For you (Steve Rogers y tu)

Capitulo 42: Bucky?

Mis brazos siguen rodeando su cuello y lo sigo mirando a los ojos, su sonrisa se extiende, se acerca mas y siento sus labios presionando mi frente dándome un delicado beso—quieres seguir aquí un rato mas?—susurra y puedo sentir chocar su aliento contra mi cuello, pero en eso una ráfaga de viento me golpea los brazos, asiento lentamente y le sonrió—me gustaría, pero no seria mejor fuera del lago?—le pregunto empezando a sentir el frió apoderándose de mi cuerpo, el me sonríe y baja la cabeza un segundo al piso, noto como se ríe y le golpeo el brazo —no me digas que esa maldita botella te hizo no sentir frió—le digo incrédula, el arquea las cejas y me mira confundido—de que botella hablas?—me pregunta y pongo los ojos en blanco—el suero—musito. El me sonríe y vuelve a rodearme con sus brazos acercándome mas a el—no, no me hace inmune al frió, pero se como no sentirlo—me explica y ahora soy yo la que lo mira con confusión—como?—le pregunto y el vuelve a sonreír de nuevo—enfocándome en otra cosa—responde, entonces el calor vuelve a mi cuerpo, pero ahora enfocándose en mi rostro, las mejillas se me ponen de un color rojo o eso creo, al ver como sonríe y su mano me acaricia la mejilla—ven—susurra y sus brazos me aprietan la espalda, siento como me ponía nerviosa, al tenerlo tan cerca de nuevo...no debería de sentirme así, lo tengo totalmente cerca, y me siento frágil por un momento, igual que ayer, pero hoy mas, como si me fuera a romper.—Estas temblando—dice de repente pero en un tono demasiado suave, pero a la vez preocupado.—no...no quiero que te vayas—digo de pronto, tan pronto que ni siento cuando me sale de la boca, el frunce el ceño de forma se aparta un poco para verme mejor—de que hablas?—me pregunta y me encojo de hombros, temiendole decir lo que de verdad me estaba comenzando asustar, no quería que me dejara. ¿y si lo hacia por lo de ayer? o porque tal vez luego yo no quería hacerlo? Cierro los ojos y niego un par de veces hasta que siento unas manos que me toman del rostro—porque estas pensando eso?—me pregunta, noto lo alarmante de su voz—por lo de anoche...—susurro empezando a sentir vergüenza, de nuevo esa sensación de fragilidad vuelve a mi cuerpo, y me siento pequeña, muy pequeña. Escucho como el suspira y me levanta el mentón—te di alguna razón para pensar eso?—me pregunta y niego con la cabeza—no, no, es solo que, no se, me da miedo que después de esto, pues no se...que tu...yo...—tartamudeo pero el me abraza de repente. Mis ojos comienzan a aderme, y las lagrimas en un segundo caen por mis mejillas, se me sale un sollozo de los labios, y solo lo abrazo mas fuerte y comienzo a llorar, no se como era posible que hace apenas unas horas me haya dicho que no me dejaría, y ahora dudaba, la realidad es que no lo entendía, pero tenia miedo, miedo de perderlo, de que me dejara sola, como mis padres, mi familia. Mis sollozos se hacen mas fuertes, convirtiéndose en un autentico llanto, solo puedo hacer eso llorar, las lagrimas siguen corriendo y solo puedo aferrarme al cuerpo de Steve como soporte, como si el fuera el único que podía mantenerme a flote en este momento.—shh..esta bien...—me consuela pero se que el esta tan confundido como yo. Ni siquiera se si el entiende lo que siento, solo lo abrazo con mas fuerza de la que es posible y recuesto mi cabeza en su hombro, poco a poco las lagrimas dejan de brotar y puedo sentir como mi cuerpo se relaja, levanto mi cabeza de su hombro y la recargo en el mismo, su piel esta fría y empapada por estar metidos en el lago, hay pequeñas gotas que siento en su piel, suspiro ya claramente mas calmada, le deposito un beso en el hombro y dejo caer mi cabeza en su hombro de nuevo—lo siento—susurro pero no me contesta, por un segundo me inquieto pero decido deslizar mis brazos a su espalda y se la acaricio.—No se...que podría haber hecho para hacerte pensar...que te dejaría—dice en un susurro tan bajo que apenas lo escucho.—Cuando, cuando me preguntaste por mis padres, era la primera vez que pensaba en ellos desde que me abandonaron, no supe bien como reaccionar, yo solo, dije que no los extrañaba porque me echaron a la calle, pero en realidad creo que si los extraño, y si...unos padres, pueden abandonar a su hija, no se yo...porque tu—trato de explicarme pero el se separa de mi y me toma de los hombros—porque yo querría estar contigo?—pregunta y asiento, el suspira con frustración y se rasca la cabeza—dime, cuando, cuando __ vas a dejar que alguien entre a tu vida y se quede, cuando?—me pregunta con un claro tono de enojo, abro la boca para responder pero el me calla—todos te queremos ___, Nat, Tony, Thor, Fury, yo te amo, no es suficiente? Entiéndelo, no te dejare por nada del mundo—me explica y mira con desesperación, sus manos se sitúan a ambas partes de mi rostro y junta su frente con la mía —te amo, te amo, te amo, te lo diré hasta que te entre en la cabeza o hasta que te des cuenta que no me iré a ninguna parte—susurra para finalmente darme un beso. Pasamos unos minutos mas en el lago, hasta que salimos al ver que estaba atardeciendo—se ve muy lindo no crees?—le pregunto al tiempo que tomaba mi ropa que aun estaba colgada en el árbol, me pongo la camiseta y los pantalones. Veo como Steve sale del lago y trata de secarse con el aire, pero para su mala suerte, hacia un calor infernal. Le sonrió al tiempo que le tiro la camiseta y los pantalones. El me sonríe al tiempo que cacha la ropa con la mano y me guiña el ojo, me da la espalda y se pone los pantalones. lo miro curiosa y veo como se asoma sobre su hombro—cámbiate antes de que cambie de idea, con esa ropa puesta te enfermaras—me informa y doy un respingo, asiento y el se vuelve a dar la vuelta, miro a los lados, de izquierda a derecha y me saco las bragas lo mas rápido que puedo y me pongo los pantalones del mismo modo, lo mismo hago con el brasier a diferencia que con eso fue mas fácil. Me dejo la ropa interior en la mano y busco donde guardarla "maldición, no traje bolsa" pienso al tiempo que no veo nada en donde guardar mi ropa. Steve se voltea y solo me encojo de hombros—no tengo donde guardarla—le digo y el asiente—pues ya pensaremos en algo—me responde al tiempo que se me acerca y me besa la nariz—ven, no creo que las ocupes mucho—dice al tiempo que me toma de los brazos.