|| 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 - 𝐂.𝐕 - 2ª 𝐭𝐞𝐦𝐩 𝐄𝐂𝐃𝐋𝐂 ||

Capítulo 17

- Te odio tanto, ridículo - completó -
- ¿No que me querías mucho?
- Yo... No. - bufó, saliendo con fuego saliendo por sus fosas nasales, yo no podía dejar de reír con su reacción.

Estuve sentado un rato más, entretenido en mi café que ni ganas de tomarlo tenía, hasta que Megan salió de la cocina del lugar, caminando hacia mi dirección.

- Buenos días, señor Christopher Vélez - me saludó con una sonrisa - ¿Que te pareció mi nuevo look?
- Estás muy hermosa - sonreí -
- ¿La que se fue era Amanda?
- Obvio... - suspiré -
- ¿Pelearon?
- No... Sólo se enojó por algo que dije.
- ¿Siguen juntos entonces? ¿Está todo bien?
- Si, todo en orden, Meg - me levanté de mi silla y dejé un corto beso en su frente - Hablamos luego, ¿si?

Antes de que contestara me fui al caja y pagué por mi bebida, luego salí de la cafetería, entré al auto y empecé a manejar sin rumbo. Decidí no contarle a Megan lo que me estaba pasando, en algún momento se enteraría pero no quería decírselo yo.

Siguiendo mi camino pasé por una casa familiar, me detuve a mirarla y decidí salir para tocar la puerta. Pensando que alguien conocido vivía ahí.

Cuándo lo hice, una señora la abrió.

- Buenos días... Soy...
- ¡Christopher! - la mujer me abrazó fuertemente y yo educadamente le seguí el abrazo - Mi chiquito, estás bien, estás...
- Vivo - murmuré - si...

La mujer se parecía conmigo, demasiado.

- Perdón por la pregunta, pero te llamas Catherine? ¿Catherine Muñoz?
- Si hijo, soy yo.
- Mami - sussuré sintiendo mis ojos mojándose otra vez - Oh dios...- rápidamente la abracé sin pensar mucho, ella lentamente acariciaba mi cabello y sus lágrimas mojaban la camisa que llevaba -

Sentía algo en el pecho, algo bueno, lo mismo o hasta más fuerte que sentí cuándo volví a ver Megan. Me sentía muy feliz.

Todos necesitamos acurrucarnos en los brazos de las mamás a veces, yo estuve sin eso por dos años, y se sintió terrible. Pero ahora, será díficil que me aleje.

- Entra, Chris, hablemos...

Entré a la casa y en cada rincón de la misma había una foto, una foto mía o una foto de mi familia, me sentía tan seguro en este lugar que me impresioné.

- ¿Y mi papá?