16. Grim intentions.

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"Puedo asegurarles que mis necesidades personales como individuo se satisfacen cuando tengo buenos libros, buena música y buenos amigos".

-Hannah Arendt.

Dewey Dankworth.

23 de octubre de 2018, Alaska.

Silencio. ¿Han oído esa palabra?

Bueno, eso es lo más común en mi vida. "Guarda silencio" es lo que siempre decía mamá cuando traía hombres a la casa, decía que siempre era mejor no decir nada y que no fuera un estorbo para nadie. Lo hice por un tiempo pero creo que gracias a eso nació mi amor por la escritura.

No podía hablar con nadie y mucho menos hablar solo porque mi madre siempre decía que era muy ruidoso así que a lo largo de mi vida aprendí a hacer todo con el mayor cuidado posible porque si llegaba a molestar a mi madre cuando no podía levantarse de lo drogada que estaba me encerraba en mi habitación solo y con una oscuridad tan impresionante y profunda que me parecía extraño siquiera poder ver mi sombra en algún momento.

A falta de voz nacen las letras, los escritos y los versos con sabor a dolor.

Eso lo tenía muy claro en la vida porque siempre fueron mi salvación de toda la mierda. Cuando no podía hablar o estaba castigado no me molestaba la oscuridad ni siquiera el hecho de estar solo, lo que me aterraba era lo que pasaba cuando me encontraba en esa situación.

Una vocecilla nació de mi cabeza y claro que no tengo ninguna enfermedad mental. No se alarmen.

Era una especie de subconsciente, cuando las luces se apagaban los pensamientos fluían y es como si una persona tan distinta a la que estaba acostumbrado a ser tomara prestado mi cuerpo para poder soltar sus penas. Pero curiosamente un extraño líquido transparente salía de mis ojos.

Cuando eso pasaba mi pecho dolía y la ansiedad me carcomía. Solo quería escribir tan rápido como mis pensamientos fluían pero no podía y estaba en una carrera interna porque no podía controlar los pensamientos en los que ni siquiera tenía que hacer un estúpido esfuerzo para saber que escribir.

Era como si la otra persona que controlaba mi cuerpo estuviera seguro de lo que venía a hacer y a expresar que lo hacía con una precisión impresionante y tan rápida. Sin dudar. Solo escribir y escribir.

No sé la manera de como describir el sentimiento pero cuando estaba consciente de que esa parte de mi había vuelto solo podía ver hojas y hojas llenas de tinta.

Si soy honesto...después de escribir me acurrucaba en un rincón dentro de toda aquella oscuridad y lloriqueaba hasta que mamá decidía dejarme ver la luz del día después de mucho tiempo. Siempre creí que mamá no era mala, solo...me gustaba pensar que tenía muchas cosas que hacer y quizá cuando me dejara salir de aquel aterrador sitio me llevaría a comer mi comida favorita.

Hamburguesas.

Siempre había un brillo de esperanza en mis ojos cada que ella abría la puerta pero nunca pude tener eso.

Era extraño...porque en el día, solo me sentía ¿normal? No había ningún sentimiento que desbordara de mi pero en cuanto pegaba la noche o mi lado oscuro me dominada y todas esas letras hacían lo suyo...no era consciente de que sentía lo que escribía hasta que lo releía después de días y es que me aterraba lo triste que era leer esas palabras y me deprimía saber que esa tristeza salía de mí.

Lo llamaba lado oscuro desde pequeño porque era una parte de mí que solo expresaba mierdas negativas.

Era un noventa por ciento mi lado oscuro y el otro diez tenía la esperanza de que mamá cambiara por mí. ¿Han oído eso de que los padres hacen todos por sus hijos? ¿Si? Bueno pues les han mentido en la cara todos estos años porque mi madre siempre se regocijo en mi dolor.

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