Capítulo 52: Omega Rojo

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El vuelo a Rusia había sido demasiado largo, y el hecho de estar sentada de forma erguida en un asiento incomodo en vez de una cama, lo hacía mucho más difícil.—Ya llegamos?—pregunto bostezando como por cuarta vez consecutiva. Fury no había dejado que más de dos del equipo durmieran y solo por una o dos horas. Steve me acaricia la cabeza mientras niega con la cabeza depositando su mentón arriba de la mía—aún falta una hora—susurra. Quiero gritar después de escuchar esa respuesta, habían sido más de 22 horas de vuelo, sin descanso, mis ojos ya no aguantaban. Y al estar en Rusia no podíamos tomarnos la libertad de dormir hasta que llegáramos a donde quiera que Fury fuera a meternos.—Esto es una mierda—murmuro, Steve se hace hacia atrás alzando una ceja hacia mí—lenguaje—me regaña. Pongo los ojos en blanco mientras vuelvo a recostar mi cabeza en su pecho—duerme cinco minutos, Fury no se enterara—me susurra—estoy bien, tú ya deberías dormir, no has reclamado tu turno, y Clint ya durmió doble—le recuerdo. El hecho de estar todos alerta en caso de ataque, nos hacía que solo uno o dos del equipo podía dormir tres horas cuando mucho. Y Steve no había tomado su descanso desde que abordamos. El solo niega para tomar mi cabeza con su mano y recostarla en su pecho. Pero en ese momento la alarma de emergencia empieza a sonar. Toda la nave se tiñe de un color rojo sangre y Steve y yo brincamos del asiento, veo a Nat que corre hacia nosotros y nos entrega unos paracaídas. "Mierda" pienso y Nat solo nos grita que nos los pongamos—cuatro proyectiles se dirigen hacia el helicarrier, y no creo que quieran saludar, los veo en la puerta en cinco—nos dice para volver por donde vino, miro a Steve que en un segundo había desaparecido de mi vista para volver con su traje puesto.—Enserio, me tienes que decir como siempre te lo pones tan rápido—le digo mientras paso me abrochaba el paracaídas. Él me toma de la mano con el paracaídas ya abrochado y me conduce hasta la puerta de salida, el aire helado de la noche me azoto las mejillas, haciéndome recordar que solo tenía una blusa y un pantalón de mezclilla, mi traje seguía estando en la maleta. Tony y Bruce ya se encontraban en la puerta, y Thor venía llegando desde la distancia pero aún faltaba Fury con Nat y Barton. Me inclino un poco hacia delante de la puerta y puedo ver un amplio lienzo de mar azul color oscuro adornándolo—díganme que hay un muelle cerca—pido comenzando asustarme—mis coordenadas dicen que no hay muelles ni playa cerca señorita Gold—me responde Jarvis y miro a Tony boquiabierta—deben de estar de broma si piensan que vamos a lanzarnos así como así al mar—le grito y un nudo se me produce en el estómago.—Pues será eso o estrellarnos—responde Tony poniéndose la máscara. "Maldito, tu puedes volar" pienso comenzando a pedir perdón por mis pecados. "Dios, no dejes que me ahogue" pedí rogando clemencia.—Que sucede __?—me pregunta Steve, un escalofrió me recorre el cuerpo sin animarme a voltearme—no te dan miedo las alturas?—me pregunta Banner con curiosidad. Niego mientras comienzo a caminar de un lado a otro de la puerta comenzando a ponerme más nerviosa de lo que ya estaba.—Y porque no quieres saltar?—pregunta ahora Tony, un gruñido se escapa de mis labios y niego con la cabeza—no es...saltar lo que me asusta, esta bien? Es solo...que estamos a mitad de invierno, por Dios santo, el agua debe de estar menos cero haya dentro—murmuro intentando disimular mi nerviosismo.—Entonces tu único miedo es terminar como capipaleta?—me pregunta Tony de nuevo. Me tengo que morder el labio inferior para no reírme de ese comentario enfrente de Steve, el cual estaba básicamente asesinando con la mirada a Tony.—No era eso tampoco, pero gracias por darme otra cosa en que pensar—musito volviendo a caminar de un lado a otro. Entonces veo una cabellera pelirroja corriendo hacia nosotros acompañada de un hombre con flechas, y otro con un parche. Natasha ya tenía puesto el paracaídas, cuando llego, por lo que solo esperábamos a que Fury y Barton se los pusieran—tenemos cuatro minutos señores—anuncia ella tomando distancia de la puerta dispuesta a lanzarse. Nat se avienta sin más al vacío y la siguen Bruce y Clint.—Bien, sigues ___—me dice Tony y lo miro frunciendo el ceño—no, no, sigan ustedes yo ahorita los sigo—digo y Steve frunce el ceño—de que hablas? No voy a dejarte aquí—me informa y lo miro mal.—Que está pasando __?—pregunta el hombre del parche haciéndose presente—nada Fury, es solo...no sé nadar—susurro demasiado bajo.—Que?—me pregunta Steve y niego tapándome la cara con las manos—no sé nadar—digo un poco más alto. Entonces Tony y Steve hacen los ojos como platos, para después mirarse entre ellos.—No sabes nadar?—me pregunta Tony, "gracias tony" pienso y solo niego con la cabeza. Bajo la mirada con vergüenza pero Steve me abraza antes de poder tan siquiera bajarla—no dejare que te pase nada—me susurra y una leve corriente de seguridad me emana del cuerpo. Entonces un estruendo hace que me tropiece haciendo que me tambalee y básicamente, todo el lugar, los misiles ya estaban golpeándonos—que se venga conmigo—dice Tony pero Steve niega—se ira conmigo—le responde.—Por Dios, conmigo no tendrá que nadar, mírala, esta aterrada!—le grita tony, pero niego mientras intento ocultar mi nerviosismo.—Estoy bien, puedo hacerlo—le respondo y Tony solo mira Steve con enojo—la vigilare de cerca—dice para después lanzarse al vacío, Fury le sigue el paso y finalmente quedamos solo Steve y yo. Steve entrelaza su mano con la mía y lo miro con un poco de seguridad.—Vas a estar bien, te lo prometo, deja que yo vaya antes así podre sujetarte cuando caigas—me dice para después darme un pico rápido en los labios y ponerse al pie de la puerta—saltas tú, salto yo?—le pregunto y el asiente.—Mas te vale saltar—me dice para después aventarse con los demás. Espero en la puerta a ver como su paracaídas se abre y entonces decido saltar. La brisa helada me pega en el rostro, y en todo mi cuerpo mientras caigo, abro el paracaídas y vuelvo a elevarme unos metros, sintiendo ese terrible nudo en la garganta mientras caigo de nuevo, pero a una velocidad menos rápida. Dejo escapar un suspiro y tomo aire para cuando el agua helada me empieza a mojar los pies, luego los tobillos, las piernas y finalmente la cintura, el pánico se está empezando apoderar de mí, volteo para todas partes, no veo nada, está más oscuro de lo que podía pensar. Mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas cuando caigo en cuenta que a pesar de estar pataleando y todo, estoy al cuello de agua.

For you (Steve Rogers y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora