Capítulo 1

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Han pasado unos días y como casi todos los sábados tuve un evento en el cual tuve que trabajar hasta tarde, por eso los domingos aprovecho para dormir, siempre que no se le ocurra a mi primo llamarme. Hace como veinte minutos que lo ignoro pero es tan pesado que no deja de insistir.
-¿Qué es lo que quieres? -Digo al atender la llamada.
-Si que eres maléfica por las mañanas.
-Me acosté tarde.
-Dime que le diste alegría a tu cuerpo Macarena.
-Me llamo Sofía y no.
-Pero mujer si la vida está para disfrutarla y le debes dar alegría y cosa buena a tu cuerpo hey Macarena. -Tiene tanta energía que siempre me pregunto¿cómo lo hace?
-Adios... -Voy a cortar cuando oigo.
-¡ESPERA TENGO NOTICIAS!
-Cinco minutos. -Digo mirando el reloj de la mesa de luz.
-Que mal genios tienes mujer.
-¡Son las nueve de la mañana de un DOMINGO!
-Lo sé mala mía pero quiero compartir algo contigo.
-Que no sea una de tus historias de alegría y cosa buena a tu cuerpo porque no sólo te corto sino que te bloqueo.
-Madre mía con que mala leche te levanta...
-¡AL GRANO! QUE SOLO LLEVO DURMIENDO UN PAR DE HORAS.
-Regreso al país. -Eso me despavila y me siento en la cama.
-No bromees.
-No lo hago.
-¿Fede?
-Recien me llega el mail donde me informa que me aceptan en la Clínica Oeste para hacer mi recidencia ¡¿Lo puedes creer?! Reciben miles de solicitudes y aceptaron la mía.
-¡Ay Fede que felicidad! ¿Cuándo vienes? Es obvio que te vienes a vivir conmigo.
-El semestre que viene, desde ya debo preparar todo para regresar. -Dice algo desanimado.
-Fede ya lo hemos hablado muchas veces, si tus padres no aceptan como eres, pues mal para ellos, porque ello se lo pierden, cuando le diga a la abuela se muere.
-Dejame que sea yo el que le dé la noticia.
-Está bien.
Hablamos un rato más, luego de terminar la llamada de la emoción no puedo dormir así que decido estudiar.

No pasa media hora que suena el timbre, atiendo es Lucas y Verónica, ellos son mis hermanos, siempre pasan a desayunar.
-Podrias ser más ordenada, algún día nos abrirá la puerta el monstruos de las pelusas y el polvo. -Dice mi hermana.
-No lo hizo porque hoy es su día de descanso. -Respondo sin importarme las críticas de ella mientras levanta las ropa. Lavé los platos con Lucas mientras Vero prepara el desayuno.
Por lo general limpió los sábados pero no me dió tiempo.
Luego de acomodar un poco la cocina, nos sentamos a desayunar.
Sin poder guardar la gran noticia.
-¡Fede regresa! Hará su recidencia en la Clínica Oeste.
-Me alegro por él. -Dice unisono los dos.
-Pues deben ponerle expresión a sus rostros para que sea más creíble.
-No te enojes Sofi pero que él regrese significa... significa...
-Dime Lucas ¿qué significa?
-Estas más centrada desde que él se fue.
-Veronica por favor eso sucedió hace más diez años, éramos adolecentes...
-¡SOFIA VIAJARON A LAS VEGAS!
-Veronica no grites que no domino el idioma del grito. Además no nos dejaron ir al viaje de estudio con nuestros compañeros, entonces decidimos hacer nuestro viaje.
-¿Y el casamiento? -Reclama como siempre que sale el tema.
-Reconozco fue mala mía, pero que quieres estábamos en Las Vegas, además a último momento no me casé.
-Porque ese hombre te vomitó encima.
-¿A quién le gusta que le vomité encima y menos en el vestido de novia? -Digo indignada al recordar ese momento.
-No era un vestido sino una tela.
-En realidad una cortina.
Es verdad que de los tres yo soy la excepción que confirma la regla, mis padres nos dió una educación muy estricta y mis hermanos acataron pero yo no.
Con mi primo a pesar de la diferencia de edad siempre nos hemos llevado muy bien,
Fede es mayor que yo por un par de años, algo que nunca nos importó, decidió repetir un año para estar en el mismo curso que yo, desde entonces nos hicimos inseparables, cuando nuestro padres decidieron no dejarnos ir al viaje, eso nos molestó porque estábamos ilusionados, pero esperamos a que cumpliera dieciocho lo preparamos y antes de comenzar a estudiar en la universidad nos fuimos, si en nuestro país éramos torbellino de hacer cagadas, en Las Vegas fué nuestra graduación, posgrado y hasta un doctorado.
Viaje a escondidas, apuestas, casamiento fallido, beber sin parar fueron algunas de las cosas que hicimos.
A nuestro regreso, como hijos de abogados, nos esperaba la ley del hielo, por casi un año, comenzaban a tener diálogo con mi papá hasta que una madrugada tuve que llamarlo desde la comisaría, resulta que había acompañado a Fede a un boliche de gays, era un paso muy importante para él aceptar que es homosexual a pesar de todas los fantasmas, miedos que deben enfrentar, y lo peor de todo que se hicieron realidad, cuando descubrieron nuestros padres dónde nos arrestaron, eso significó que Fede se debió enfrentar a la familia, todos les dieron la espalda menos mi abuela y yo, luego a escondidas de mi padre y de mi tío le dieron su apoyo mis hermanos y mi mamá.
Hace unos años que mi padre y yo nos reconciliamos, aunque no esté de acuerdo que no haya estudiado abogacía como mis hermanos, pero ya intervino mi abuela y entendió que las leyes no son lo mío.
-Sofi, chiquitina ya estás a punto de cumplir treinta y ni novio tienes.
-¿Y qué con eso?
-¡Por Dios Sofía! -Se exapera Vero
-Sofi, ya sabes que en la familia de mamá todos nos hemos casado antes de cumplir... -Interrumpo a Lucas porque ya me conozco el discurso de memoria.
-¡Lucas!
-Chiquitina si a tu edad ya tenía dos niños.
-Porque fueron gemelos. -Le clavan la mirada asesina, siempre lo hace cuando alguien hace un comentario que no ayuda a su propósito.
-Lucas si no ayudas en nada mejor come y calla... ¿A todo esto cuando piensas tener un hijo? -Es un alivio que pasa de mi aunque sea por un momento.
-No sé, le escribimos a la cigüeña regularmente pero nada que viene.
-Si la carta va sin remitente al tacho de basura del baño no sé cómo le puede llegar el pedido a la cigüeña. -Digo Lucas y yo nos reímos.
-Sigan ustedes... uno casado sin hijo y la otra ni novio...
-No empieces Verónica que terminamos.
-Pero Sofiii.
-Veronica que tú, Lucas y todos los miembros de la familia hayan encontrado a su media mandarina.
-Naranja. -Me corrige Lucas.
-Fruta al fin. -Digo, enojada, soy malísima con los refranes. -Yo aún no lo encuentro, pero cuando lo encuentre me caso al mes, por las dudas que quiera escaparse
-¿Lo prometes? -Dicen a la vez.
-Claro que sí.
Me han creído los pobres, aún no me conocen que con tal de que me dejen tranquila diría cualquier cosa aunque nunca haría eso, ¿quién en su sano juicio se casa a un mes de conocerse?

Luego del desayuno nos fuimos a la casa de mi abuela, ahí vive mis padres junto a ella, al bajarme del auto de Lucas vienen los tres hijos de Verónica.
Los gemelos llegan primero los abrazo mientras les doy besos en la cabeza.
-¿Cómo están mi par preferidos?
-Muy bien tía.
-¡TÍA!... ¡TÍA!... ¡TIA! -Grita la más pequeña de la familia.
-Pero si es mi miniyo preferida. -La alzo y le doy besos.
-No la llames así que casi me cuentas el matrimonio por el nombre para que tú la llames minitu. -Dice Vero.
-Tu te lo buscaste, si ya le habías elegido nombre al par ¿por qué también le ibas a elegir el nombre a mi miniyo?
-No sabía que luego vendría Emma...
-Por acelerada, nada te costaba que Facu eligiera un nombre y tú otro. -Dice Lucas mientras entramos a la casa, voy directamente al comedor, dónde voy a encontrar a mi abuela sentada frente a la televisión viendo algunos capítulos que se perdió durante la semana de sus telenovelas.
-¡Abuela!
-¡Chiquitina! -Me abraza como yo a ella.
-¿Ya te llamó Fede? -Pregunto ansiosa de compartir la alegría de la noticia.
-Si el muy condenado me ha tenido una hora hablando de tontera para decirme al final de la llamada que regresa.
-A mí me llamó a las nueve.
-Como le gusta mortificarnos ese condenado.
-¿Lo has comentado con...?
-Nadie, para oír a tu padre un domingo que no tengo bingo, ni clases de gimnasia, ni de tejido, ni tonta que fuera.
-¿Te anotaste a clases de gimnasia?
-Sí, Yoli me insistió que la acompañara y me gustó mucho la clase, además el profesor es...
-Guapisimo.
-Ay hija como no tener cincuenta años menos, es que los jóvenes de hoy no se parecen en nada a los de mi época. Que suerte has tenido de ser joven en esta época aunque para nada. Que suerte tienen las que no se bañan.
-¡Abuela!
-Yo tuviera tu edad, tu belleza y vivir en la época que todo está permitido, lo que hubiera disfrutado.
Me río a carcajadas junto a mis hermanos.
-Te quiero Abu.
-Y yo a ti chiquitina.
Dejo a mi abuela con mis hermanos, voy hasta la cocina para encontrarme a mi mamá preparando las ensaladas juntos a Cami, mi cuñada, las saludo.
Y luego voy al jardín de atrás para saludar a mi papá y a mí cuñado.
-¡Hola!
-Debieron ir los alcahuetes de tus hermanos a búscarte.
-En realidad fueron a desayunar conmigo. -Aunque es verdad, también es verdad que siempre van para que no llegue tarde.
-Ay Sofi que haré contigo.
-Papá llevemos la fiesta en paz, que llegué temprano.
-Porque tus hermanos han ido por tí, nosotros te hemos enseñado que la puntualidad es fundamental... -Sigue con su discurso, yo me acerco a Facu y le quito su vaso de cerveza y bebo.
-Deliciosa.
-¡Sofia! ¡¿Qué son esos modales?!
-Papá Facu es como un hermano...
-No debes hacer eso ni con Lucas.
Le devuelvo el vaso a Facu.
-No me molesta Álvaro, como dice Sofi somos como hermanos.
-Un hombre como él te tienes que buscar.
-Ay no que flojera, otra vez con lo mismo.
-Hija quiero que madures que te cases y tengas hijos.
-¿Cómo pretendes que tenga hijos si me falta el donante, además no tengo novio con quién quieres que me case? Yo tengo otros planes.
-¿Irte de vacaciones una vez que te recibas para visitar museos en Europa?
-Entre otras cosas.
-Un marido es lo que tienes que buscar.
-Prometo que en menos de lo que pienses me caso, o quizás venga casada con un europeo, uno nunca sabe que nos repara el destino.
-¿Por qué has salido así?
-Eso si que no lo voy a permitir.
-¿Qué no vas a permitir?
-Que me responsabilicen de tus cosas.
-¿De mis cosas?
-Bueno... tuya y de mamá.
-Explicate Sofía.
-Alvaro no hace falta, mejor cambiemos de tema. -Sugiere Facu.
-Mejor... -Apoyo a mi cuñado.
-¡Dilo de una vez!
-Y bueno él lo quiso. -Me dice Facu sabiendo lo que sucederá.
-Pues no puedes responsabilizarme, yo solo soy el producto, que culpa tengo yo del tipo de ingredientes que usaron ni el método de elaboración de ustedes.
-¡SOFIA DÍAZ! -Facundo no deja de reír y yo antes de salir corriendo le doy un beso en la mejilla a mi papá.

Luego del almuerzo voy a lavar los platos para evitar cualquier tema sobre mi vida, ya por hoy ha sido suficiente.
Soy conciente que es muy importante para mí familia en especial para mis padres que me case como lo han hecho mis hermanos y mis primos, que formé mi propia familia y es lo que más quiero, pero yo no me voy casar con cualquiera porque sí, me voy a casar cuando encuentre lo que tienen mis hermanos a simple vista se ven enamorados, esa química, complicidad o como se llame, nunca me casaría porque en unos meses cumplo treinta o para darle el gusto a mis padres por más que los quiera.
-¿En qué piensas chiquitina?
-En nada abuela.
-A ver chiquitina que mis arrugas son por la experiencia no por la edad.
-Lo sé.
-¿Entonces por qué me mientes?
-Abu, yo también quiero un hombre a mi lado que me mire como Facu mira a Vero, y tener una relación especial como la de Lucas y Cami, pero no lo encuentro y quizás nunca lo haga.
-Hija el destino es uno solo y como siempre te digo no le hagas caso a la bola de tontos eso, que llegará cuando tenga que llegar, por mientras viaja, haz lo que quieras que para eso eres libre pero hija ¡DISFRUTA Y DALE ALEGRIA A TU CUERPO!
Solté la carcajada, con ella presente nunca se puede estar serio.

¿Con Quién Me Casé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora