Capítulo 17

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-¿ Estás bien?¿ Estás mareada,ganas de vomitar?- preguntó Neisan acariciando mi rostro que aún sigo en sus brazos.

- No nada es que hueles como una chica a duraznos y mandarina. Ya puedes bajarme.

Tommy se acercó y besó mi mejilla.

- Siento haberte dejado sola. Nos separamos y dimos por sentado que llegarías sola.

- Yo también lo siento- habló Nei poniendo ojos de cachorros y acariciando mi cabello.

- Está bien chicos no es que lo hayan echo a propósito.

Y ví esas miradas que se dieron, miradas de culpabilidad¿ Eso quiere decir que lo hiciero a propósito? Tommy sería incapaz de hacerlo y Neisan es muy amable o al menos es lo que ha demostrado hasta ahora.

-¿ Y sí le conseguimos algunos premios como disculpa?- le preguntó Neisan a Thomas y este asintió.

El pelinegro se fue a las máquinas de gancho y el rubio a los juegos de disparo. Toby, Isha y yo nos sentamos en un banco a disfrutar de unos batidos.

-¿ Están?....

-¿ Compitiendo?- preguntó Toby rascándose la nuca.

Suspiré y apoyé el codo en mi rodilla enterrando mi mejilla en ella- Creo que sí. No sé por qué Tommy compite. Yo lo amo no necesita hacerlo.

Giré la cabeza hacia mis amigos y ellos me miran como al se tratara de una gran revelación.

- Aquí tienes florecita- dijo Tommy dejando todos los peluches en el suelo dándome un beso en la mejilla.

- Gané estos para ti- un beso en la otra mejilla este de Nei.

Mis ojos se abrieron como platos y siento el calor en mis mejillas. Isha deja caer su batido y Toby se queda con la boca semiabierta sorprendido.

-¡¿Pero que les pasa a ustedes dos?!- grité haciendo gestos exagerados- Thomas ¿ No te das cuenta de que el pobre chico no se da cuenta de que estás compitiendo? Sí estás celoso por lo que viste dímelo.

Tommy comenzó a reír hasta el punto de tener que sujetar su estómago por el dolor de hacerlo.

— No estamos compitiendo. Sólo dándote la atención que mereces— confesó el rubio— Iré por unas bolsas para guardar los premios.

No pude evitar mirar a Neisan que no  aparta la vista de sus dedos, mordiéndose la mejilla interna.

Cierro los ojos y suspiro— Neisan...

— Y-y-yo mejor me voy a casa— hizo algunos gestos incoherentes sin levantar la vista del suelo y se fue.

Me siento como una estúpida. Neisan solo estaba siendo amable joder. Incluso en el carrusel fue así de atento con Isha.

Mi mejor amiga me miró reprochandome que he sido una cabrona y ni siquiera pude pedir perdón. Ahora me siento mal por el pobre chico. Para completar Tommy regresó con el ceño fruncido obviamente buscando con la vista a su nuevo amigo.

— Me quiero ir ya— le dije a Thom ayudándolo a meter los premios en las bolsas.

Él suspiro dándome un “ está bien” y Toby que todavía sigue en el banco (que por cierto le dió su batido a Aisha) refunfuña cosas  seguramente relacionas con que no pudo disfrutar de la feria.

Regresamos a donde el auto de mis vecinos, dejé las cosas en el maletero y entramos. Thobías puso las llaves y intentó ponerlo en marcha pero solo hizo el sonido de arranque por lo que revisó el motor.

— Está muerto— dijo Toby alertando a Tommy.

—No puede estar muerto es nuevo— se acercó y lo revisó—¡ Mierda! No funciona.

—Podemos llamar una grúa e irnos en mi carro— sugerí.

Cuando fuimos a mí automóvil tenía las cuatro llantas pinchadas y no fuimos los únicos unas cuantas familias sufrieron el infortunio y nos anunciaron que hasta dentro de unos días no podrían ayudarnos. Les dimos nuestros números para contactarnos e intentamos ir a un motel pero todos están ocupados.

— No quiero dormir en un banco— se quejó mi mejor amiga.

— No necesariamente tenemos que dormir en un banco. Podemos ir con Neisan. Me dió la dirección de su casa— dijo Tommy.

Y a pesar de haber negado frenéticamente por mayoría de votos fuimos.  Aisha tocó la puerta y un muchacho más bajo que yo de cabello castaño oscuro salió.

—¿ Se encuentra Neisan?— preguntó ella de forma tímida.

Chico fue a buscarlo y este regresó  con una toalla en los hombros dejando a la vista un tatuaje de cuervos en su pecho que resalta por su pálida piel.

— Chicos ¿ Qué hacen aquí?— dijo en un hilo de voz— Pasen, pasen. Iré a ponerme y luego me explican que ocurrió.

Entramos y cerramos la puerta. La casa es pequeña en comparación con la mía pero acogedora. Nos sentamos en el recibidor y tomamos asiento. En unos minutos el chico estaba de vuelta, vestido y con unas bebidas en la mano.

Toby bufó—  Nuestro carro se averió e intentamos regresar en el de Camille pero tiene todas las llantas pinchadas así que no podemos regresar ni ir a un hotel porque no fuimos los únicos a quienes le pincharon las ruedas. Pensamos que tal vez...

—¿ Podían quedarse aquí? Creo que sí déjenme consultarlo con George aunque tendremos que pedir pizza extra— se puso de pie y subió las escaleras.

Nos quedamos sentados esperando por la aprobación de quién parece ser  el dueño de la casa. En la pared hay fotos de el chico que nos recibió con otro que creo que es el hermano mayor de Neisan en un lugar muy soleado creo que Orlando y en otros.

— A George y a mí nos gusta mucho viajar— dijo un pelinegro con las fracciones más maduras— Mi nombre es Nahir.

Fijo la vista en mí al verme viendo las fotos.

— Pueden quedarse pero tendrán que compartir camas. La castaña con la rubia, el rubio de las puntas negras con mi hermano, el rubio gángster conmigo y George dormirá en  el sofá. No se preocupen por él el sofá es más cómodo de lo que parece.

Tengo que disculparme con Neisan.

—¿ Dónde está el baño?— preguntó Tommy poniéndose de pie—¿ Podrías buscar a Neisan?

— Sí claro el baño está subiendo las escaleras al final del pasillo.

El rubio subió las escaleras casi corriendo.

La ciudad de los recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora