Capítulo 14

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Todavía no termina el lavado, por mientras me fui a la cocina a prepararme un jugo de naranja natural, una vez que lo preparé fui al jardín a beberlo así estoy más cerca del lavadero o como le dicen aquí "cuarto de lavado" cuando se hizo la hora lo puse en el secarropa y por último lo tendí, volví al jardín busqué el vaso lo llevé a la cocina, al entrar me encuentro que ya están todos los empleados desayunado, los saludé, lavé el vaso lo guardé no quiero escuchar a nadie decir nada de mi al menos por el momento. Estoy saliendo de la cocina veo que la puerta del despacho está abierta miro están Alex y Eugenia, conversan muy cerca, me duele verlo en los brazos de otra.
Sin dejar que me vean regreso a la cocina para ir al jardín así no tengo que presenciar nada. Cuando con una sonrisa una de las chicas dice.
-Que seas el gato que duerme con Alex no significa que es el que desea, claramente él prefiere estar con el gato de raza.
-¡Patricia! -Miré es la vieja, eso si me sorprende que me defienda.
-Señora... -Dijo la aludida muy palida por ser sorprendida infraganti
-Te escuché, debes respetar a Eugenia y a mi nieto. -Y yo pensando que me defendería a mi, quisiera saber dónde se fue mi sentido común. Sin ánimo de escuchar lo maravillosa que es el gato negro me fui al lavadero a buscar la ropa con el calor que hace y lo casi seca que está por haberlo pasado por el secarropa tiene que estar lista y así me ocupo de algo, una vez realizada la tarea estoy en la cocina de regreso con la canasta de ropa, pero esta vez limpia, sin planchar hoy no tengo ganas a medida que la necesite lo voy a planchar.
Sin mirar a nadie paso por la cocina con la atenta mirada de todos incluída Ortencia cuando me encuentro con Isa.
-Buenos días. -La saludo.
-¿Qué haces? -Pregunta frunciendo el ceño mientras mira el cesto.
-Voy de regreso a mi habitación...
-Me refiero a esa ropa.
-Desde siempre...
-¡OLIVIA! -Nunca la vi tan enojada desde que la conozco.
-¿Qué sucede? ¿por qué gritas? -Dijo Ortencia al salir de la cocina.
También salen pero del despacho Alex y Eugenia, algo incómodos al ver que yo estoy presente en el lugar, él con el pijama puesto y en el hombro derecho tiene la marca de labial eso me dolió cuando él se da cuenta lo que estoy viendo trata de borrarlo pero ya es tarde todos lo vimos y eso me dolió, me siento tan humillada, no me gusta que me duela pero es así.
-¿Qué son esos gritos Isa? -Dijo Lily que viene del comedor con Olivia. Mi cuñada fuera de si le pregunta a esta última.
-¿Cómo permites que Sofia lave su ropa?
-¿Tanto líos por eso? si en su casa haría lo mismo. -Dijo Ortencia, y por primera vez estoy de acuerdo con ella.
-¿Estás al tando de esto? -Le pregunta Isa a su abuela.
-Isa puedes explicarte. -Exigió Alex.
-Sucede que tu esposa no desayuna en casa porque no se allá con la familia, debe lavar su ropa aunque está enferma y nadie hace nada...
-¿Por qué harían algo así? -Preguntó Lily muy desconcertada.
-Porque no la respetan, por esa sencilla razón. -La verdad que no quiero vivir algo así que decido salir de todo esto pero Isa no me lo permite. -Ayer estuvo a punto de desmayarse y hoy tuvo que lavar su ropa, seguro que prepararse el desayuno...
-¿Olivia porque no me informaste lo que sucedía? -Preguntó Alex enojado.
-Pedazo de idiota, ¿quién la va a respetar si tu no lo haces? Te enfrentaste a todos por ella, te casaste y no haces más que ignorarla y humillarla... -Esto es injusto él se enfrentó a su familia por Mía, no por mi.
