Esposa por conveniencia

Capitulo 18

—Hasta que te dignas a aparecer— dijo Alice con una mueca de reproche al verme entrar. — ¿Te cansaste ya de jugar a la chica rica?

— ¿Realmente quieres que las cosas sean así? —pregunté algo cansada.

Ha pasado una semana desde el anuncio de mi compromiso. Había decidido contarle absolutamente todo a Nessie, no pudimos evitar el hecho de ella se sintiera responsable de la situación, pero al explicarle que uno de los principales motivos era la hipoteca que nuestra querida tía había hecho, comprendió mi decisión, sin llegar a aceptarla.

—No lo sé, Bella— reprochó la castaña. — ¿Cómo quieres que sean?

—Alice yo...

— ¡Desapareciste por completo! — la observé con tristeza, sus palabras eran como una daga directo a mi corazón. —Lo único que quería era saber si estabas bien— bajé la mirada algo avergonzada. —Hasta donde tengo entendido, no es algo normal que tu mejor amiga te esconda el hecho, de que va a casarse.

—Te juro que intenté decírtelo, pero nunca encontré las palabras...

— ¡Podrías haberlo intentado! — me interrumpió, podía ver que estaba realmente enfadada.

—Alice, realmente...

— ¡Sabía que Edward te gustaba, pero nunca pensé que a tal magnitud de...!

— ¡Podrías callarte! — exclamé, mi voz se quebró al final. Sin poder evitarlo solté un sollozo. —Si tuvieras una pequeña idea de mis motivos, te aseguro que no te atreverías a juzgarme.

—La tendría, si me lo explicaras— comentó aún fría, podía ver que su mirada se había suavizado, pero igual sentía distante.

— ¿Tendrás un minuto para mí?

La castaña asintió, justo antes de quitar su delantal y guiarme a una de las últimas mesas del café. Nos sentamos una frente a la otra, luego de unos minutos Garrett nos trajo un café, me sonrió y besó mi frente, antes de volver a la cocina.

—Cuando me llevaron a la clínica— suspiré, muy bien es momento de soltarlo. —Edward llegó a mi casa, estaba lloviendo y se veía algo agitado.

"Antes de poder preguntarle cualquier cosa, lo primero que me preguntó era si quería casarme con él —hice una pausa, observé a Alice, quien me miraba tranquilamente esperando que siguiera. — Luego Alex llegó, con un ramo de flores para mí, me sentí tan nerviosa que por un minuto se me olvidó por completo respirar, y fue cuando me desmayé".

—Puedo imaginarme esa situación— comentó Alice con una sonrisa.

—Pues sí— admití sonriendo ligeramente. — Cuando desperté, Edward entró a verme, y me pidió que pensara la oferta, luego se fue sin decir nada.

"Durante esa semana me sucedieron muchas cosas, fue cuando me enteré que mi tía hipotecó la casa, y su abogado fue a darme un ultimátum —dije suspirando, Alice tomó mi mano al ver que estaba por quebrarme, le sonreí con tristeza y seguí. — Empezaron a aparecer muchas cosas, y yo realmente no tenía el dinero para solventarlas. Fue entonces cuando tomé la decisión, de aceptar la oferta de Edward".

— ¿Estás hablando en serio? — preguntó Alice, aún algo atónita.

—La oferta de Edward no era tan simple, ambos necesitábamos algo del otro—aclaré. —Al parecer su abuela, la madre de Carlisle, quiere que él sea el primer heredero de todo su imperio, pero resulta ser algo... tradicional.

— ¿En el sentido de...?

—La única condición para que Edward sea el presidente administrativo, es que esté casado.