Luna Creciente Significa Recordar

XXVIII

*POV SETSUNA*

-¿Soltarte?- Ser reía como desquiciada. -¡Te voy a matar! ¡Traidora!- Alzo su cuchillo para bajarlo con velocidad.

-Sa... Saori...- Me arrastre como pude hacia ella, pero algo en ese instante me detuvo.

-¡SUELTAME!- Una luz cegadora proveniente de ellas me deslumbro, para poco después dejar de sentir el efecto de la barrera sagrada sobre mi.

Ahora podía volver a la acción.

*POV HISUI*

Mi cabeza daba vueltas, y me sentía somnoliento.

Abrí los ojos preguntándome que habían sido esos extraños sueños cuando una escena peculiar hizo que todo eso que habia visto mientras dormía quedase en segundo plano.

Una parte de la sala estaba rota, dejando ver el exterior. Habia cuerpos de personas por el suelo, así que muy asustado fui corriendo para comprobarles el pulso. Me alivie al darme cuenta de que seguían vivos. 

Tan solo estaban dormidos.

-¡Hisui!- Grito Saori sosteniendo en brazos a un Takechiyo malherido. Al girarme para verla vi como Setsuna estaba peleando contra.

...

Contra Hiyori.

Hacia tiempo que no la veía. Por algún motivo se fue de la aldea.

Pero siendo sincero, así era mejor, ya que no tenia que soportar sus comentarios, ni esa actitud que tenia conmigo. Desde que no estaba podía asegurar, que vivía mucho mas feliz. Aunque siempre me intrigo saber cual fue el motivo de su partida.

Hiyori era una aldeana, que siempre andaba detrás de mi. Controlaba a todas la chicas que intercambiasen la mas mínima palabra conmigo. Me fastidia y me agobiaba.

Siempre me andaba buscando par que "estuviésemos juntos", hasta el extremo de que sabia cuales eran las misiones que hacia o no, si estaba en la aldea o  no, con que personas me habia visto en ese día, etc...

No sabia como lo hacia, pero era capaz de saberlo todo. 

Por eso su partida fue un soplo de aire fresco para mi.

Jamás me gusto estar con ella. No quería una persona así en mi vida.

-¡Maldita! Todo es tu culpa.- Le gritaba lanzando torpes estocadas con un cuchillo.

-¿Que esta pasando?- Pregunto Moroha la cual llevaba a Towa con un brazo sobre sus hombros.

Tenia hilos de sangre por la boca y quemaduras en su piel.

¿Qué les habia pasado?

Volví a mirar la pelea, esta vez centrándome en Setsuna, que tan solo se dedicaba a esquivar sus golpes. 

Podía acabar con ella rápidamente, así que pensé que no la atacaba solo por que no quería. Fijándome aun mas en ella me di cuenta del motivo. 

Al igual que Towa, hilos de sangre le caían de la boca, incluso también de la nariz y orejas. Quemaduras en la cara, en las manos, y juzgando por la sangre que habia en sus piernas y brazos, allí también tendría quemaduras graves.

-¡Hiraikotsu!- Lo lance para derribarla aprovechando que el suelo estaba resbaladizo por la intensa lluvia.

Tras golpearle, se resbalo cayéndose al suelo, y una pequeña esfera salió de sus ropas quedando en medio del lugar.

-¿Una Perla Arcoíris?- Identifico asombrada Moroha.

*POV NARRADORA*

-Vaya, pues no lo a conseguido.- Dijo el anciano búho.

-Al fin y al acabo es una humana.- Comento su acompañante. -A conseguido bastante al robar poder espiritual a esas monjas, y hacer una barrera debilitando a las Yashahime. Unos minutos mas y podría haberlas matado. Yo pensaba que no seria incapaz de conseguir nada.- Confeso.

-Esa rabia puede ser un buen potencial ¿No crees?- Contesto Yotsume.

-Mmmhh... Supongo que si podríamos utilizar esa sed de venganza que tiene.- Corroboro.

-Entonces sácala de ahí, Tokotsu.- Dijo Yotsume convirtiéndose en búho.

-Por mi como si muere. El único motivo real que tengo para intervenir, es por que e visto algo sumamente delicioso.- Aclaro entre risas.

*POV SETSUNA*

El poder espiritual me habia dañado severamente, todo mi cuerpo estaba malherido.

No era la única

Takechiyo era el que peor estaba, y Towa también tenia algunas heridas.

Tras que de alguna forma, Saori lograse romper la barrera, me lance en contra de la otra chica, atravesando la pared de la sala en la que estábamos, estampándonos con el suelo lluvioso de fuera.

No paraba de lanzarme golpes y estocadas que yo tan solo podía esquivar por mi condición.

Cuando mi vista se estaba tornando borrosa por el cansancio, Hisui apareció, derribándola con su Hiraikotsu.

De ella salió una pequeña esfera que Moroha rápidamente reconoció.

Ahora entendía como habia sido capaz de hacer todo eso.

Corrí para alcanzar la Perla Arcoíris, pero algo se interpuso en mi camino haciéndome retroceder.

*POV NARRADORA*

-¡Kaede-sama!- Escucho la sacerdotisa, mezclado con el sonido de la lluvia.

Se asomo por una de las ventanas, viendo a un muchacho que venia cabalgando.

-¿Que es lo que pasa?- Pregunto al viajero, el cual no reconocía.

Salió hacia la puerta sin llegar a poner un pie fuera pues la lluvia cada vez iba a mas.

-Kaede-sama. E venido a entregarle una carta de Chie-sama.- Hablo dándole el pergamino enrollado. -Es urgente, muy urgente.- Especifico alertando a la sacerdotisa.