-Isa, tranquila no es cosa del otro mundo, y si desayuno fuera es porque no acostumbro a desayunar temprano y por lo de...
-No intentes convencerme. -Se enfrenta a su hermano. -Tu pedazo de idiota no la presentas como tu esposa a la familia, ni amigos ni siquiera a la servidumbre, ¿es que no te diste cuenta que para tu fiesta de cumpleaños te la pasaste toda la noche con Eugenia? -Se dirige al mueble donde están las fotos de toda la familia toma tres, tira la primera a los pies de Alex haciéndose añico. -¿Esta es tu familia? -Dijo lanzando la segunda pude ver que son las fotos que se tomaron la familia junto a Eugenia en la fiesta. -¿Ella es tu esposa? -Dijo tirando la tercera que salen ellos solos. -Dime ¿dónde hay una foto de Sofía en esta casa?, ni siquiera de tu boda hay una.
-¿Hija que haces? -Exclamó preocupada al ver a su nieta en ese estado.
-Tu te callas que eres la peor, has humillado a Sofia desde que regresaste, maltrataste a su familia cuando son todos un amor. -Enfrentó a la vieja, luego mira a su hermano y le dice. -Tu Alex pasa cuatro días sin saber de tu mujer y ni la tos que te da pero eso si cuando regresa te pones el traje de marido abandonado y le reclamas, lo peor es que te ofendes cuando la familia no acepta ni siquiera tu llamada...
-Isa por favor ¿puede acompañarme al dormitorio? -Dije porque no aguanto más.
-Si... -Dijo mientras me ayuda a caminar. -Siento vergüenza por todos, en especial por ti Alex. -Dijo Isa antes de irnos del lugar.
No hablamos de lo sucedido, vimos tele y a la hora de la comida ella fue a buscar la comida que un deliveri nos trajo, también llamé a Vero para saber si había novedades y gracias a Dios todo marcha bien es más si sigue así mañana la pasarían a una habitación común. Eso me puso muy feliz.
En la noche le pedí a Isa que se quedara a dormir conmigo, no quiero enfrentarme a mi marido hasta que no este del todo bien y pueda decirle que me voy a separar una vez que le den el alta a mi cuñada y todo se calme.
Me despierta el celular sin mirar quien es atiendo.
-¿Si?
-Estoy en el portón de la mansión de tu marido, por favor quiero verte.
-Ya voy.
Veo la hora la seis de la mañana, apenas está amaneciendo y mi hermano quiere verme esto si que es preocupante, como Isa sigue dormida, salgo sin hacer ruido, bajo las escaleras todos duermen así que no me encuentro a nadie, salgo al exterior en bata y los guardias se sorprende pero no dicen nada cuando les pido que me abran la puerta que está al lado del portón. Al ver a mi hermano corro y me abrazo a él.
-Chiquitina...
-¿Están todos bien?
-Tranquila, estamos todos bien, vine a esta hora porque no quiero encontrarme ni a tu marido ni a su abuela...
-¿Qué haces abrazando a mi esposa? -Dice Alex tomándome del brazo y alejándome de Lucas. -Mi hermano me mira sin entender la reacción de Alex.
-¿Este es tonto o en las mañanas no le funciona el cerebro? -Me dice Lucas.
-Te quiero lejos de ella, ¿me entiendes?
-Lo tienes difícil, porque no pienso alejarme de ella nunca y menos porque lo digas tú.
-¡Es una mujer casada! -Le gritó fuera de sí.
-Alex, es mi hermano. -El aludido dio un paso hacia atrás confundido.
-¿Qué le sucede...? ¿Me has confundido con...? ¿has insinuado que mi hermana es una puta? -Terminó la frase directamente con una piña y Alex dio varios pasos para atrás, mi hermano no se detuvo, continuo golpeándolo, Alex no se defendió ni yo tampoco porque a mi nadie me dice que soy una puta, al ver el alboroto se acercan los guardias que están en la puerta y sujetan a mi hermano alejándolo de Alex.
-¡Sueltenlo, es mi hermano! -Exijo.
-Señora solo hacemos nuestro trabajo. -Me respondió uno de ellos.
-¡Lucas por favor tranquilízate! -Le pido porque sigue forcejeando con los guardias, él se tranquiliza, lo soltaron y se marcharon. Sin dejar de mirar a Alex me pregunta.
-Sofia, ¿Por qué no me reconoció?
-Es una larga historia...
-No empecemos porque tu y yo sabemos que sintetizar las historias largas es lo tuyo.
-Cuando Camila y el bebé estén en tu casa y todo se normalice...
-¡Ahora quiero una explicación!
-Te prometo que voy a contarte todo, ahora lo único importante es Camila y el bebé, lo mío lo tengo controlado.
-¿Segura?
-Si, tranquilo... eso si nadie debe saber lo que ha sucedido aquí y mucho menos lo que te contaré. ¿De acuerdo?
-No me queda de otra. ¿Estás bien? Vamos a casa...
-Ella se queda, es mi esposa.
-Tu...
-Lucas, por favor no comiences, me encuentro bien, además está Isa que no se aparta de mi.
-Eso me tranquiliza. Te quiero chiquitina. -Me dice mientras se acerca.
-Yo no. -Digo mientras me da un abrazo. -¿Estás bien?
-Tengo mejores días, este es el mejor.
-Recién comienza.
-Pero estoy aquí contigo abrazada, lo demás no importa.
Me dio unos cuantos besos ruidosos en la mejilla, porque sabe que eso me gusta, y se fue más tranquilo, me di vuelta para regresar y me topo con Alex, pensé que se había ido pero no, ahí está con una mirada diferente como si estuviera confundido.
Al entrar a la casa, Olivia se alarmó, le dijimos que mi hermano se entero de lo de ayer y vino a reclamar. Ella se lo llevó a la cocina para curarle las pequeñas heridas. Yo me fui a mi dormitorio.
Cuando entré, vi que Isa sigue dormida, tiene tan mal dormir que ahora esta en mi lado de la cama así que yo me acosté del otro.
Estoy con los ojos cerrado intentando dormirme cuando siento que la puerta se abre y luego se cierra, unos segundo después se unde la cama y me tenso, se acuesta y me abraza mientras dice en un susurro.
-No me pidas que me vaya, sé que me lo merezco pero no lo hagas. -Lo único que hice es darle un poco más de lugar así está cómodo y nos dormimos él me abraza. Se que no estoy haciendo bien las cosas y la que saldrá perdiendo seré yo.
Hace rato que estoy despierta pero no quiero abrir los ojos, me siento muy bien estar junto a él, tengo miedo de estar enamorándome de un hombre que a pesar de la traición de ella, sigue enamorado de su cuñada, de esto no saldrá nada bueno.

-¿Qué haces aqui? -Pregunta Isa, en susurro.
-Es mi habitación.
-Alex no juegues con sus sentimientos.
-¿Por qué me atacas?
-No te ataco, solo me pongo en su lugar, no quisiera que mi marido me tratara como lo haces tu.
-Te prometo que eso va a cambiar.
-¿Cómo?
-Voy exigir que la traten como lo que es.
-¿Según tu qué es?
-Una de las señora de esta casa.
-Levantate.
-¿Qué?
-Que te levantes. -Él le hizo caso y yo abrí los ojos y los vi a los dos frente al espejo. -Comienza por él. -Dice Isa señalando el reflejo del espejo y él se queda mirándose. Cómo me siento incómoda porque Isa le exige como si yo fuera Mía, lo que ella no sabe es que no soy su gran amor y él no sé merece los reproches de su hermana.
Comienzo a mover como que me estoy despertando, al abrir los ojos los veo y digo.
-Buenos días. -Ellos se dan vuelta al mismo tiempo.
-Buenos días. -Saludaron los dos.
-¿Cómo te encuentras? -Preguntan unisonos
-Bien, solo fue que se bajó la azúcar por el miedo que le tengo a las agujas. -Me levanté y fui al baño, cuando salí lista para ir a trabajar, luego voy a ir a ver a Camila, me encuentro a Alex muy afectado e Isa atándose las zapatillas. Él se acerca y me dice.
-Perdón, Isa tiene razón eres la mayor víctima de todo esto.
-Disculpas aceptadas. -No se si es virtud o defecto pero no puedo estar enojada mucho tiempo con las personas que quiero y a él lo quiero, aunque me cueste admitirlo, lo quiero mucho.
-Gracias. -Como respuesta le sonreí busqué mi mochila cuando me pregunta- ¿Qué planes tienes?
-Voy a ir a trabajar y cuando salga voy al sanatorio...
-Tu no vas a ir a trabajar. -Sentenció Isa.
-Tengo que hacerlo.
-¿Por qué trabajas es que no viste las tarjetas? -Preguntó Alex.
-Si vieras el cajón sabría que no las ocupó ni una sola vez. -Respondió Isa por mi.
-¿Por qué?
-Trabajo para pagarme mis gastos.
-Sabes que no lo necesitas.
-Solo es hasta que termine mi carrera.
-¿Cuánto te falta?
-Un par de meses.
-¿Ni eso sabes de tu esposa?
-Isa, en realidad no soy muy comunicativa cuando estoy enojada y... bueno... nuestro matrimonio no comenzó muy bien que digamos.
-Entiendo.
Estoy lista para salir a pesar de la negativa de Isa yo tengo que ir a trabajar.
-¿Puedo ir contigo a visitar a Camila? -Preguntó Isa.
-¿Tu? -Preguntó Alex.
-Si, me caen bien toda la famila, los quiero y me preocupo por ellos.
-Sabes que eres bienvenida.
-Lo sé, son un amor.
-¿Yo puedo ir? -Preguntó Alex me giro y lo miro muy sorprendida.
-Siempre y cuando te encuentres a un kilómetro de distancia de Lucas... -Dice Isa como quien no quiere la cosa y continua. -Tiene muchos motivos para partirte la cara y eso que no lo sabe. -Yo me encuentro fuera de esa conversación y no entiendo nada, por eso me mantengo en silencio.
-¿Y si no lo sabe porque me odia tanto?
-Porque no ve feliz a su hermana, eso es un motivo para saber que aquí las cosas no están bien y lo que hizo la abuela no ayudó para nada. -Se enfrenta a mi y me dice. -Tu no vas a ir a trabajar, ayer hablé con tu jefe...
-¿Cómo?
-Saqué el contacto de tu celular, le comenté que mañana te presentaras a trabajar, y también hablé con Vero y me comentó que hoy iba a ir a limpiar la casa de Lucas con él para cuando le den el alta a Camila y al Bebé, y me ofrecí ir ayudarla así él se queda con Camila, puedes ir pero lo único que harás es sentarte a ver cómo limpiamos.
-¿Vero? -Preguntó Alex.
-¿Tu limpias? -Esta vez soy yo la que pregunta, puso los ojos en blanco y nos responde perdiendo la paciencia.
-La hermana de Sofia, es decir tu cuñada, si que eres un desastre como marido, y tú, mi querida cuñada, si sé limpiar. Hay muchas cosas que desconoces de mí.
-Si que eres una cajita de sorpresa. -Digo.
-¿Las puedo llevar?
-Por supuesto, necesitaremos la fuerza de un hombre. -Levanta los brazos y mira hacia arriba mientras dice. -Los espero en 10 minutos en la camioneta. Dios me libre de uno como tu. -Se fue dejándonos a Alex y a mi solos e incómodos por su comentarios.

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