Capitulo 4

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POV Bella:

Estaba viendo Titanic, profundamente no me sentía atraída hacia la idea de observar cómo las personas morían debido al frío justificando la trama de una película romántica/trágica. ¿No era suficiente con saber qué eso sucedió en la vida real?

El microondas sonó, indicando que las palomitas de maíz estaban listas, me levanté de un brinco y corrí hacia la cocina. Luego de servirlas en un tazón, volví a la sala para seguir presenciando la masacre frente a mí, mi celular cobró vida justo a mí lado.

-¿Diga?-Dije llevando un puñado de palomitas a mi boca.

-¿Bella? Soy Alice-Chilló la voz de la castaña al otro lado del parlante-Te llamaba para terminar de ajustar los detalles del baby shower de Rosalie.

-Oh, claro-Dije limpiando la mantequilla de mis manos en unos de los cojines del sofá, al ver que quedaba una mancha, lo voltee-Es el sabado, ¿Verdad?

-Correcto-Afirmó Alice con voz cantarina-Será en casa de los Cullen, Esme ofrecio su casa para realizar el evento. Yo llegaré antes de lo previsto para decorar la casa, y supervisar.

-¿Qué necesitas que haga?-Dije tomando otro puñado de palomitas.

-Necesito que distraigas a Rosalie toda la mañana, por lo que escuché está algo preocupada por la ropa del bebé-Suspiró, escuché unos gritos de fondo-¡Emmett, cállate!

-¿Estás con Emmett?-Pregunté divertida.

-Sí, y sinceramente no comprendo cómo Rosalie lo soporta-Se escucharon los quejidos del que supuese era Emmett, unos murmullos comenzaron a sonar. Luego escuché una respiración agitada.

-¿Bella?

-¿Emmett?-Dije sorprendida.

-El mismo baby.

-¿Qué le hiciste a Alice?

-La encerré en el baño-Solté una risotada, y luego escuché los chillidos de mi amiga.

-Parece un gato embarazado.

-¿Por qué embarazado?

Luego de una larga explicación, sobre porque Alice se asemeja a un gato embarazado. Terminamos de planificar unas cosas del baby shower, colgué antes de escuchar a Nessie corriendo por las escaleras.

-¿Hiciste palomitas y no me dijiste?-Tragué sonoramente, y luego voltee hacia otro sitio, y al volver a mirarla me señalé incrédula.

-Son alucinaciones tuyas.

POV Edward:

Tenía más de media hora intentando entender porque había un descontrol tan alto en las cifras de las ultimas semanas en la empresa, cuando escuche un alboroto en el baño de la primera planta. Salí de él despacho y caminé por el largo pasillo hasta llegar al baño.

-¡SÁCAME DE AQUÍ CULLEN!-Exigió una voz chillona al otro lado de la puerta.

-No hasta que digas que mi trasero no es gordo-Dijo mi hermano arrecostado contra la puerta.

-¿Divirtiendote hermanito?-Dije enarcando una ceja.

-Sabes que mi sueño nunca cumplido, siempre fué tener una hermana menor para molestarla.

-Igual qué el mío-Sonreí ampliamente.

-¡TIENES CINCO SEGUNDOS PARA SACARME DE AQUÍ-Volvió a chillar la chica.

-¡Sabes las condiciones minion!-Respondió mi hermano, no pude evitar reír ante el apodo que utilizó.

-De acuerdo, tú trasero no es gordo...

-¿Vez lo fácil que es?-Emmett, abrió la puerta del baño y la dejó salir. Observé a la castaña sonriendo.

-¿Sabes algo Emmett?-Dijo la chica, cuyo nombre creo que es Alice.

-Dime querida Alice.

-¡ERES TAN TABLA QUE NADIE VOLTEA A MIRARTE DOS VECES!-Alice corrió por el pasillo hasta pederse por el pasillo.

-Está buscando su propia muerte, esa enana-Reí ante su comentario.

-Oye, brother-Dije palmenado su hombro-¿Vino la otra chica?

-¿Bella?-Preguntó enarcando una ceja, asentí una vez-No, ella está cuidando a su hermana.

-Oh, claro.

-¿Por qué?-Preguntó con voz cantarina.

-Nada.

-¿A mi hermanito lo cautivo Bella?-Me empujó jugueteonamente, a lo que respondí golpeando su brazo.

-Cállate un rato-Caminé hacia mi habitacion, ignorando sus comentarios sarcasticos.

—¿Te flechó? —Gritó a mis espaldas. Me dedetuve en seco, suspire pesadamente y observé su mirada seria.

—No.

Corrí para ocultarme en la comodidad de mi habitación.

—¿Me flechó?—Pregunte un susurro a la soledad de mi habitación.

Todo tenía un sentido lógico. No podía dejar de pensar en ella, ya que era una de las mejores amigas de mi cuñada. No podía dejar de pensar en sus ojos chocolates, tan intensos y atrapantes como hipnotizantes. En su sedoso cabello, que olía a fresas, y que usaba para esconderse cuándo se sentía incómoda. La forma en la que se sonroja, y sonríe al suelo. Su voz, su sonrisa, su nariz. Todo de ella era la causa de mi insomnio, y me gustaba.

Ella me flechó, y ni siquiera lo sabía.


Hasta acá el capitulo criaturitas del señor. Espero les haya gustado.

Dejen sus comentarios abajo bellezas 7u7.

Esposa por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora