Capitulo 9

887 65 3
                                    

POV Bella:

— Bella, esta no es la orden—Demonios, le sonreí a Alice apenada, mientras qué me encargaba de volver a leer el papel en mis manos—Estás muy dispersa, ¿Sucede algo?

— Digamos qué no he dormido bien estos días.

— ¡Isabella!—Gruñí al escuchar mi nombre completo—¿Qué demonios pasa contigo?

— L-Lo siento Mark, e-es...

—Nada de excusas, te has equivocado en dos ordenes seguidas, no sé donde tienes la cabeza—Suspiró con amargura—Pero te necesito aquí, es uno de los días más concurridos y no puedo permitir errores.

— Claro—Asentí a regañadientes. Volvió a sumergirse en la oscuridad de su oficina—¡Detesto cuándo me trata cómo una cría!

— No le prestes atención, está de malas pulgas.

—Bueno muñecas, basta de hablar, si no quieren qué el gnomo regrese será mejor ponernos a trabajar—Garrett siempre se burlaba de la baja estatura de Mark, aunque, todos parecemos gnomos delante de él.

Me sorprendí al ver, qué Garrett salió de la cocina y se colocó junto a mi.

— ¿Qué haces?

—Vamos, necesitas ayuda y la mayoría de las ordenes son postres fríos—Se encogió de hombros—No vale la pena estar sin hacer nada, mientras qué tú estás más en Narnia qué aquí.

— Gracias, eres el mejor—Besé su mejilla, mientras qué me apresuraba a buscar la tarta de manzana.

Alice se acercó a nosotros mientras qué sonreía burlona.

— Tenemos un nuevo mesero—Sonreí ante el comentario de la castaña—Bienvenido al lado oscuro querido.

— Gracias pequeña—Los tres reímos, Angela chocó con un cliente.

— Al parecer, Bella no es la única perdida.

—¿Todo bien?—Preguntó Garrett, una vez qué la castaña se acercó al mostrador.

— Sí, no hay problema—Comenzó a alejarse con la tarta en sus manos, me percaté de qué la chica cojeaba.

— Está cojeando—Dije más para mi, qué para alguien más.

— Oigan, Angela está chueca—Dijo Garrett asombrado, me reí ante el término usado.


POV Nessie:

Estaba abstraída en mi mundo, anoche Bella estaba llorando, no tuve el valor de entrar a su habitación, incluso si hubiese entrado no me habría dicho el motivo.

— ¡Ness!—Blanca corría hacia mi, le sonreí de lado—¡No te he visto en todo el día!

— Lo siento, estaba por ahí.

—Ya veo—Dijo rodando los ojos, no sabía qué decirle, es decir nunca me había pasado esto con Blanca, somos amigas desde los tres años, muchas gracias Ty—Te noto extraña, ¿pasa algo?

— No, estoy bien—Asintió no muy convencida, entendimiento cruzó por sus ojos, y luego soltó una risita.

—Oye, si estás así por lo de Tyson... 

— ¿Hablaste con Tyson?

— Sí—Sentí un alivio qué no podía explicar—Y está bien qué no esté listo para pasar a tercera base, pero no tienes qué preocuparte por eso.

— Perdón, ¿qué?—¿Qué no estaba listo? ¡Uso esa excusa tan pobre y poco imaginativa! No puedo creer esto.

— Oye, no somos las únicas qué nos preocupamos por nuestra virginidad.

Esposa por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora