6. My inner self.

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"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte."

-Leonardo Da Vinci.

Elodie MacQuoid.

18 de octubre de 2018, Alaska.

Cuando he avanzado un par de calles los recuerdos llegan a mi mente como una película que es reproducida con demasiada velocidad logrando aturdirme gracias a que me encuentro justo frente a la casa de Emilia.

No puedo evitar pensar en todo. La manera en la que Dewey y ella estaban juntos, lo que vivimos nosotras durante nuestra infancia hasta que fue su hora de descansar de todo.

Lo que hace que esos recuerdos inunden mi mente no es porque yo me encuentre frente al lugar que guarda tantas sonrisas, triunfos y desgracias que pasamos juntas sino que a lo lejos puedo ver a la señora Relish, mamá de Emilia, acompañada de un par de policías.

Trato de acercarme lo más que puedo con la intención de escuchar algo de lo que hablan. Aquellos oficiales se encuentran junto al auto en el que han llegado, uno de ellos portando en una de sus manos una libreta para utilizar su mano libre para hacer anotaciones de lo que habla la señora Relish mientras que el otro simplemente se dedica a realizar preguntas las cuales me es imposible entender.

Trato de leer los labios de las personas que se encuentran hablando pero es una tarea imposible debido a la posición tan lejana en la que me encuentro.

Como lo dije hace bastante tiempo, el caso de Emilia Relish fue reportado hace varios meses pero al no obtener nada de la investigación que se impartió y no encontrar marcas de forcejeo o algo que llevara a deducir que fue un homicidio se concluyó que había sido un suicidio.

Yo jamás creí eso, yo la conocía mejor que la palma de mi mano y sabía que ella no haría algo así, alguien tuvo que hacerle daño de una u otra manera. Yo lo sabía.

Aunque me negué a aceptar aquella respuesta de los oficiales no podía argumentar mi teoría ya que el cuerpo de Emilia fue encontrado con marcas en el cuello. Se dijo que la chica tenía problemas y por esa razón había tomado la opción más fácil.

Su cuerpo estaba colgado de un gancho que se encontraba en el techo de su habitación, la imagen fue horrible pues yo fui quien ingreso a la habitación primero siendo la persona que notificara a su madre lo ocurrido.

Me pareció realmente triste ver como su madre sufría al saber que su pequeña ya no volvería a abrir los ojos o sonreír por las cosas más simples, no imagino lo duro que debió ser para la señora Relish perder a la única hija que tenía y aun peor no saber que es lo que la orilló a tomar esa decisión.

Ese día pude ver como sus ojos reflejaban el dolor y la culpa que sentía al haber fallado como madre y aunque su esposo el señor Anthonyson le recordaba una y otra vez que ella no era la culpable y trataba de reconfortarla ella se aferraba al cuerpo inerte de su hija impidiendo que los oficiales hicieran su trabajo.

Tuvieron que usar fuerza para poder separarla de su único amor, no tuvo oportunidad de recordarle por última vez cuanto la amaba. Le arrebataron el derecho de tomar su duelo porque enseguida la policía no tardo en empezar las investigaciones, preguntas y los demás protocolos los cuales yo desconozco.

Fue una imagen desgarradora que hasta la fecha me duele recordar.

El sufrimiento de alguien externo me parecía lo más triste. La forma en la que su dolor es expulsado teniendo la capacidad de penetrarse en la piel de alguien más lo consideraba desgarrador a la vez que increíble, la manera en la que puede hacer sentir que cada parte de esa persona se desmorona.

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