Estaba sentada en el alféizar de la ventana observando cómo se formaban nubes de un tono oscuro en el cielo; algo muy común en Inglaterra .
Otra mañana igual que todas en Hertfordshire.
Suspiré acomodando el paraguas en la mochila y terminando de vestirme. Bajé las escaleras y casi al final de estas Coco se enredó entre mis pies.
—¡ Coco!¿ Qué clase de perro se comporta como un gato enredándose entre los pies?¡ Mamá!
—¿¡ Qué?!— respondió ella desde la cocina.
Fui con ella,le dí un beso en la mejilla y un abrazo. Siempre me han dicho que me parezco a ella : cabello castaño,ojos grandes y color avellana y rebelde sin causa a esta edad.
— Debes hacer algo con ese perro tuyo que se enreda entre las piernas de su dueña— me quejé tomando un chocolate del estante.
—¿ Mío?— rió terminando de preparar el almuerzo para la escuela— Te recuerdo que quienes quisieron un pitbull azul fueron tu padre y tú y ahora que no es tan cachorrito te quejas. Dicen que eres idéntica a mí pero eres como él. Se quejaba de ti de igual manera que tú. Por cierto Camille dicen que se mudó una nueva familia a la casa de la abuela Emma. Dicen que son familiares y que tienen un hijo de tu edad y que es guapísimo.
—¡ Mamá!— le dí un pequeño golpe en el hombro— No eres tan mayor como para andar chismorreando con las señoras del pueblo.
— No son tan mayores. Desde que se propusieron avivar la idea de avivar el pueblo y que la universidad está a unas millas de aquí muchas parejas relativamente jóvenes y no lo escuché de las madres si no de tus compañeras.
Rodé los ojos— Es increíble que quedando la casa frente a la nuestra ellas se hayan enterado antes que yo.
— Sí te interesaran un poco más los chicos— insinuó mi madre dejando el paquete en mi bolsa— Sabes no me molesta que te interesen las chicas.
—¡ Mamá! Otra vez con esa broma. No es que no me interesen los chicos es que no he encontrado ninguno con suficiente cerebro. Me voy ma nos vemos en la tarde. Adiós coco.
Cogí mis cosas ,salí de casa y comencé a reproducir Heat Waves. Miré hacia la casa de enfrente y efectivamente hay camiones de mudanza, muchos camiones de mudanza para un solo hijo.
Oh Dios estoy igual de chismosa que todas las adolescentes hormonales de la escuela.
¿ Mi escuela? Pues nada interesante solo adolescentes tontos y pivas estiradas que solo les interesa los chicos.¿ Nuestra meta en común? Entrar a Oxford.
Estaba a punto de entrar al estacionamiento para dejar la bici cuando un Sedan Ford negro idéntico al que mi padre me compró pasó a mí lado casi llevándome consigo.
¡ Que mal educado!— pensé dejando la bicicleta en su lugar.
Se preguntarán por qué teniendo un auto vengo a la escuela en bicicleta y pues lo hago porque no pasé el examen de conducir. Según mi padre y la profesora conduzco como anciana.¿ Qué tiene de malo evitar accidentes? Pero para ellos los evito demasiado.
— Camille— gritó mi amiga Aisha corriendo hacia mí con esos zapatos de tacón alto y fino.
Ni siquiera sé cómo puede caminar con eso.
—¿ Lo viste?— preguntó frenética— Se acaba de bajar del auto, el Sedan con su hermano mayor creo porque si ese es su padre...— se mordió el labio en señal de que sería capaz de tirarselo.
— Sabes que no me interesan los chicos...ni las chicas— continúe tras recordar el comentario de mi madre está mañana — Sólo vayamos al salón de clases. Tenemos álgebra y es mejor estar de primeras a que la señora María nos reprenda por llegar microsegundos tarde.
Me acomodé entre las mesas del medio para poder ver bien y a la vez preguntarle a Isha sí no entendía algo; a pesar de su apariencia y comportamiento de zorra tiene mejores calificaciones que yo en todas las asignaturas.
Saqué el cuaderno y los libros y apoyé la cabeza sobre mis brazos que están cruzados.“ Otra vez dejó la bolsa y se fue a coquetear” murmuré para mí misma.Faltan 15 minutos para el inicio de clases. Normalmente los estudiantes hablan de que hicieron el fin de semana o que pueblo vecino visitaron pero mi única amiga es la zorra esa que ahora mismo estará rodeada de testosterona.
El chirrido de la puerta me desconcentró de mi juego con el bolígrafo al estilo Juuzou Suzuya. Es un chico medirá 1.73 con el cabello teñido de negro con un degradado que termina en verde lima y sé que tiene el cabello tintado por sus cejas y pestañas casi invisible debido a que son rubias casi alcanzando el blanco y unos ojos azules. Se vé algo perdido.
— El nuevo— dije lo que había pensado. La verdad no esperaba que tuviéramos la misma edad ni compartieramos clase pero que curioso el universo,no?
Miró a todos lados como si buscara a alguien y me miró fijo por unos segundos que parecieron horas, caminó directamente hacia la mesa y se sentó en el puesto libre.
— Mi nombre es Thomas Taylor pero puedes llamarme Tommy— esperó a que contestará mirándome.
— El mío es Camille Watson— me apresuré a contestar extendiendo la mano como los hombres de negocios.
— Interesante... Watson como el compañero de Holmes. Mucho gusto señorita Watson— respondió tomando mi mano y depositando un delicado beso sobre ella.
Esa acción...siento que se ha repetido antes pero,¿ Dónde?
Él chico me sonrió antes de sacar de su bolsillo un reproductor de casetes portátil.
— Las personas ya no usan eso— dije sorprendida y tras darme cuenta de las sandeces que dije tapé mi boca con mi mano y avergonzada giré la cabeza.
Thomas me miró con ternura como si hubiera recordado algo.
— Sé que te gusta usar uno de estos y bailar cuando nadie te mira— sus mejillas tomaron color al instante y se cubrió con el antebrazo intentando ocultarlo— Lo-lo siento yo te ví sin querer ayer desde mi habitación.
Le dí un pequeño golpe en el brazo y sonreí lo mejor que pude aunque estoy segura de que se nota mi incomodidad en ella— No importa no pasa nada.
Nota mental: cerrar las cortinas de mi habitación cuándo bailo.
Él fijó la mirada en su cuaderno y comenzó a hacer garabatos en este y yo escudriñé su rostro.
¿ Por qué siento que te he visto antes Thomas Taylor?
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Estoy de vuelta con algo nuevo a los fieles lectores y a los nuevos. Casi lo olvidaba. Camille en el dibujo que por cierto hice yo misma😌
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La ciudad de los recuerdos
Teen FictionHertfordshire a sido el hogar de Camille durante toda su vida. Ese lugar tan tranquilo donde nunca había ningún tipo de novedad daría un cambio de 180° al mudarse Thomas Taylor trayendo alboroto al pequeño pueblo.