Accidente

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—Madisson súbete al coche, ahora— estaba gritándome en medio de toda esta gente.

—No, cálmate viejo — ¿Por qué gritaba tan alto? — ¿Qué te sucede? solo es un poco de yerba— que cascarrabias por un poco de diversión, no he lastimado a nadie. 

—Suficiente de chistes Madisson, nos vamos ahora— me agarro por un brazo y literalmente me arrastro por todo el jardín de la casa de Gio, no tenía equilibrio, ni fuerzas para ponerle resistencia a mi padre, era de hierro a pesar de estar en sus 50.

—¡SUÉLTAME YA! —intente soltarme de su agarre, pero solo me apretó más fuerte, lastimando mi brazo de paso. Llegamos a la puerta de la camioneta, prácticamente me lanzo dentro y cerró la puerta de un portazo en mi cara.

—Te vas a alejar de mi hija, si no te las quieres ver conmigo— solo escuché eso al abrir la puerta para vomitar.

—Te vas a dejar mangonear de tu padre de esa forma— solo escuchaba gritos, todo giraba demasiado rápido a mi alrededor. —Por favor, Maddie—.

—Si te acercas otro paso, te voy a reventar la cara—era mi padre amenazando a Gio, quería largarme de ahí, me gire dentro del auto, cerrando la puerta conmigo.

—Madisson— me llamo algo enojado y hamaqueándome en mi asiento —¿Qué fumaste? — espetó.

—¿Te vas a pasar el resto de tus días diciéndome que hacer? — balbucee.

—Maddi—

—Ya soy mayor de edad— grite —Siempre diciéndome que hacer y que no, déjame tranquila—

—Solo quiero lo mejor para tí— dijo sin ningún tono en particular, pero en su frente se marcaba esa vena que se le alteraba cada que se enojaba.

—Lo mejor sería que me dejaras en paz, para siempre— susurre.

Me quede callada un momento, me sentía realmente mal.

—Siempre aléjate de Gio, como si tuvieses razón en todo — me burle.

—Deja de hablarme en ese tono, estas hasta las pestañas de drogas— tenía razón — ¿Te obligó a drogarte? — entrecerró los ojos, como si calculara algo.

—¡Nop! — reí—Ya estoy grandecita para decidir sola, ¿no crees papá? — reí.

—No, no lo creo—nuestras miradas se cruzaron unos instantes y la decepción en sus ojos fue insoportable, aun drogada podía ver que está decepcionado de mí, tuve que retirarla.

—¡Papá cuidado! — Grite.

Un sonido.

Un golpe.

Giros.

No hay gravedad.

Golpe, se rompe el cristal.

Golpe, no veo nada.

Golpe, algo se rompe.

Me pitan los oídos.

El sabor metálico en mi boca.

—¿Maddie? —

—Papá—

—Te amo—

¿Papá?

Te amo.

Todo es oscuridad.





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Para mi luz en la oscuridad. D.

¡¡GENTE SOMOS 900 YAAA!! Wow, muchísimas gracias por seguir leyéndome, no saben lo mucho que se los agradezco.

Quiero aclarar que iré corrigiendo las faltas, más adelante y por favor, ténganme paciencia, dudo mucho de escribir.

Gracias a Dark por no soltarme mientras escribo, te adoro cerecita.

Alguna VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora