Al carajo el autocontrol.
No le dí tiempo a nada la agarré por los brazos con fuerza y la estampé contra la puerta haciendo un estruendo y la besé; la besé con esas ganas que llevo acumulando,chupe su labio, introduje mi lengua en su boca y mordí su labio tan fuerte hasta que sentí el sabor metálico de su sangre en los míos. Ella rodeó mi cuello con sus brazos mientras seguía besándola gruñendo sobres sus labios, sintiendo como el bulto entre mis piernas sigue creciendo. Subí mis manos por sus muslos hasta llegar a su culo y lo apreté manteniendo mi dedo pulgar en su entrada presionando ligeramente lo que la hizo gemir. Inconcientemente mueve sus caderas hacia mí buscando más. La levanto por sus piernas y ella rodea mi cadera con estás quedando un poco más alta que yo. Me separo en busca de aire pero no me detengo bajo a su cuello y lo beso, muerdo con fuerza dejando profundas marcas y chupo siendo consciente de los moretones que dejara eso en la mañana. Mis brazos comienzan a cansarse así que busco mayor comodidad. La siento sobre el escritorio tirando todo al suelo ella se sienta en el borde y con una de las manos se apoya en la madera y la otra se aferra a mi cabello jalandolo haciendo que la liga que lo mantiene recogido caiga al suelo.
— Tommy...— gime mi apodo excitandome aún más— Follame.
Su voz se oye tan suplicante y no está hablando el alcohol lo sé.
Aprieto su trasero con una de mis manos mientras con la otra le ayudo a quitarse la pequeña blusa dejando sus pechos a la vista; ni siquiera se había molestado en ponerse brasier. Tocó con mis pulgares sus pezones duros y muerdo con mucho cuidado de no lastimarla, los succiono y paso la lengua por ellos y arquea su espalda.
De forma desesperada me quita el suéter y comienza a desabrochar la camisa pero hago que se detenga al meter mi mano en su short y tocar su intimidad por encima de sus panties sintiendo lo mojada que está. Comienzo a mover mis dedos de forma lenta , arriba y abajo, círculos. Puedo sentir como se tensa cada músculo de su cuerpo y como echa la cabeza hacia atrás arqueando la espalda,gimiendo, jadeando y poniendo los ojos en blanco.
Ella ni siquiera saca mi mano de su coño que tiene totalmente húmeda sus bragas y se quita el short.
—¡ Oh! Thomas ummm— gime entre jadeos— quítame las malditas bragas de una vez.
Obedezco su petición y sigo tocándola y frotando su clitoris sintiendo como sus jugos empapan mis dedos.
Mi respiración es caótica, mi corazón no late a un ritmo normal y estoy al borde del colapsó solamente de oírla gemir mi nombre.
Introduzco uno de mis dedos dentro de ella dejándolo unos segundos sin moverlos. Comencé a hacerlo cuando clavó sus uñas en la camisa pero aún así las pude sentir en mi piel. Su cuerpo tiembla y puedo sentir como tiene espasmos, está a punto de llegar al orgasmo.
—¡ Oh Clay!— gime con fuerza.
Me detengo y ella saca su mano de mi espalda y mi cabello.
No me detuve porque allá dicho Clay lo hago porque sé que es una tortura exquisita llevarla al borde y detenerme para luego darle más. Eso es más placentero.
Camille
Acabo de llamarlo por otro nombre inconscientemente y se ha detenido.
El alcohol está haciendo demasiado daño a mí sistema. Apenada por lo que acabo de hacer busco mi ropa por el suelo y comienzo a vestirme a la velocidad de un rayo. Miró con disimulo la erección que tiene. De verdad siento mucho haber arruinado la noche. Me acomodo los zapatos, peino con los dedos mi cabello y agarro mi bolsa que está junto a la puerta.Cuando estoy a punto de abrirla Thomas me abraza y me gira quedando frente a él y toma mi mano, diminuta al lado de la suya y la mete dentro se su bóxer sintiendo lo duro que está.
—¿ Me dejaras así?— me susurra al oído volviéndome loca. Me encantaría seguir pero y sí suelto otro nombre otra vez?
Ese recuerdo o sueño que vino en ese preciso instante : estaba follando con un chico llamado Clay en esa misma posición.
¡ Joder ! Estos recuerdos me están arruinando la vida.
Saco la mano un poco arrepentida¿ A quién trato de engañar? Muy arrepentida y le quito el pestillo a la puerta.
— Déjame vestirme y te dejo en casa. No he bebido nada y no creo que Nico,Toby o Aisha vayan a regresar hoy.
Se abrocha la camisa, busca la liga con ayuda de la linterna del teléfono, se recoge el cabello y agarra el suéter y abre la puerta. La música vuelve a oírse muy fuerte y las luces me ciegan y estoy mareada y él lo nota me agarra del brazo y me ayuda a bajar las escaleras.
Cuando llegamos al auto subí en el asiento del copiloto y me puse el cinturón de seguridad. Thomas bajó la ventanilla para que tuviera aire fresco. No pasó mucho antes de que tuviera que poner la mano en mi boca y golpear su hombro para que se detuviera en la calle solitaria. Lo hizo, detuvo el auto de golpe haciendo que fuera hacia delante y la presión del cinturón contra mi abdomen no ayudó así que abrí la puerta y sin siquiera alejarme vomité.
—¿ Estás bien?— preguntó sobando mi espalda y asentí.
— Ya podemos seguir— dije limpiando un hilo de saliva que cayo en mi mentón.
Durante el camino ninguno de los dos dijo nada. Al llegar saqué las llaves, se las dí para que abriera la puerta.Sin ducharme me dirigí a la cama, quite los zapatos y me metí en esta. Tommy se sentó a mi lado y comenzó a acariciar mi cabello como si esperara que me durmiera y no tarde mucho en comenzar a pestañear pesadamente. Besó mi frente en forma de despedida pero lo agarre de la camisa.
— Se qué el trato ya no es válido pero por favor quédate. Duerme conmigo y no en el suelo está vez— le supliqué dejando de lado mi orgullo.
El rubio sonrió y procedió a quitarse la ropa quedándose en bóxer y a acostarse a mi lado rodeando con sus brazos haciéndome sentir segura. Algo que hacía mucho no sentía cerca de un chico.
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La ciudad de los recuerdos
Teen FictionHertfordshire a sido el hogar de Camille durante toda su vida. Ese lugar tan tranquilo donde nunca había ningún tipo de novedad daría un cambio de 180° al mudarse Thomas Taylor trayendo alboroto al pequeño pueblo.