Descubriendome "El regreso" 2° Terminada

Capítulo 44

Entro al coche y comienzo a llorar, los nervios me están jugando una mala pasada y no puedo detener el llanto, el ver que esa parte que llevaba escondida durante un tiempo ahora sale a la luz, me pone tensa, choco mis puños contra el volante (No sé que mas puedo esperar de mi familia) termino de sacar mi furia y pongo mi cabeza sobre la manivela y trato de tranquilizarme, no puedo perder la cabeza es cuando mas calculadora tengo mucho por hacer, no puedo dejar que esas personas que me quieren dañar se salgan con la suya.

Pasan los minutos y me siento mas tranquila, no sé en que momento comenzó a llover fuerte por lo que decido irme a casa, coloco la llave y el escuchar como enciende hago miro a los lados para salir del estacionamiento, pero mi mirada choca con la de Sebastián la cuál se encuentra vacía pero sus ojos están rojos eh hinchados de llorar, apago el coche y abro la puerta del coche (Creo que la conversación no ah terminado) la lluvia comienza a caer por mi rostro, mis ojos arden y supongo que me veo algo parecida a Sebas.

-Yo... necesito hablar contigo, te lo su... -su voz se corta y no puede terminar la frase - Te lo suplico Ariadna -no sé cual de los dos terminó mas destruido emocionalmente, pero sé que lo tengo que hacer para no crear un caos donde no tengo armas que usar por el momento.

-Está bien, sé que es lo que me vas a decir y estoy dispuesta aceptar que los conozcas, pero creo que hoy no es el momento, mírate y mírame -en sus ojos veo emoción y un destello de esperanza, mi corazón se acelera por saber que sucederá con mis angelitos.

-Necesito saber sus gustos, quiero conocerlos, te pido por favor vamos hablar algún lado, deseo saber mas de ellos - le agradezco a Dios que este lloviendo, así mis lagrimas se mezclan con el agua, afirmo con mi cabeza y lo veo mirando para todos los lados, esperando ver algún lugar en donde podamos hablar tranquilamente, pero los dos nos encontramos mojados y no creo que ir a tomar algo sea la mejor opción.

-Tengo una idea, déjame hacer una llamada vale -corro al coche, al entrar busco el celular y llamo a la casa para ver si todo está bien.

-Pequeña por Dios, me tienes asustado, no paro de llamarte, salí corriendo a buscarte pero pensé que te habías venido ¿Dónde estas? ¿Te encuentras bien?

-Si Edward estoy bien, necesito hacerte una pregunta ¿Mis hijos están despiertos? -escucho a Estefy pelear por quererle quitar el teléfono.

-Diablos mujer déjame en paz, estoy hablando con ella y está bien, necesito responderle una pregunta con urgencia y no me dejas -ruedo los ojos al imaginar como se deben de encontrar en estos momentos -Al fin, ahora sí ¿En que estábamos? Ya me acordé, los pequeños demonios están mas que dormidos, no pasa nada puedes venir ¿Puedes manejar? ¿Quieres que vaya por ti?

-NO! Estoy bien, de hecho Sebastián va conmigo para la casa

-Qué?

-Después les cuento -corto la llamada, y Sebas se encuentra en la misma posición con mirada de miedo, parece un cachorro lastimado.

-SUBETE AL COCHE ANDA -su expresión de asombro se extiende por su rostro, cierro la puerta del piloto y arranco el coche, viene corriendo y entra al carro sin esperar a que coloque algo en el asiento.

El trayecto hasta la casa es de completo silencio, ninguno de los dos decide decir algo por miedo a joder la paz que tratamos de mantener, comienza hacer frío así que pongo la calefacción para entrar un poco en calor, los minutos pasan y siento que este es el viaje mas largo que he hecho desde que llegué, pienso por un momento si me desvié, pero a una cuadra veo el portón y sé que no estaba tan perdida, siento nauseas y mis nervios se disparan por todo mi cuerpo (como sigas así vas a ir a dar al hospital de nuevo) sonrío por mis pensamientos absurdos, aparco frente a casa y bajó corriendo abro la puerta y al girar, el padre de mis hijos no se ah bajado de carro y se encuentra mirando a la nada, me acerco a su ventana y la golpeo, brinca y me mira con nervios y le hago señas para que salga (para nada corrí hace unos segundos) me alejo y escucho que se abre su puerta, al escuchar el golpe de esta, toco el control para cerrarlo, antes de entrar me agarra la mano y me gira hacia donde el, mi pie resbala y me sostengo de sus brazos, quedando a una distancia algo mínima.