Ocean Eyes 🌊 Armin Arlert

🌊 22. Espectador

[2 meses después]

Eren, Armin y Jean observaban a Historia perseguir a dos niños.

– Esto es... 

– Sí. No es la reina que esperaba.

– La coronaron hace dos meses, pero trabaja mejor gestionando el orfanato. 

El rubio sonrió.

– ¿Sabes cómo la llaman? "La diosa granjera". Con cariño, naturalmente.

– Al final se convirtió en diosa –miró al castaño, sonriendo de lado.– Ya nadie se acordará del tipo que cerró el Distrito Trost.

– Historia accedió a ser reina para hacer esto, entre otras cosas.

– ¿A qué te refieres?

– Reunir y cuidar a huérfanos y niños necesitados de todos los rincones. El Capitán Levi, que proviene de la Ciudad Subterránea, también insistió. Dijo que si alguien necesitaba ayuda, iría a ayudarlo fuera donde fuera. Eso es lo quiere hacer Historia.

– Ya están holgazaneando de nuevo –regañó Historia, acercándose a ellos.– Pronto se pondrá el sol.

Ella tomó una caja de madera, y los tres comenzaron a caminar.

– Ahora se parece a mi madre –murmuró Jean.

– Una diosa, eh –murmuró Armin.

Tras la purga de los regimientos, la humanidad perdió a gran parte de sus fuerzas, pero obtuvo otras cosas, como el mineral resplandeciente que había bajo tierra. Y gracias al poder endurecedor de Eren, nació una nueva arma antititanes.

[Día siguiente]

Era de noche. La Legión se encontraba cenando, y en la mesa donde se encontraba el trío EMA y sus compañeros de la Tropa 104 también se había unido a ellos Marlowe, quien había dejado la Policía Militar para unirse a la Legión de Reconocimiento tras lo ocurrido con la monarquía y demás.

– ¡Podemos ganar! –sonrió Marlowe, bajando el tarro de agua tan rápido que chocó contra la superficie de la mesa.– Con la nueva arma, ¡Los titanes son como el papel!

– Estás demasiado exaltado –comentó Jean.– No sé cómo pudiste unirte a la Legión a estas alturas.

– Es verdad –dijo Sasha.– ¿No te detuvo Hitch?

– ¿Hitch? ¿Por qué?

Sasha y Connie sonrieron con picardía, con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

– Porque ustedes dos...Ya sabes –dijo entre pequeñas risas.

– No entiendo. Pero es cierto que Hitch insistió en que no estaba hecho para esto. Que si me quedaba en la Policía Militar no tendría problemas. Pensaba que había cambiado, pero le dije que me decepcionaba.

– Eres escoria.

– ¿Eres tonto, Marlowe?

– Es un champiñón idiota.

– ¿Qué? –intervino Eren.– Marlowe no hizo nada malo.

– Los únicos tan emocionados son los que no tienen experiencia en combate.

– Vamos, ¿Te crees un veterano de guerra? –sonrió Floch, girando para mirarlo.

– Comparado con ustedes, sí.