For you (Steve Rogers y tu)

Capitulo 8: Huida

Era de noche...yo creo que la 1 AM, podía escuchar el golpear de los árboles con el viento, los grillos y uno que otro animal haya afuera. Estaba tapada hasta el pecho que aún después de todo...tenia un gran nudo puesto, no quería hacerle daño a nadie. Pero no encontraba como no hacerlo...era algo que alguna vez  simplemente iba a ocurrir en algún momento. Pero lo que me mas me asustaba era lastimar a Steve, lastimar a mi equipo o a personas que no lo merecieran. Trago saliva y miro la ventana sin cerrojo...sin barrotes ni nada que me impidiera salir. Miro la puerta de mi habitación y luego de nuevo la ventana. La única forma de no lastimarlos es alejándome....se me sale una lágrima y me levanto de la cama y voy a mi armario, no había mucha ropa pero bastaría. Tomo una pequeña mochila que esta hasta arriba de mi armario y meto 2 cambios de ropa, además de unos 500 dolares que me dio Fury para emergencias. Bueno esto era una emergencia, término de empacar y de vestirme y sólo abro la ventana, miro hacia abajo y hay como 10 metros de caída hasta el suelo. Miro a mi alrededor y ahí un árbol como a dos metros. Me subo al borde de la ventana y veo por ultima vez el cuarto de quienes me acogieron al menos por un tiempo. Suspiro y me preparo y salto. Siento como estoy por los aires hasta que mis manos tocan el roble con todas mis fuerzas para no caer. Suspiro y respiro con dificultad pero en menos de un momento trepó el árbol para descender hasta el suelo. Llego en cuestión de minutos y cuando piso el suelo me preparó para correr a la salida. Respiro una última vez y corro con todas mis fuerzas hasta que llegó a la reja...me pongo bien la mochila y escalo hasta arriba para cruzarla, salto el metro de reja que ahí y corro todo lo que puedo hacia las calles. Corro pero no logro ver nada, no veo ni siquiera mis pies solo escuchó el sonido que hacen al pisar el suelo. Corro en dirección a un parque alejado de la ciudad y al llegar me tiro en el suelo dispuesta a descansar—como en los viejos tiempos—digo para mi sola, antes de subirme el cierre de la chamarra y dormir.

Despierto por el sonido de los pájaros en mis oídos y me levantó de inmediato, tomo todas mis cosas  del suelo y corro en dirección a una cafetería. Entró como loca en dirección al baño y me arreglo como lo hacia antes en todos los negocios de la ciudad. Me peino, me lavo la cara, los dientes y salgo del baño, veo a Frank y le sonrió.
—otra vez por aquí?—pregunta y asiento—lo siento preciosa no tengo mas sobras...puedes quedarte con mi almuerzo si quieres—dice pero inmediatamente niego—no frank ahora si pago yo, podrías darme un café con...unos hot cakes, porfavor?—le pregunto y el me mira incrédulo—que hiciste ahora ? Robaste un banco?—me pregunta haciendo que me ría.
—trabaje en algo estos días—digo y el me sonríe —y sigues trabajando en eso?—me pregunta pero niego.
—No ya no —digo suspirando y el solo niega con la cabeza.—debes conservar un trabajo nena—dice antes de ir a preparar mi desayuno. Sonrió interiormente y me voy a sentar a una mesa en espera de mi desayuno. No dejó de pensar que esto fue una cobardía pero prefería esto a hacerle daño a alguno de ellos. Frank llega en menos de 20 minutos con mi comida —provecho con tu comida desempleada—dice y lo miro mal —Ja Ja, que gracioso Frank—digo sarcástica y el me guiña el ojo—te quiero guapa—dice dejándome mi comida sobre la mesa y yéndose a atender más personas. Miro mi comida y empiezo a comer aunque con algo de intranquilidad, sentía como si me observaran.  Trato de comer con tranquilidad y solo miro las noticias hasta que sale una foto mía...como "desaparecida" me atraganto con el pedazo de pan tomando un gran trago de café y comienzo a temblar..."maldita sea...S.H.I.E.L.D" pienso con tristeza. Termino de comer y salgo lo mas rápido del local sin antes pagarle a Franck por la comida.  Me pongo la capucha de la chamarra y sigo caminando intentando de parecer con tranquilidad. Recuerdo que había unos departamentos desocupados a unas cuadras, solo tengo que concentrarme para llegar, sigo caminado a grandes zancadas, y con la cabeza hacia bajo cuando me toman del brazo.
—te encontré—me dice esa voz que para mi es inconfundible y mi sangre se me congela por completo.