Capítulo 45

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-Ariadna ¿Te encuentras bien? -estoy en un shock absoluto no puedo creer lo que acabo de escuchar, se encuentra arrodillado frente a mi y en su rostro veo preocupación.

-Necesito que repitas lo que acabas de decir -levanta su ceja derecha y me mira con incertidumbre.

-Sabes que dije muchas cosas, trata de ser un poco mas específica por favor

-Lo del club -siento calor por todo mi cuerpo, mis manos comienzan a sudar, cierra sus ojos y suelta una fuerte exhalación.

- Pensé que me habías reconocido, pero me queda claro que no es así, tenemos mucho de qué hablar pero creo que no es el momento ni el lugar -se levanta y yo solo puedo pensar en lo que sucedió esa noche, cierro mis ojos al saber la enorme explicación que tendré que dar.

-Tienes razón, lo mejor será que dejemos esto hasta aquí -me levanto y sin medir el espacio quedamos muy juntos el uno del otro, en sus ojos logro descifrar emoción.

-Solo puedo decir que me alegra saber que no estas enamorada de tu actual esposo -lo miro directamente a los ojos y siento como se ruborizan mis mejillas, miro hacia la izquierda y me separo un poco de Sebastián.

-No sé que quieres decir con eso, pero te lo repito será mejor que dejemos esto hasta acá - me encamino a la puerta pero de un momento a otro me encuentro entre esta y el cuerpo fornido de Sebastián, mis manos se encuentran pegadas en la pared.

-Créeme que esto lo tenemos que hablar, no hay una noche en la que no piense y recuerde como fue tenerte esa noche y de lo bien que se sintió poder saborear tu piel -en estos momentos la calor que siento es horrible, cierro los ojos y con la cordura que poseo lo enfrento quedando a escasos centímetros.

-Pues yo no recuerdo absolutamente nada, creo que quedó claro que sucedió en una noche y no estaba en mis cinco sentidos -trago el nudo que tengo en la garganta -Si eso es todo lo que tienes para decir te pido que me des espacio de esa manera te podrás ir, aparte estoy en la casa con mi esposo -veo su sonrisa de superioridad y mis nervios aumenta (Se ve jodidamente caliente ¿Pasará algo si me lo vuelvo a comer?) sacudo la cabeza para quitar esos pensamientos que lo único que logran es que la electricidad vaya en aumento, Sebastián pasa su mano por mis labios y siento que las rodillas me van a flaquear, se acerca para darme un beso y cierro mis ojos esperando deseosa el contacto de nuestros labios, borrando por completo en donde estamos y con quienes.

-Está bien -abro mis ojos y veo una sonrisa triunfal en sus labios, maldigo en mis adentros (¿Qué demonios estás haciendo Ariadna?) lo empujo y le abro la puerta, siento demasiada irá por lo que ni siquiera lo miro -¿ Acaso te molestó el que no te besará? -lo miró no puedo gesticular palabra alguna, solo le señalo la salida, sonríe de manera despreocupada y antes de salir me cierra un ojo y se marcha sin decir nada mas.

Cierro las puerta sintiéndome una completa idiota, tengo demasiadas cosas en las que tengo que pensar, no puedo creer que estuve a punto de besarlo donde se supone que vivo con mi actual esposo, escucho risas y abro mis ojos rápidamente, encontrándome a mis dos mejores amigos riéndose de mi, comienzo a caminar a la sala ignorándolos por completo, necesito recoger las cosas que quebré.

-Y ¿Cómo estuvo la charla pequeña? -escucho su voz de burla y me dan ganas de darle una pata para que no pueda reproducirse.

-Vamos Ari nos tienes que contar, nosotros vimos algo pero creo que hay mas -me detengo de golpe y los fulmino con la mirada.

-Nada sucedió, así que dejen de pasar películas en su mente -busco la escoba y una pala para juntar los pedazos de vidrio que se encuentran esparcidos por todo el suelo de la sala.

Descubriendome "El regreso"  2° TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora