7. The begining of everything.

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"Que ligero parece el corazón, y a la vez, que cosa tan pesada".

-Patti Smith Robin Macmillan.

Elodie MacQuoid.

19 de octubre de 2018, Alaska.

Cuando despierto en medio de la madrugada no entiendo lo que ha pasado las últimas veinticuatro horas.

Me doy cuenta que me encuentro fuera de su habitación. En el piso frente a la puerta que divide lo cuerpos de mis padres que seguramente están descansando con el mío, tirado y totalmente cansado.

Miro en dirección a una de las paredes de la casa con la intención de observar el reloj que cuelga de ella y me sorprendo al ver que pasan de las cuatro de la madrugada. Me entristece saber que he pasado un día entero fuera de esta puerta que por ningún motivo ha sido abierta.

Me levanto luchando contra todo el dolor que me provocan mis heridas recientes y mi propio peso. Estoy totalmente cansada y no solo por la posición tan incómoda en la que desperté sino porque sé que he llorado la mayoría del día anterior y eso hace que mi cuerpo se sienta sin energía.

¿Cómo es que mis padres no han abandonado esa habitación?

¿De verdad lo preguntas?

Camino lentamente hacia mi habitación y me dispongo a descansar las pocas horas que me quedan antes de tener que alistarme para asistir a la escuela pero en un colchón digno y tratando de olvidar un poco el huracán de emociones que crece en mí pecho.

Me siento como la niña pequeña que era hace unos años intentando escapar de lo que me atormentaba durmiendo la mayoría del día pero eso cambio cuando esa opción ya no era apta para mí ya que todos esos recuerdos siempre me alcanzaban de alguna u otra manera pues en mis horas de descanso no podía dejar de soñar todas mis malas vivencias.

Difícil, ¿no? Pero recuerda que no eres la única con el mismo problema.

Es cierto, yo no soy especial por eso.

Dure noches levantándome en la madrugada lloriqueando porque las emociones explotaban durante esas horas y suplicando a quien sea que me escuchara que por favor me dejara una escapatoria.

Dormir ya tampoco era mi lugar seguro.

¿Entonces que me quedaba? Necesitaba encontrar una salida. Por ese motivo nació mi amor por los libros y sobre todo la poesía, la fascinación al arte y la admiración por la naturaleza.

La manera en la que me podía sumergir en la historia de un libro como si fuese mi propia piel, las enseñanzas que me dejaban grabadas cada dialogo, tener a nuevos personajes a quienes admirar pues aunque no fueran reales sus vivencias y la forma en la que enfrentaban cada una era admirable, el amor a cada uno de ellos y el vacío que dejaba cada libro en mi pecho al cerrar su tapa.

También debo mencionar que el arte es actualmente mi escapatoria pues sé que debo tener la valentía de tomar un lápiz y dejar expresar mis sentimientos.

Quien diría que todo eso me traería a este momento de mi vida y que por esa razón Dewey Dankworth apareció en mi camino. Un chico lleno de experiencias que provocan perderte en él, en la seguridad y sabiduría de sus palabras.

Pero también es la persona que de alguna manera se relaciona con mi mejor amiga muerta.

Es verdad, ¿no teníamos algo pendiente?

Sí, claro que lo sabía. Investigar a Dankworth.

De alguna manera necesitaba saber su relación o el motivo por el que terminaron y no es que quisiera esa información por mi sino que aún tengo muy en claro que su muerte no fue un accidente y supongo que el también será interrogado por los oficiales en algún momento.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora