Capitulo 15

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Aún estaba algo adormilada cuando abrí la puerta principal, justo frente a mí se encontraba un hombre bastante arreglado.

— ¿Señorita Swan? —Enarqué una ceja algo confundida.

— ¿Nos conocemos? —Cubrí mi boca con la mano justo antes de bostezar, el hombre hizo una negación rápida con su cabeza antes de darme una media sonrisa, que parecía más una mueca.

—Soy Stuart Wyte, el abogado de su tía Sarah— ¿Abogado? — ¿Me permite pasar?

—Sí, claro—Stuart entró a la sala, mientras yo cerraba la puerta aún algo anonadada, tomó asiento en el sofá mientras yo tomaba un taburete de la cocina y me sentaba frente a él—Dígame, que necesita.

—Su tía me envió, para terminar el papeleo referente a la hipoteca.

—Me pareció dejar en claro mi posición referente a esa decisión...

—Lastimosamente, mientras su tía sea la dueña de la propiedad no hay pero que valga, mucho menos frente a un tribunal—Tragué con fuerza, las manos empezaban a sudarme, seguramente podría darme un colapso nervioso en cualquier momento—Le queda una semana señorita Swan, para decidir si pagará la hipoteca, si no, deberá desalojar la propiedad antes del viernes.

—Voy a pedirle muy amablemente, que se meta su estúpido papeleo en el trasero y se largue de mi casa.

—Disculpe pero...—Sin darle tiempo a terminar, me levanté del taburete haciendo que repitiera mi acción, empecé a caminar hacia él amenazadoramente, hasta que estuvo frente a la puerta—Me parece una falta de respeto su comportamiento.

Tomé una de las tazas de la cocina y se la lancé, el hombre salió despavorido por la puerta principal.

Quizás debería cambiar mi forma de afrontar las dificultades, pero por ahora solamente podía tirarme al suelo a llorar desconsoladamente, no recuerdo cuanto tiempo estuve así, simplemente recuerdo, unos frágiles brazos abrazándome, seguido de la voz de Nessie recordándome que todo estaría bien.

—Van a quitarnos la casa—Susurré aún refugiada en sus brazos, sentí que apretó aún más su agarre, me alejé un poco para mirarla a la cara.

—Siempre podemos pedir limosna en la calle—Sonreí débilmente, para acercarme y darle un beso en la frente—Bella, hemos sobrevivido a cosas más duras, seguramente lo lograremos.

—Lo sé, tengo fe en eso.

Al subir a mi cuarto, encontré un mensaje de texto en mi teléfono era Alex, deseaba profundamente contestarle, pero no quería involucrarme demasiado, mi vida era un completo desastre ahora y no quiero atraerlo.

Debía empezar por buscar trabajo, lo menos que necesitaba era quedarme sin casa, y sin empleo. La oferta de trabajo por parte de Edward quedaba totalmente fuera de...

Edward.

Pasó por mi mente como un rayo, el día en que estuve en el hospital, su propuesta. ¿Sería yo capaz de aceptar semejante atrocidad?

No, absolutamente no.

Escogí la ropa más decente que tenía en mi armario, y me dispuse a salir con Nessie, puesto que aún no tenía mi auto caminamos hacia la parada de autobús.

— ¿Estás segura que estás bien? —Asentí nuevamente, acomodé un poco su cabello y le sonreí.

—Preocúpate por prestar atención a las clases, yo me encargo del resto.

El claxon de un auto sonó frente a nosotras, Dylan sonreía en el asiento del conductor. Nessie negó repetidas veces, antes de sonreír.

—Le dije que hoy iría contigo.

Esposa por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora