XXXI

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*POV NARRADORA*

Ambos jóvenes sobrevolaban la aldea que estaba amurallada con inmensas estacas de madera.

-¿Que este sitio?- Pregunto la chica observando el lugar que tenia bajo los pies.

-La antigua aldea de los exterminadores de demonios.- Le aclaro Hisui descendiendo.

Tras aterrizar, Hisui se bajo rápidamente junto con la tela en la que llevaba su arma rota, para tenderle la mano a Setsuna.

Era algo que el solía hacer, y que al principio la molestaba bastante, pues ella sabia bajarse solita sin ningún problema. Con el paso del tiempo se dio cuenta de que realmente lo hacia por educación.

Acepto su mano para que la ayudara a bajarse, pero el gusto que ambos sintieron por el tacto causo que sus dedos se volviesen a entrelazar, iniciando el camino guiado por Hisui, hablando de sus trivialidades, y causando sonrisas en ambos rostros.

A pesar de que ellos no se estaban dando cuenta de la estampa romántica que estaban protagonizando, y que poco después les dejaría en evidencia.

-Aquí es.- Le señalo Hisui a la casa que tenían gusto en frente.

-¿Y quien vive aquí? ¿La persona que puede saber como arreglar a Hiraikotsu?- Le pregunto Setsuna entrando junto a el a la cabaña, pero antes de que Hisui le pudiese contestar un grito les interrumpió.

-¡HIIIISUIIII! ¡Cuánto tiempo! ¡Por fin te dignas a visitar a tu pobre hermana!- Grito acercándose a ellos.

-¿Que haces tu aquí?- Le pregunto con molestia.

-E venido a visitar a Mama y Gyokuto.- Le respondió, sin darle mucha importancia, ya que otra cosa habia llamado su atención. La chica que su hermano traía agarrada de la mano. -Oh, ya veo...- Dijo con una risita emocionada por lo que sus ojos estaban contemplando. -Has venido a presentarla a la familia.- Espeto enrojeciendo a ambos muchachos.

-¿Donde esta Mama?- Le pregunto cambiando de tema rápidamente.

-Esta adentro en el almacén buscando unos huesos.- Le informo. -¡Mama! ¡Hisui a venido con su novia!- Grito llamando a su madre y ruborizando a ambos exterminadores.

-¡No somos pareja!- Gritaron al unísono, dándose cuenta de que sus manos seguían entrelazadas.

Rápidamente se soltaron el uno al otro, girando sus caras avergonzados por la situación.

-¡¿Novia?!- Se escucho seguido de unos golpes de huesos cayendo.

Rápidamente salió de la despensa donde estaban los huesos alertada por lo que habia escuchado.

Sango jamás imagino lo que estaba por ver.

Los huesos no fueron los únicos que cayeron. Las lagrimas le siguieron poco después.

Ninguno de los presentes ahí entendía la extraña reacción que la ex exterminadora estaba teniendo. Setsuna miraba de reojo a Hisui en busca de una respuesta a la actitud de su madre, pero el solo subió sus hombros, dándole a entender que el tampoco comprendía lo que estaba pasando.

Por parte de Sango, ella no estaba segura de lo que estaba viendo.

Esos ojos violetas que apenas lograban abrirse, ahora la miraban atentamente, y esos mechones rojizos que acaricio al envolverla con las mantas ahora estaban amarrados en una coleta.

-Eeeem, esto...- Hisui intento hablar a su madre, pero ella seguía sin prestarle atención a nadie mas que no fuese Setsuna.

-Setsuna...- Mustio acariciando una mejilla.

La mencionada se asusto apartándose al instante.

-¿Como sabes mi nombre? No nos conocemos- Dijo desconfiada, haciendo que Sango reaccionara.

-Supongo que no lo recuerdas, pero nos conocimos hace tiempo. Tu y tu hermana tan solo, erais unas bebes recién nacidas.- Esta vez no solo Setsuna se sorprendió, sino que Hisui también por la aclaración de su madre.

No solo habia confirmado que Towa era la hermana de Setsuna, sino que también dejo entender que habia estado en sus nacimientos.

-Al parecer la conoció antes que tu.- Le susurro Kin'u al oído de Hisui, divertida por la confusión que se notaba en el ambiente.

-Miroku tenia razón, has crecido mucho.- Comento inocentemente.

A Setsuna rápidamente le entro el pánico, y la única manera en la que pudo responder fue huyendo. Se zafo asustada de sango y corrió hacia fuera.

-¡Setsuna!- Grito Hisui viendo como esta ultima se marchaba. -¡Setsuna espera!- Volvió a gritar, pero ella no le escuchaba, y sin mas demora también salió de la casa, en busca de la chica.

-Mama, ¿Cómo es que la conoces?- Le pregunto Kin'u una vez que se quedaron solas.

-Estuve en su nacimiento.- Hablo mirando hacia fuera. -Es la hija menor de Rin.- Le confeso sin dejar de mirar el horizonte.

Al oír ese nombre, Kin'u, no pudo evitar que la sorpresa se manifestara en su cara.

-¡Ya e vuelto!- Dijo una voz, que habia entrado por la puerta trasera de la casa. -Sabéis, hoy me e encontrado con alguien que hacia años que no veía.- Hablo con una sonrisa dejando el paquete que llevaba. -¿Eh? ¿Pasa algo?- Pregunto Gyokuto al ver las caras largas de su hermana y madre.

Luna Creciente Significa RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora