Capítulo 4

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—¿ Estás bien? Sólo fueron unos niños jugando con unos petardos.

— Tommy ¿ Por que demoran tanto?— caminó hacia nosotros Thobías—Oh yo lo siento no era mi intención interrumpir. Me llevo la tienda y los sacos y los dejo sólo— continuó totalmente sonrojado.

Me aparté de Thomas que seguía abrazándome.

— No te preocupes Toby aquí no estaba pasando nada. Venga te ayudo a llevar las cosas— me paré frente al maletero que está repleto de cosas—¿ Siempre cargan con tantas cosas de más?

— Él siempre ha sido previsor. Desde que le comenté, más bien le supliqué que viniera a la playa conmigo el miércoles estuvo preparando todo buscó un juego de toallas de más, sacos de dormir una tienda grande todo por si no encontrábamos donde hospedarnos y ayer en la noche fue a la tienda a buscar bebidas y snacks para el camino. Siempre fue más responsable que yo, siempre olvidaba algo y él lo tenía en su mochila incluso de pequeño. Le decíamos el hombrecito de la casa.

— Deben ser recuerdos muy preciados para ti— le dije al ver cómo sonríe con ternura.

— Lo son. Ahora es todo un hombre y no necesita de su hermano mayor. En cualquier momento irá a la universidad  y sólo lo veré en las fiestas.

Ambos miramos a su hermano que trata de evitar que el cachorro se meta entre sus pies para evitar que caiga la mini nevera. Aisha nos esperaba en un lugar estratégico: cerca del restaurante, los baños y las regaderas con dos sombrillas que había alquilado al parecer.

— Escogiste un buen lugar amiga— la felicité— Al menos sirves para otra cosa además de ligar.

—¡ Oye! No me desacredites de esa manera en frente de otros. Mis calificaciones son mejores que las tuyas— se jactó.

— Además de zorra presumida— bromeó dejando la bolsa sobre la toalla— Iré q cambiarme¿ Isha vienes?

En cuestión de minutos salimos usando ella un bikini azul con vuelo de  guayabera y yo uno amarillo la parte superior y de diseño de piñas la inferior. Thobías ya se encuentra sin polera dejando a la vista su tatuajes: una flecha que en medio tiene en una mitad una brújula y la otra un reloj y un dragón chino rojo en medio de la espalda.

— Esto se pone cada vez mejor amiga— Se abanicó con la mano dramáticamente— Hace calor.

—¡ Isha!— le regañé— anda ve a nadar con él. Quiero primero tomar un poco el sol.

Aisha no perdió oportunidad y arrastró al mayor del grupo al agua y lo más gracioso es que él no hizo nada para impedirlo.

—¿ Me ayudas?— preguntó el rubio sosteniendo una botella de protector solar.

Asentí y agarré el pote mientras él se quita el suéter y se acuesta boca abajo. Dejé caer un poco de producto en medio de su espalda y comencé a regarlo por esta dando delicados masajes de forma circular. Durante el tiempo que estuve aplicándole el protector no dijo nada. En cuanto terminé sacó un cuaderno de tapa dura, negra y comenzó a escribir algo mientras yo me aplico un poco de lo mismo para tomar el sol.

Observé con detenimiento sus largas pestañas doradas que apenas son visibles con el reflejo del sol y ni hablar de sus ojos azules que se ven aún más brillantes en el sol. En su mano derecha anular tiene un anillo que en el centro tiene el mismo material que mi colgante.

—¿ Qué haces rubio teñido?— le pregunté para llamar su atención.

—¿ Rubio teñido dices?¿ De dónde has sacado eso? Mi cabello es así de naturaleza.

— Lo teñiste de negro y verde. En lo personal creo que te quedaría mejor tu color natural.

— Vaya primera vez que no me estas lanzando puyas— ironizó dejando de lado lo que sea que estaba haciendo—¿ Quieres dar un paseo?

Asentí y le ayudé a acomodar las cosas dentro de la tienda.

—¿ De dónde venís? No creo que se hayan mudado al pueblo por amor al arte.

— Bueno venimos de Londres. Nos mudamos porque mamá quería una vida más tranquila y pasar más tiempo con la familia. Ya sabes,— se encogió de hombros — la menopausia las vuelve locas.

No pude evitar reír — Sabes, no eres tan malo como pensaba. Pensaba que eras el típico chico engreído que solo de junta con los populares. Como en las pelis.

— Soy más del tío sexy y misterioso que guarda un oscuro secreto.

—¿ Y cuál es tu oscuro secreto tío sexy y misterioso?— le seguí el juego por diversión.

— Sí te digo tengo que matarte. En un momento regreso voy a por la billetera. Ve haciendo la reservación en el restaurante ahora que todos están en el mar o tomando el sol.

Seguí caminando hasta el restaurante,pedí una mesa para 4 a las 12:40pm y me hice a un lado para evitar estorbar a otros. Esperé unos minutos pero Thomas no aparecía.

— Señorita por favor debe pagar la reservación o si no le será retirada— dijo la encargada al ver que tardaba tanto.

Comienzo a ponerme nerviosa. Nunca antes me he visto envuelta en una situación así. Sólo espero que venga rápido¿ Qué le habrá tomado tanto tiempo.

— Lo siento— dijo entre jadeos con algunos mechones de cabello pegado a la frente por el sudor—¿ Esperaste mucho cariño?— me abrazó por la espalda baja y besó mi mejilla— La cuenta por favor... aquí está la tarjeta. Mi amor es que Coco se me escapó.

—¿¡ Qué haces?!— le pregunté lo suficientemente bajo como para que la mujer no me oyera.

— Sólo sígueme la rima— susurró.

— Aquí tiene. Gracias por elegirnos— le devolvió educadamente con una sonrisa la tendera.

Después de guardar la billetera tomó mi mano y comenzamos a caminar de regreso a nuestro sitio. Cuando estábamos a una distancia bastante prudente intenté sacarme de su agarre pero no funcionó así que comencé a retorcerme como pez fuera del agua.

—¿ Puedes soltarme?— le exclamé mirándolo con cara de pocos amigos.

Me ignoró hasta llegar a la tienda donde Isha y Toby tomaban unas bebidas.

—¡¿ Qué fue eso?!Invadiste mi espacio te demoraste mucho tiempo haciéndome quedar como una tonta— estoy enfadada,muy enfadada.

— Creo que se pronuncia gracias. A Coco se le rompió el cierre de la correa y tuve que correr detrás de él y unos chicos iban a intentar acercarse a ti de no ser porque me apresuré a llegar a ti pero por lo que veo eres una mal agradecida.

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Hola mis amores preciosos: lectores que votan y fantasmas en las fotos les dejo a nuestro pitbull azul

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