Cap.2

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Maeve's POV

Jugar con los chicos resulto mucho mas divertido de lo que me había imaginado, si bien yeah-yeah rodaba los ojos cada vez que lograba atrapar la pelota, Scotty levantaba sus pulgares e incluso Benny me dio unas palmaditas en la espalda.

Y decían que las niñas no podían jugar al baseball.

La rodilla comenzaba a molestarme y agradecí a los cielos cuando Benny decidió que era hora de irnos.

Me causo cierta gracia como todos nos veiamos exhaustos y derrotados mientras que Benny se veía como si aún pudiera seguir jugando toda la noche.

-Voy a acompañarte- me dijo cuando había comenzado a caminar.

-No es necesario- le asegure, pero aún asi terminamos caminando juntos en dirección a mi casa.

Nadie hablo por unas cuantas cuadras hasta que Benny decidió romper el silencio.
-Jugaste muy bien en el campo- Sonreí ante sus palabras

-Gracias, fue muy divertido, aún no supero la cara de De nuñez cuando pude batear la pelota-.

Benny negó con la cabeza mientras reía suavemente pero pronto se detuvo.

-Estas sangrando- le miré confundida.
-No es verdad- miré mis piernas y en efecto mi rodilla derecha estaba sangrando.

-Estoy sangrando- le dije a Benny.
El chico rapidamente me paso un brazo por el cuello y otro por las piernas -¡Puedo caminar!-.

-Yo sé que puedes pero si te lastimas más, mañana no podras ir al campo-.

Sonreí mientras me aferraba mas a el
-¿eso significa que me dejaran jugar siempre?-.

-discutiremos eso luego, ahora déjame llevarte a casa-.

Cuando mamá abrió la puerta de la casa, sólo suspiro antes de dejarnos pasar, Benny me dejo en el sofá y se giró rapidamente hacia mi madre.

-Lo siento tanto Señora Higgins, no debí de dejar jugar a Maeve-. Mamá le acarició el pelo dulcemente.

-Yo se que no es tu culpa , Maeve sabía que no podía correr. Gracias por traerla, cariño.-

-Benny- le llamé -Gracias por acompañarme a casa- me sonrió antes de salir de mi sala de estar.

Benny's POV

Maeve Higgins era la chica de oro de la ciudad, era la primera en todos los eventos escolares, era parte de las niñas exploradoras y todos los adultos, incluidos mis padres parecían adorarla.

Es por eso que cuando su familia tuvo un accidente de carretera, le dolió a todos.
Maeve pasó mucho tiempo en el hospital, se hizo una recaudación de fondos e incluso nuestra maestra nos pidió hacerle una tarjeta para enviarsela al hospital.

Yo no la conocía lo suficiente, asi que nunca envíe mi tarjeta.

Cuando le dieron el alta el vecindario  entero le dio la bienvenida pero apartaban la mirada rapidamente cuando veían que Maeve ya no era la misma chica.

El accidente le dejo un precio caro por pagar.

Maeve tenía trece años cuando tuvieron que amputarle su pierna derecha, justo por debajo de la rodilla.

-¿Estás bien Benny-man?- la voz de Squints me sacó de mis pensamientos
-Si, estaba pensando en Maeve-.

-¿sabes algo de ella, Benny? Pensé que vendría- dijo Smalls acomodandose su gorra.

-Escuchen, esa niña significa problemas, lo admito puede jugar pero lo de ayer fue solo por lástima ¿entendido?- rodé los ojos ante las palabras de yeah-yeah.

-Es amable y puede jugar, no tiene nada de malo- se defendió Smalls.

-¿soy el único que lo ve? ¡Solo tiene una maldita pierna!-.

Lancé el bat, dando media vuelta, listo para irme del campo. No estaba de humos para aguantar a ese idiota.

Me debati entre tocar o no la puerta de la casa que tenía en frente, estaba por dar media vuelta cuando la puerta se abrió frente a mi nariz.

-¡Benny! ¿Que haces aqui?- la Señora Higgins me sonrió amablemente.

-venía a ver si Maeve se encontraba, umm bien-.
-Pasa, le avisaré que estas aquí-.

Después de unos minutos, me indicó cual era su habitación.

-Hola-. Meave me sonrió desde su cama invitandome a pasar

-¿Te gustan?- me dijo señalando las tarjetas de baseball que tenía en su pared, asentí rapidamente con una sonrisa.

-Puedes tomar la que quieras- me aseguró aún sentada en su cama. Negué rapidamente, esas tarjetas valían una fortuna.

-Anda, insisto. Desde hace unos meses he decidido dejar de depender de las cosas materiales- Maeve soltó una risita mientras intentaba ponerse de pie.

-¿Duele?- le pregunté cuando se puso a mi lado.

-Ya no tanto, la prótesis me sacó una ampolla. Pero es completamente normal- me explicó -Es por eso que estaba sangrando, toma tiempo acostumbrarte al material-.

-Siento escuchar eso- le dije apoyando mi mano en su hombro, pero a ella no parecía importarle en lo absoluto, pues rapidamente cambio de tema.

-¿Que quieres hacer cuando seas mayor?- me preguntó sentandose en su escritorio.

-Quiero jugar baseball- le contesté inmediatamente -¿Que hay de ti?-

Maeve me sonrió, apartando su mirada al techo, que estaba repleto de estrellas que brillaban en la noche -Yo quiero ir al espacio-.

Esa fue la primera vez que entendí que Maeve no era como ninguna otra persona que hubiese conocido antes.

Serendipity ✔(Benny Rodríguez) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora