Capitulo 30

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De camino a casas solo podía pensar en una cosa y era en pasarla bien, necesitaba de todo corazón olvidar mis problemas y centrarme en mi al menos por esta noche, el camino al hotel se hizo demasiado corto creo que los nervios están pasando factura, entro sin mirar a nadie sé de sobra que mas de un reportero debe de estar merodeando las instalaciones pero me tiene sin cuidado.

-Buenas noches señorita Ariadna

-Buenas noches -camino en dirección al elevador, no tengo ánimos de conversar no por el momento, al entrar al elevador marco el piso numero doce, antes de que las puertas se cierren cierro mis ojos esperando poder estar sola, pero al parecer las cosas no siempre salen como uno espera.

A mis fosas nasales llega un delicioso olor a vainilla asi que decido abrir solamente un ojo y vaya sorpresa me llevo, una espalda tremendamente bien trabajada, no es que este sin camisa desgraciadamente, la ropa que lleva le queda algo ajustada (menudo cuerpo se maneja este angelical hombre) las puertas del ascensor se abren y sin mas se va, las puertas se cierran no me dejan seguir contemplando esos maravillosos y redondeados glúteos.

Las puertas se abren y comienzo a caminar siento algo de cansancio en mi cuerpo lo que me hace dudar un poco en si quiero ir de fiesta o mejor hago mi propia fiesta viendo películas y esas cosas que por lo general hacemos las mamas cuando no encontramos mas felicidad que la de estar con nuestros hijos, abro la puerta y camino hacia la sala necesito sentarme en pensar en lo que haré, pero al parecer alguien ya sabia lo que tenia que hacer, un hermoso vestido negro se encuentra en uno de los sillones, es algo corto a decir verdad y se ajustaría a mis caderas, arriba viene en forma de corazón enzima tiene una pequeña nota.

Como sabia que dudarías en ir y pondrías mas de mil pretextos decidí

ayudarte un poco y me adelante en comprarte lo que usaras esta noche,

sal a divertirte, yo ayude con el vestido pero lo que pase después será tu decisión.

Atte: tu angel de la guarda.

Al parecer ahora no tendré escapatoria, agarro el vestido y me encamino al cuarto antes que nada necesito darme una ducha para refrescar un poco mi cuerpo, pongo el vestido sobre la cama busco unos zapatos rojos de tacón, entro a la ducha y comienzo a quitarme toda la ropa que llevo, al entrar abro la llave para que el agua comience a descender por mi cuerpo cierro los ojos dejándome llevar por la agradable sensación que tengo a sentir las gotas de agua rodar por todo mi cuerpo.

Salgo del baño con una toalla enredada en mi cuerpo miro el reloj y son las ocho y media de la noche (¿Pero cuanto tiempo estuve en el baño) miro mis dedos y se encuentran algo arrugados ( ¡Joder! Ahora si jodí el vestido) me coloco una tanga de encaje color negro, el brasier es del mismo color y de encaje, pongo un poco de crema en mi cuerpo y comienzo a vestirme, al terminar me dirijo al espejo y me veo y siento sexy, camino a la mesa en donde tengo mi maquillaje y decido ponerme pocas cosas en mi rostro, algo para mis pestañas, cejas, un poco de base y un labial rojo, mi pelo va suelto y lacio, decido ponerme unos aretes rojos al igual que la cartera que escogí.

Salgo del cuarto con rumbo a la sala y salir de una buena vez del departamento si me quedo mas tiempo me quedaré aquí, mis tacones suenan por el lugar y tomo un fuerte suspiro antes de abrir la puerta y comenzar con mi loca noche, no se como debería de sentirme en realidad, la ansiedad y los nervios pueden conmigo en este momento, todo mi cuerpo reacciona con algo de adrenalina por la ansiedad de dejarme llevar por alguna locura (Como dice mi querida amiga solo vivimos una vez) llego al lobby y veo que hay varios reporteros (Definitivamente no me joderán la noche)

Descubriendome "El regreso"  2° TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora