
¨ Yo sé que eres una chica que está loca por el arte y yo un tipo al que le vuelve loco eso¨
Observe el lienzo en blanco y solo pude sonreír desde el corazón, voltee buscándole y no le encontré, me senté en el banco y mire las pinturas, realmente esta sacado de las mismísimas novelas.
Lo divise a lo lejos, con algo en las manos y una sonrisa de oreja a oreja, mi ángel.
—Hola pequeña— dijo mientras dejaba la canasta para darme un beso corto en los labios.
—Hola—le sonreí devuelta.
—Hoy tendremos una actividad distinta para ambos— me observo emocionado y ansioso, le sonreí y asentí —Bien, hoy pintaremos a nuestro antojo— asentí sin pensar mucho —Pero—oh, el pero —Seleccionaras un solo color que podrás mezclar con negro y blanco a tu antojo, pero solo un color—sonrió con algo de malicia.
—Bien—ya había practicado algo similar en la universidad en mis primeros años ¿Qué tan difícil podía ser recordarlo?
Hablamos poco, sobre temas triviales, el clima, lo linda de las mariposas, pero ninguno habló sobre lo de esta madrugada, quedo como si no hubiese pasado y la verdad si quería hablarlo, pero no sabía cómo abordarlo.
Ambos terminamos con paisajes iguales, pero con colores tan distintos, yo en tonos rojos y rosas, el en negro y grises. Tremendo contraste, pero valía la pena apreciar las distintas tonalidades en un mismo paisaje.
Comimos queso, galletas y vino en vasos desechables que había llevado Thomas en la canasta. Riéndonos de cualquier estupidez y así pasaron unas horas, siendo nosotros, sin preocuparnos de nada, solo nos nosotros y el ahora.
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Alguna Vez
RomanceSiempre que venía a este lugar no podía evitar recordarlo, en especial días con amaneceres como este, con el cielo en tonos rosas y naranjas, justamente sus favoritos... Su sonrisa, sus ojos, su cabello, simplemente su rostro me acompañaba a cualqui...