🌊 8. Marco

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Todos comenzaron a organizarse en grupos tras el discurso de Pixis.

– Eren, lo siento... –se disculpó Armin. Él lo miró.– Terminé dejándote toda la responsabilidad.

– Ya te lo dije antes. Tienes la habilidad para encontrar la mejor solución. Creo en eso.

– Eren, iré con-

– No me digas que irás conmigo –interrumpió, mirándola.– Fuiste asignada al equipo de distracción.

– Pero no puedo dejarte solo...Si estás sólo, serás-

– ¡Ya basta! –gritó.– No soy tu hermano ni tu hijo... ¡Ya te lo dije!

Mikasa bajó la mirada.

– Ackerman –llamó. Ella lo miró.– Estarás en el equipo a cargo de proteger a Jaeger –ordenó. Ella sonrió.– Necesitamos de tu talento. Vámonos... ¡Ya es hora!

El hombre comenzó a correr.

– Nos vemos, Armin. No mueras.

– Sí, tú tampoco.

El trío se separó, con Eren y Mikasa siguiendo a aquel hombre, y Armin yendo al lado contrario.

[Más tarde]

– ¡Oigan, miren eso! –gritó alguien, señalando el cielo.

Todos observaron al cielo, una bengala roja había sido disparada. Armin se acercó, mirando.

– ¿Qué es eso?

– ¿Acaso...fallaron? –murmuró Marco.

– ¿Por qué? –murmuró el ojiazul.

Frunció el ceño y giró, comenzando a correr, dejó los tubos de gas que cargaba y continuó corriendo. Tn lo observaba, preocupada.

– ¡Armin! –llamó.– ¡¿A dónde vas?!

[Cerca de la puerta]

Tras varios minutos de correr por la muralla y tejados, Armin llegó a donde estaba Eren, quien se encontraba en su forma titán aún, sentado en suelo y al parecer también inconsciente.

«¡Eren!», pensó.

– ¡¿Qué estás haciendo, Eren?!

[Otro lado]

– ¿Entienden? –preguntó el soldado de la Guarnición.– ¡No debemos dejar que los titanes se vayan de las esquinas! ¡Concéntrense en eso y dejen que se acerquen lo más posible! ¿Entienden? No tienen que pelear. Los cadetes formarán grupos de tres y correrán en el suelo. Una vez estén bajo el muro, suban inmediatamente. Intenten no morir.

Tn se encontraba en aquel callejón con aquel hombre, además de Annie, Jean, Connie y otros dos de la Guarnición.

– Si por la más mínima posibilidad uno de los titanes se aleja, acabaremos con él.

– ¿Mínima posibilidad? Yo diría que es más que eso.

– ¿En caso de emergenca podemos actuar según nuestro criterio? –preguntó Annie.

– Si puedes manejar la situación, claro.

Los sonidos de cañones los sobresaltaron.

– ¡Escuadrón Kirstein, muévanse!

– ¡De acuerdo!

Jean, Connie y Annie comenzaron a correr.

– Hertz –la miró.– Por lo que pudimos ver antes, pareces igualar la fuerza de Ackerman. Deja salir esa fuerza.

Ocean Eyes 🌊 Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora