|| 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 - 𝐂.𝐕 - 2ª 𝐭𝐞𝐦𝐩 𝐄𝐂𝐃𝐋𝐂 ||

Capítulo 2

Aquella voz... Aquella voz... No.

- Christopher no es Christopher sin llegar tarde a los lugares - ambos rieron y una de las risas era tan conocida que las ganas de llorar me evadieron -

Me volteé, con las dos tazas en las manos, me acerqué a aquella mesa y cuándo mi mirada se cruzó con la del acompañante de aquél chico, dejé ambas cosas que estaban en mis manos caeren, rompiéndose en el suelo.

- ¿Señorita? - Él, él se levantó acercándose a mi - ¿Todo en orden?
- C-Christopher... - tartamudeé -
- ¿Nos conocemos?

- Chris, dios, ¡estás vivo! - Por impulso lo abracé, este no me siguió el abrazo, entonces me alejé - ¿Chris?

- Soy, soy yo si - me enseñó una dulce sonrisa, me acordé de muchas cosas con ella - Perdón, por preguntar otra vez pero...¿Nos conocemos mismo?
- No entiendo, claro que sí, éramos amigos, me hiciste el pedido, por las portadas de los libros...
- ¿Perdón? - hizo una mueca - ¿No te confundes?
- No, eres Christopher Vélez, el chico que conocí en CoffeeBooks...

- Henry, ayuda - miró a su amigo, que sólo dirigió su mirada a mi - Perdón, de verdad, yo realmente no sé de qué hablas.
- Chris... Yo... - suspiré - bien, ¿crees que podamos hablar un rato?
- Claro, claro que sí.

- ¿Puedes esperar algunos minutos? Necesito limpiar esto - señalé a las tazas rotas en el suelo y él asintió con una media sonrisa en los labios -
- Te espero, señorita... - hizo un movimiento con su mano, para que completara
- Megan.... Megan Cooper - completé con un dolor en el pecho -
- Cooper - hizo una mueca - No me es extraño ese apellido.

Realmente no se acuerda. Verlo cerca ahora es como si nunca hubiese estado lejos. Pero si estuvo, por dos años. Lo tenía como muerto y ahora está adelante de mi, con la misma sonrisa de antes. Fui a llorarle en su tumba, y ahora está aquí.

¿Tengo que enojarme o estar feliz por eso?

Limpié el piso, los pedazos de porcelana de las tazas que cayeron, hasta que dejara el piso limpio.

Quité el delantal y agarré mi celular, el amigo de Christopher se había ido de la cafetería, mientras que él seguía sentado en una de las mesas esperándome.

- Hola, ya terminé - me senté en una silla adelante de él -